Inclusión Educativa en la UAEM - Modelos de Atención Educativa a Personas con Discapacidad: en México
En opinión de Eliseo Guajardo Ramos
Antes de entrar al Tema, comento que en la UAEM estamos en pleno desarrollo de Cursos Propedéuticos para la selección final de aspirantes de ingreso, entre los cuales se encuentran los jóvenes con discapacidad que acudieron a la presente Convocatoria: 9 a Preparatoria y 13 a licenciatura. El dato final dependerá de que aprueben los cursos Propedéuticos de selección. A lo que diremos que están siendo aplicados los Ajustes Razonables correspondientes para que estos jóvenes estén en igualdad de oportunidades que todos los aspirantes de esta promoción 2020-2021. Los que ingresen se sumarán a los 101 que ya están cursando estudios en distintas Unidades Académicas de la Universidad del Estado.
Más que un Modelo de Atención, la UAEM hace un reconocimiento de los derechos de estos jóvenes con discapacidad que, según el nuevo Reglamento General de Ingreso, Revalidación y Equivalencia de la UAEM, cumplen con los mismos requisitos para ingresar en igualdad de oportunidades como las de todos los jóvenes sin discapacidad. Este reconocimiento de sus derechos se realiza a lo largo de su trayectoria hasta finalizar y egresar con éxito sus estudios. Nos referimos a realizar los Ajustes Razonables para dar cause a esta igualdad de oportunidades lo mejor posible.
Este es el Modelo Social Educativo. En la UAEM hay poco más de 100 estudiantes con discapacidad con relación a 43 mil estudiantes en total, representan el 0.23 % del total de la población estudiantil. Es una ínfima cifra, pero es de mayor densidad poblacional que la de otras universidades emblemáticas. Nada menos que la propia UNAM. ¿Por qué esta magra cifra? Porque para comenzar el ingreso en Educación Superior y Media Superior, se determina por el grado de absorción de la que es capaz el Sistema educativo. Ya que los prerrequisitos principales son contar con los grados precedentes. Los filtros y la pérdida cuentan, esto es, la reprobación y el abandono escolar en la trayectoria educativa de cada joven. Para incrementar la población de jóvenes con discapacidad en los niveles superiores se requiere resolver los obstáculos de ingreso y continuidad de estudios, que todavía existen en los niveles básicos.
Otro filtro importante es que para el nivel medio superior los adolescentes y jóvenes con discapacidad solo tienen la opción de los Centros de Atención a Estudiantes con Discapacidad (CAED) que es en sistema abierto, no escolarizado. Y la experiencia escolarizada es relevante si se quiere continuar estudios Superiores. Porque el servicio de CAED no es opcional como debiera. Lo que resulta excluyente no acudir a las aulas con los demás jóvenes sin discapacidad. Como ocurre en algunos CONALEP. Pero es preferentemente para Sordos y solo para algunas tecnologías, como es la preparación de alimentos.
A lo largo de casi todo el Siglo XX prevaleció el Modelo Médico de Atención. Que ponía el acento en un diagnóstico fino para poder determinar el tratamiento o terapias correspondientes. Veía más la deficiencia que la discapacidad y a la deficiencia la consideraba más como una enfermedad o patología, o psicopatología, de funcionamiento. Un trabajo altamente individualizado y limitaba la población atendida a grupos selectos en las localidades urbanas. Con este enfoque las expectativas de educación llegaban, a lo sumo, a estudios de Primaria y muy escasamente secundaria, para algunos alumnos excepcionales. Pero esta selectividad no era lo peor de este Modelo de Atención. Lo más grave, era los diagnósticos que obtenían resultados de perfiles de niños ineducables. Cuyo destino era la custodia familiar.
No obstante, este Modelo Médico de atención era más avanzado comparado con el Modelo Asistencial, que consideraba a los niños y jóvenes con discapacidad como ineducables. Y destinaba para ellos algunos internados en los que podrían ser asistidos en su aseo personal, alimentarlos, custodiarlos. Eran muy pocos los que podían acudir a estos internados. Un garbanzo de libra lo fueron los internados en donde se inauguraron la Escuela Nacional para “Sordomudos” en 1867 y la Escuela Nacional para Ciegos en 1870 y que todavía está en funcionamiento hasta nuestros días. Que todavía en algunos tramos de su existencia llegaron a pertenecer a la Lotería Nacional para la Asistencia Pública. Tal era la concepción de asistencialismo de este servicio, cuyo sostenimiento financiero lo llegó a definir. Pero, la inmensa mayoría de los niños, adolescentes y jóvenes con discapacidad eran asistidos por sus familias. Y sin formación, la asistencia se extiende hasta la edad adulta. Aunque el Modelo de Atención se toma de los servicios de internados oficiales. Pero en sus hogares era lo mismo, asistencia. Y cuando es asistencia sin educación, es asistencialismo. Del que tendremos que seguir hablando en las siguientes entregas, porque es el que sigue prevaleciendo en México, desgraciadamente.