Concepto Social de Discapacidad - Lengua Escrita: Intersección Ginebra-URSS
En opinión de Eliseo Guajardo Ramos
En este artículo de cartas facsimilares, continuamos el recorrido, en el que nuestros lectores podrán apreciar el camino que seguimos los investigadores interesados en la psicología en Monterrey, pasando por Buenos Aires, Moscú y Ginebra. Desde la primera infancia y su desarrollo hasta los inicios de escolarización con la adquisición de la Lengua Escrita. Una búsqueda permanente, mucho antes de que existiera la internet, a modo epistolar. Desde donde parecía habría una contradicción entre los enfoques de cada región del mundo hasta encontrar una virtuosa coincidencia asíncrona en la historia.
Les transcribo las misivas para que hablen por sí mismas:
“URSS, 27 enero 77
Marta Shuare
Moscú, URSS
Estimada amiga Marta, envié el 7 del presente una lacónica carta con motivo de que a la vuelta de correo pudiera yo contar con el currículum de nuestra amiga que se interesa en venir a México. Espero que la recibiera a tiempo.
A la fecha no he recibido noticias de usted, ni del Dr. Azcoaga, a quien también yo le solicitaba lo mismo para obviar tiempo.
Me comentaba usted que se encuentra muy ocupada y eso, créame, me da mucho gusto. Debe ser muy apasionante trabajar con quién usted trabaja. No puedo imaginarme la forma y el estilo que se sigue en ese lugar.
Me encantaría que un buen día usted me comentara cómo le hizo para realizar su viaje y los obstáculos que tuvo que vencer. Así como las perspectivas que ofrece semejante esfuerzo a un psicólogo latinoamericano; que me hablara más de usted y lo que particularmente le apasiona de la psicología. Sus planes tentativos. Sus trabajos de investigación. Todo eso que debe ser muy interesante.
Sabe, cuando leí sus líneas y me comentaba que el Dr. Luria estaba enfermo, que Leóntiev muy atareado, etc., sentí una emoción muy especial. Por primera vez esos nombres entran en mi cotidianeidad como hombres de carne y hueso, que se enferman y se cansan. Para uno que sólo los conoce en las letras de molde de los libros, que resultan una hazaña conseguir, eso es todo un acontecimiento.
Disculpe que me exprese de este modo, pero ya el hecho de escribirle es para mí motivo de entusiasmo.
Nuestra condición acá en Monterrey es muy modesta. Pero todos los psicólogos somos jóvenes y con los grandes proyectos que nunca faltan. Insaciables por conocer y por realizar el trecho que se requiere para llegar a la realización de alguno de estos proyectos trazados en alguna forma. Sabemos que no estamos solos, que hay múltiples luchadores que inspiran y orientan los grandes propósitos y que en lo ya hecho tenemos un apoyo efectivo.
Marta, quiero imaginarme lo atareada que debe estar usted por sus estudios y tareas de investigación. Aunque me muero de curiosidad por consultar los documentos que me piensa enviar, tómese su tiempo para ello y mándemelos en un lugar que tenga disponible.
Asimismo, le pido me indique las condiciones necesarias para la publicación de las obras que pudieran imprimirse en alguna buena editorial mexicana, para yo poder hacer los trámites requeridos.
Ah, me olvidaba, hace días nos informaron que en el Dpto. de investigación psicopedagógica -del Plan Nuevo León- donde estoy adscrito, al lado de dos compañeras psicólogas y una psicopedagoga, la posibilidad de que en septiembre iniciemos una colaboración con Ginebra (el Instituto de -Epistemología Genética- J. Piaget) a través de una investigación coordinada por su paisana Emilia Ferreiro. El trabajo es en el ámbito de la génesis de la representación lingüística de la palabra en el niño. Si damos el “kilo”, como decimos acá, todo iría bien para nosotros ya que es una oportunidad que consideramos buena. Pero no crea usted que sólo nos ilusiona este tipo de actividad, montada con gran sofisticación (por decirle de algún modo a esto -con todos los protocolos para la obtención de datos psicogenéticos-). Lo que verdaderamente nos apasiona es modificar y superar la práctica cotidiana en este campo.
Reciba un saludo de su amigo desde México.
Eliseo
Eliseo Guajardo Ramos
Mar mediterráneo No. 8216
Col. Loma Linda
Monterrey, N. L.
