México, primer lugar mundial en Mortandad

En opinión de José Román

México, primer lugar mundial en Mortandad

Suena incómodo porque lo es y no lo es a la vez. Lo somos en el mundo de habla hispana ya que ninguna nación de ninguna parte de los tres continentes donde se habla en parte de ellos el español tiene mayor número de fallecidos a causa del Covit 19 que en nuestra nación…desgraciadamente.

De hecho y sumando el número de habitantes, creo que nadie nos superará, ni Guinea Ecuatorial que es un país hispano parlante ubicado en África tiene el tamaño y proporción de muertos que nosotros. Si agregamos a los paisanos que han muerto por lo mismo en Estados Unidos, el número hace rato que rebasó los 50 mil. ¿Qué hicimos mal? Casi todo, comenzando por el presidente de la nación que negó y subestimó la rapidez de la propagación del virus no obstante las muchas advertencias que se habían declarado tanto por la OMS como por lo que desde enero en Europa y en especial en España se observaba: Una tragedia sin control.

¿Porque el presidente, siendo el primer obligado en proteger a los gobernados dejó de cumplir lo evidente? Por algo muy simple: su formación Masónica de la que se habla con frecuencia y que niegan por principio a la ciencia, lo otro, por terquedad, algo que ha reconocido públicamente. Esa terquedad y esa ignorancia se ha traducido en vidas que en un tanto por ciento, tal vez un 30, pudieron evitarse de haber tomado las medidas elementales de cubrirse la boca y nariz con un cubre bocas y la observancia de la distancia que ya se practicaba en varias partes de Europa. La consecuencia hoy la lamentamos pero ni ante los hechos el gobierno ni los gobiernos estatales, excepto Colima, han sido capaces de imponer obligaciones a los ciudadanos para evitar la expansión.

Todos los gobiernos han sido tibios y débiles ante la necesidad de tomar medidas. Al principio pensé que por miedo a desacreditarse ante el electorado, pensando en las votaciones más que en la salud, después sé que no es cierto y concluyo que lo hacen por ignorancia y terquedad. No me atrevo a pensar que ningún ejecutivo estatal, municipal o el Presidente tenga en mente hacer por maldad un retardo de tomar medidas primarias como el cubre bocas y la distancia: Sería criminal hacerlo y no deseo estar en su conciencia si es el caso. Del gobernador, no me queda duda de la ignorancia, pero el problema para todos, incluyendo presidentes municipales es que tienen entre manos una papa caliente que no saben qué hacer con ella. Solamente así se explica la serie de gravísimas inconsistencias del Semáforo nacional que brilla por lo alocado y no por lo prudente y certero. Es obvio que Gatell no funciona, no sirve más que a intereses políticos. Del gobernador, estimo que no gobierna y que las riendas del gobierno las tiene gente que ni le toma cariño a la sociedad de Morelos y que definitivamente brilla por su ignorancia, en especial el titular de salud.

En ambos casos, necesario será si desean definir el rumbo medio correcto ante lo inevitable y para reducir el costo de vidas es vital que se formara una Comisión Nacional de Salud que la integraran especialistas reconocidos de Universidades, de preferencia no integrantes del Gobierno y que sus decisiones fueran colegiadas y obligatorias para toda la población. Esto,  con facultades de decidir por encima del Presidente que ha demostrado su ineficiencia y se entiendo que es hasta cierto punto normal por no ser especialista en la materia. El error ha sido decidir políticamente un problema que no es de incumbencia política sino humano y de sobrevivencia. Del gobierno estatal y de los municipales, hace rato ya que perdieron la brújula y debieron hacer obligatoria la distancia sana y el uso de cubre bocas e imponer sanciones a quien no los porte. Pero tienen miedo, temen que nadie les dé importancia o que su partido o persona pierda votos y es precisamente el tema, piensan que gobernar es solo adornarse y no razonan de que no han estado a la altura de las necesidades y que no necesariamente el ejercicio del poder sirve para tomar decisiones populistas que suenen bonitas y rimbombantes, de engañabobos. ¡NO!, el ejercicio del poder es tomar las mejores decisiones aún impopulares, incluso por encima de los intereses de quien sea, sobre todo si de salvar la vida de los gobernados se trata. Los gobernantes, han sido párvulos y lentos, perezosos y mediocres, todos sin excepción. El precio de tener este tipo de políticos son las consecuencias gravísimas que se vienen encima como bola de nieve: pobreza, miseria, hambre, desempleo, esto último, algo que AMLO desprecia olímpicamente y destruye al alejar a lo que va a necesitarse con urgencia: dinero y capitalistas para invertir en las fuentes de trabajo, algo por lo que todas las naciones van a pelear y a conceder lo que sea por atraerlos para que reponga lo destruido. Pero, es algo que a nadie de los políticos le importa, desgraciadamente. Dato curioso: todos tienen la esperanza en algo que aún es incierto: Una vacuna el año entrante. Ya dijo la OMS, está en veremos su eficacia.