El tercer ojo - Comprender, explicar y admitir o no los últimos sucesos entre Rusia-Ucrania

En opinión de J. Enrique Álvarez Alcántara

El tercer ojo - Comprender, explicar y admitir o no los últimos sucesos entre Rusia-Ucrania

«El primer artículo de la Carta de las Naciones Unidas dice textualmente que el propósito de esa organización es “Mantener la paz y la seguridad internacionales y, con tal fin, tomar medidas colectivas eficaces para prevenir la guerra y para suprimir actos de agresión u otros quebrantamientos de la paz”»

 

Atilio Borón

 

«Las Partes de este Tratado reafirman su fe en los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y su deseo de vivir en paz con todos los pueblos y todos los Gobiernos. Decididos a salvaguardar la libertad, la herencia común y la civilización de sus pueblos, basados en los principios de la democracia, las libertades individuales y el imperio de la ley. Deseosos de promover la estabilidad y el bienestar en la zona del Atlántico Norte. Resueltos a unir sus esfuerzos para la defensa colectiva y la conservación de la paz y la seguridad. Acuerdan, en consecuencia, este Tratado del Atlántico Norte»

 

Tratado del Atlántico Norte 1949

 

Nuevamente, los sucesos muy actuales que han acontecido en Ucrania nos permiten reconocer que no es más que el  más reciente evento de esta naturaleza ocurrido en nuestro planeta; digo el más reciente porque desde el término de la 2ª Guerra Mundial –cuyo escenario principal fue Europa— no han cesado y, a lo largo de ya casi 75 años, aquí, allá o acullá, se viven un conjunto de conflagraciones tanto de carácter político como militares que muestran palmariamente la inutilidad e incapacidad tanto de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) para propiciar las condiciones favorables que aseguren el cumplimiento de los propósitos que explícitamente se declaran en sus documentos fundacionales.

 

Más bien, por el contrario, a lo largo de este periodo de tiempo hemos sido testigos de que las “Potencias” triunfantes de la 2ª Guerra Mundial convirtieron en un botín político la naturaleza de la ONU y, sirviéndose de una estructura antidemocrática conocida como el Consejo de Seguridad –instancia de la cual forman parte unos cuantos miembros con carácter de “permanentes” y unos pocos menos con “Derecho de Veto”, entre ellos los Estados Unidos de América (EUA) y la Ex URSS, hoy Rusia—promueven e impulsan una serie de actos de guerra contra las naciones que no se someten a sus designios e intereses.

 

Cuando la ONU no les es útil para ello, unilateralmente diseñan, instrumentan y justifican sus actos de guerra sin acudir a dicho organismo y éste, como hemos también constatado, es inútil e incapaz de cumplir con su misión histórica.

 

En síntesis, tal organismo multilateral es más que inútil, cuando no es una pieza más de la maquinaria que las “potencias” utilizan para justificar su propósitos y actos.

 

La OTAN surgió el 04 de abril de 1949, a instancias del gobierno de los EUA para “contener el avance del comunismo” y la influencia soviética en el mundo.

 

Hemos podido darnos cuenta, desde luego, que este organismo surge como una herramienta al servicio de los EUA en su lucha contra el “Bloque soviético”, mientras que, a instancias de la extinta Yugoeslavia, fue constituido en el año de 1965 el “Pacto de Varsovia” como un instrumento del “Bloque soviético”.

 

Durante la segunda mitad del siglo XX pudimos percatarnos de que tanto la ONU, como la OTAN y el Pacto de Varsovia, sirvieron como estructuras de justificación y defensa de los intereses de cada uno de los bloques de un mundo bipolar.

 

Con la caída del Muros de Berlín y con la extinción de la URSS el Pacto de Varsovia perecía de facto. Sin embargo, debiendo extinguirse en consecuencia la OTAN, pues el adversario contra el cual luchaba había dejado de existir, no lo hizo y los EUA trataron, por todos los medios a su alcance, de servirse de este organismo para asegurar su hegemonía en las regiones allende el Continente Americano.

 

Los EUA, mediante la OTAN trataron de extender su influencia y control de las naciones que se desgajaron de los países que se hallaban tras la “Cortina de Hierro” y con la sujeción a sus intereses y designios por parte de los países que conforman la “Unión Europea”, más Reino Unido, han tratado de ir envolviendo a lo que ahora es Rusia, integrando a las naciones que tienen frontera con esta nación a la OTAN.

 

Esperar o imaginar que Rusia no haría absolutamente nada para impedir ello es una muestra de yerros en los análisis políticos y militares y, más aún, haber supuesto que tanto los EUA como la OTAN serían capaces de contener militarmente a Rusia condujo a los que ahora vemos con preocupación.

 

Rusia realizó una acción militar relámpago en Ucrania sin que en términos militares pudieran actuar los EUA, la OTAN o la UE. Asimismo, la determinación de imponer “sanciones económicas severas” a Rusia por su acción militar, no ha tenido hasta ahora un resultado que respondiera a los intereses de la “Troika” EUA, OTAN, UE y, por lo demás, a lo largo de la historia de la “imposición de sanciones” de esta naturaleza tampoco hemos podido ver el desarrollo, la paz y la seguridad prometidas.

 

La responsabilidad de esta acción, sin duda, es tanto de la “Troika” como de Rusia y, desde luego, del gobierno en turno de Ucrania que cedió a la presión de los EUA y de la OTAN.

 

Las consecuencias, sin duda dolorosas y lamentables, serán para los pueblos, mientras que, quienes juzgarán el éxito o no de tales actos serán las élites del poder de un mundo que nos muestra la inexistencia de la unipolaridad.