México (sic.)”
“Monterrey, N. L. 18 de junio de 1977
Marta Shuare
Moscú, URSS
Marta, me dio mucho gusto recibir tu carta, así como las novedades interesantes que comentas; lo de Galperin debe ser apasionante, te felicito; tuviste un viaje muy productivo a España, por lo que cuentas.
Estaba por escribirte cuando llegó tu carta. Lo que me dices de Gladis me detuvo un poco para ver si ya en esta carta que envío te podía adelantar algunas novedades al respecto. Desgraciadamente coincidió este período con una huelga, que ya se ha prolongado, de la Universidad de Nuevo León, esto me limita por el momento a darme por enterado y esperar el primer momento para re tramitar el asunto.
Algo que me dio mucha desesperación fue no tener la dirección de Gladis desde hace un par de meses cuando menos, ya que una de nuestras amigas psicólogas del equipo de investigación viajó a Ginebra (para cuestiones referentes a nuestro trabajo de Lectura que te he comentado en ocasiones anteriores) y tuvo oportunidad de estar en Barcelona, nos hubiera dado mucho gusto que conociera y saludara a Gladis. Ahí en Barcelona trabaja Ana Teberosky, es del equipo de Emilia Ferreiro y realiza un trabajo que tiene relación con el nuestro.
Nuestra investigación, mejor dicho, nuestra colaboración con Emilia será publicada de forma limitada, esto es, no será una publicación abierta todavía. Pero cuenta con un ejemplar que te enviaré alrededor de noviembre o diciembre de este año, que es cuando se editará. Tengo muchas ganas de saber tu opinión de esta investigación.
No te puedo enviar la revista que te decía íbamos a editar. La razón es que no salió la revista a la luz debido a discusiones ideológicas estériles que petrificaron todo. Pero he de agradecerte tu interés porque fue una fuente indirecta que revitalizó la posibilidad de que la revista sea un hecho. Cuando me llegó tu carta convoqué al consejo editorial y rediscutimos el asunto y en mi intervención rematé con las líneas tuyas donde me decías el asunto de la revista, esto, créeme, ayudó bastante para que ahora estemos trabajando de nuevo en ello. En un mes más aproximadamente tienes el primer número contigo.
Un asunto que es de extrema URGENCIA es lo de las traducciones que me comentaste hace un tiempo, pueden editarse de Galperin, Leóntiev, etc. Por fin conseguí editor: Editorial Grijalbo. Hace un par de semanas hablé con Adolfo Sánchez Vázquez, director de tres colecciones de esta editorial. Le pareció conducente y depende del corte de la obra, él puede incluirlas en cualquiera de las colecciones que dirige. Se trata de lo siguiente:
§ Enviar cuanto antes las obras que estén a disposición. No importa que estén en ruso, por el momento, él puede leer ruso. Lo que se trata es de revisar si es una obra de divulgación, de corte técnico científico, especializada o para un texto, etc., para darle la ubicación en la colección correspondiente.
§ Enviar tus datos y curriculum de traductora. Así como la documentación que te "autoriza a traducir el ruso y el español";
§ Los honorarios por la traducción del ruso en esa editorial se pagan a razón de $55.00 pesos la hoja (dos dólares aproximadamente -tipo de cambio de junio 1977).
Estoy ansioso de que este trámite se concretice, imagínate cuantos nos beneficiaríamos al conocer en español esas importantes obras de psicología. Además, tú sabes la laguna tan grande que hay, sobre todo en América Latina, de la psicología soviética contemporánea.
Por otra parte, arreglé para que en una revista de divulgación nacional puedan publicar el artículo de A. R. Luria “Sobre el reduccionismo en Psicología”. Pienso que en estos momentos es de gran utilidad para los psicólogos mexicanos como una guía general metodológica. Me gustaría que me autorizaras la publicación, sin tu permiso no soy capaz de hacerlo. No es una revista comercial y no pretenden los derechos de autor. Desde luego, tampoco pagan por los artículos aún. Tú dices.
Creo que es todo. Escríbeme pronto
Eliseo” (sic.)
Monterrey, N. L. México 27 julio 1977
Lic. Marta Shuare
Moscú, URSS.
Muy estimada Marta, no sabe el gusto y aprecio que tengo por sus logros en el estudio de investigación en la neuropsicología al lado de uno de los hombres de Ciencia más grandes, A. R. Luria.
