Frío es una amenaza en el único tortugario en Morelos
Jorge Rafael Sánchez 
Cuautla, Mor.- El intenso frio que se ha sentido sobre todo por la tarde-noche y en las mañanas, afectó la salud de algunas de las 209 tortugas casquito, orejas rojas y pavorreal que habitan en la Unidad de Manejo y Conservación de la Vida Silvestre (UMA) ubicada en el parque Emiliano Zapata, en Cuautla. Por lo que se han tomado medidas emergentes para la conservación de ese tipo de reptiles.
Carla Rivera González, encargada de la UMA, manifestó que el frío provoca afectaciones en la salud de las tortugas, como déficit de movilidad y debilidad, por lo que se mantienen en monitoreo constante para evitar consecuencias graves. Indicó que se trata de un tortugario único en Morelos, en donde conviven las 3 especies, y que con el paso de los años, han logrado sobrevivir tanto a cambios climáticos como también al abandono.
Destacó que al no tener el clima al cual los animales están acostumbrados, así como una temperatura del ambiente considerada como lo normal, las tortugas han tenido dificultad en sus movimientos y debilidad, lo que genera que éstas no hagan sus actividades de manera normal o les cueste más trabajo hacerlas. “Es un problema que por lo que se ve es por el frio que se sintió desde antes de la temporada invernal”, resaltó.
Mencionó que desafortunadamente los fríos cada vez son más fríos y en el pasado 2022 y parte del presente año 2023, se pudo observar que los reptiles sintieron este cambio de clima no de una manera positiva, afortunadamente todas están bien ninguna ha muerto, pero se están monitoreándolas para que se podan atenderlas lo antes posible en caso de ser necesario y evitar que pueden morir por dichos problemas.
Dio a conocer que se hace el cambio de agua del tortugario cada dos meses, pero dos veces a la semana se hace un aspirado de toda la basura o agentes externos que puedan afectar la calidad del agua y por ende a las tortugas. Indicó que también tienen cuidados especiales, porque se han encontrado a las tortugas fuera de su hábitat, “lo bueno es que quienes saben que en el parque Emiliano Zapata, de la colonia del mismo nombre hay un lugar de conservación, las regresan para mantener su cuidado”.