He recibido todas sus cartas sin contratiempos, sus parabienes del 1º de Mayo y el artículo de Luria, “Sobre el reduccionismo en psicología”. Le estoy muy agradecido por ello, ya que a pesar de su intenso trabajo se ha podido dar lugar para escribirme.
El motivo de mi demora al escribirle ha sido principalmente por una torpeza de mi parte, ya que he venido esperando una respuesta del Dr. Azcoaga que se ha prolongado. Yo deseaba darle a usted información sobre los pasos concretos de la estancia de Gladis con nosotros. El Doctor en su última carta me decía que ella venía a la Capital de México en una fecha pasada y yo la esperaba para tramitar su residencia aquí en Monterrey, la plaza ya estaba disponible y así se lo hice saber al Doctor, pero ya no supe más. Posteriormente tardé una correspondencia con el Doctor, pero ya he enviado otras cartas con él sin recibir respuesta alguna. Pienso que hemos tenido dificultades con el correo en este sentido porque el Dr. siempre tiene al día su correspondencia. Le pido disculpas por no haberle escrito de todas maneras.
Ahora me doy cuenta de que finalmente su hermana se encuentra en Europa. Supongo que, aunque con algunas dificultades agregadas, la estancia de ella por ahí le traerá buena experiencia. Si por alguna razón en un futuro sea necesario que ella tenga planes como los que intentamos aquí en Monterrey, hágamelo saber con toda confianza. Nosotros por acá necesitamos mucho de gente como ustedes.
Hice saber de lo anterior a las personas con las que habíamos arreglado el trámite de Gladis. Nosotros entendemos perfectamente las condiciones a las que se ven sometidos actualmente los argentinos. De eso se entera uno por los mismos argentinos que están por acá (y como dice el Dr. Azcoaga, ustedes los mexicanos deben de atender muy de cerca el proceso argentino ya que ha de ser no sólo una experiencia para Argentina, sino para América Latina toda). Créame que el hecho de haber conseguido la plaza y no haya sido ocupada no me ha traído trastorno de ninguna especie. Por eso le insisto que, en otra ocasión, con el mayor placer, la volvería a tramitar.
Por otra parte, le tengo una noticia que le dará mucho gusto, Angélica -Coca- Iglesias estará con nosotros a partir de septiembre próximo. Dirigirá una Clínica piloto de problemas de aprendizaje. Aún no sabemos el tiempo que permanecerá con nosotros, si sea uno o dos años.
No fue fácil lograr que se quedara, pero bastó con mostrar un poco la experiencia profesional con la que cuenta ella para conseguirlo. A mí me hubiera gustado colaborar directamente con ella, pero debido al trabajo pendiente que tenemos con E. Ferreiro, me es imposible pedir que me transfieran.
Sobre lo que le indico de que no fue fácil su admisión se debe fundamentalmente a la moda que actualmente tenemos aquí con lo de Piaget. Por otra parte, la metodología del Dr. Azcoaga y colaboradores se toma como pavloviano mal entendido. Esto es, como asociacionista. Pero la verdad es que ni se ha entendido a Piaget, ni se ha entendido a Pavlov por aquí, es sólo una moda. Además, Coca sabe lo suficiente de Piaget como para trabajar lo necesario y trabajar honesta y críticamente.
Hablando de Piaget, me gustaría mucho que me extendiera más sus líneas en cuanto a lo que me refiere de la escuela de Ginebra. Mi posición al respecto ha venido siendo confusa. Nunca he aceptado enteramente las posiciones de Piaget, pero mi concepción ha sido un tanto exegética de las críticas clásicas que le hiciera H. Wallon en su magnífica obra: “Del acto al pensamiento”. Incluso, por mucho tiempo opuse sistemática y mecánicamente a Wallon contra Piaget. Pero no creo haber entendido enteramente a Wallon todavía. Un tiempo me puse a estudiar a Piaget para entender la crítica de Wallon y entender al mismo Wallon. Vamos, creí que para entender a cada uno se tenía que conocer la obra de ambos, como si cada uno existiera por oposición al otro. Ahora veo que en lo que se refiere a Piaget, su obra es de períodos y actualmente goza de otro prestigio a partir de su “Teoría explicativa de la Equilibración" de 1975 (creo). Incluso en algunos análisis de Rubinstein ya indica sus críticas a Piaget, excluyendo lo que en ese entonces trabajaba Piaget. Me refiero a que se hacían algunas excepciones a ciertos puntos, pero es fecha en que no sé cuáles son estos.
Mi interés es acercarme por un tiempo con una posición crítica a este autor y todo lo que me facilite esta difícil tarea, me agradaría que me lo indicara. Por simple intuición y quizá por algunos resabios desconfío de su Teoría, quizá por ello me siento afortunado de trabajar lo más próximo que puedo desde aquí con la escuela de Ginebra a través de E. Ferreiro.
Pero no crea, a veces tengo miedo de pasarme todo el tiempo en estos análisis y realizar una labor estéril. Por eso me pareció muy oportuno el artículo de Luria que me envío y me impresionó mucho. Le hace a uno centrarse en los principios inquebrantables de la Ciencia psicológica y a la vez, nos advierte los riesgos y peligros de lineamientos inadecuados que con facilidad puede uno no sólo concebir sino practicar. Las palabras de Luria me hicieron recordar a las de Lenin cuando habla sobre el átomo. ¡Qué sencillo y claro!, pero a la vez que profundo. Reflejan una síntesis que domina la práctica de los principios científicos manejados por una larga labor científica.
Así se sienten más vivas las palabras de Rubinstein cuando señala; “Una psicología, que es más que el campo de acción para el ocioso estudio de bibliómanos eruditos, que premia el que un ser vivo le dedique toda su vida y sus fuerzas, no puede limitarse al estudio abstracto de algunas “funciones” aisladas; a través del estudio de las funciones, de procesos, etc., debe conducir finalmente al verdadero conocimiento de la vida real y de los seres humanos vivos”.
En otra carta quisiera comentarle más bien acerca del trabajo que estamos desarrollando sobre el proceso psicogenético de la escritura. No lo hago ahora porque todavía no realizamos un primer resumen que pueda arrojar datos más o menos claros al respecto. Pero eso será muy pronto.
Espero que haya tenido unas muy divertidas vacaciones en las montañas. Mis disculpas de nuevo por no haber escrito y mi firme promesa de que no volverá a ocurrir.
Eliseo” (sic)
Monterrey, N. L. México 22 de agosto 1977
Marta Shuare
Moscú, URSS.
Estimada Marta, hace unos días regresé de unas vacaciones que tomé en las playas de México y al volver me encuentro con la dolorosa noticia del fallecimiento de su maestro (mis amigos me guardaron la nota que salió en los periódicos aquí). Es una pérdida muy grande para el mundo científico. Sin embargo, me imagino que los proyectos, seguirán el curso que Luria hubiera emprendido junto a ustedes.
Pienso además que particularmente para usted debió de haber sido una pérdida muy muy especial, a la que nos sumamos mis compañeros y yo, créamelo.
Espero que me comente como quedó su situación en este sentido. Yo espero que después de denodado esfuerzo usted continuará colaborando en el equipo de investigación de A. R. Luria.
Disculpe lo breve de mis líneas, pero mi propósito ha querido ser el de acompañarla en sus sentimientos con toda oportunidad.
Un abrazo desde México
Eliseo” (sic.)
En aquella época, teníamos una intención firme para traducir al inglés las obras de Luria, y en español con Marta Shuare que estaba en ese mismo equipo de discípulos. Era como si se quisiera brincar el cerco que imponía la Cortina de Hierro de la Guerra Fría de Estados Unidos de América y la URSS, en ese entonces. Las obras de Vygotski quizás estuvieron en algún plan similar con otro grupo de científicos, pero no era en el que Shuare se desenvolvía.
En los testimonios planteados en estas cartas, hemos recorrido un camino de pasión, investigación y colaboración que trascendió fronteras y barreras ideológicas. Esta exploración constante para analizar todos los hallazgos, novedades o puntos de opinión a nuestra investigación en México, en Latinoamérica, en Europa y en Asia, nos recuerda que, incluso en momentos de división, la búsqueda del conocimiento y la comprensión pueden unir a personas y cultura, así como ampliar la perspectiva de una educación inclusiva con bases científicas.
¡Enhorabuena por la divulgación científica mundial para comprender mejor
el Concepto Social de la Discapacidad!