Ambientalistas alzan la voz por el área arbórea en el Zócalo de Cuautla
Jorge Rafael Sánchez 
Organizaciones y colectivos ambientalistas solicitaron a la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) y al ayuntamiento de Cuautla les den a conocer el proyecto de remodelación y rehabilitación de la Plaza “José María Morelos y Pavón (Zócalo) o Centro Histórico, en donde existen alrededor de 30 Ficus y palmeras protegidas por la Norma Oficial Mexicana NOM-059-Semarnat-2010, que se desconoce cuál será su destino.
Colectivos como “Cuautla Viva, Cuautla Verde”, que encabeza Larisa de Orbe, manifestaron que no hay un soporte técnico, una maqueta, un proyecto o un plano en donde se dé a conocer cuáles serán las transformaciones que se realizarán en el Centro Histórico. Expresaron que ni siquiera cuando se echó a andar el proyecto de remodelación hubo una muestra de cuál será la remodelación y que sucederá con el área arbórea y también qué sucederá con el quiosco.
Al respecto, el representante de los comerciantes establecidos del Centro Histórico, Miguel Leana Vélez sostuvo que se teme que suceda lo mismo que pasó con la Alameda o Plaza Fuerte de Hermenegildo Galeana, en donde se cambió toda el área arbórea por especies, según nativas, que hasta la fecha no producen sombra alguna, sobre todo en las temporadas cuando hace más calor “no hay un lugar donde la ciudadanía pueda protegerse”.
Comentó que hace algunos años, cuando era presidente Arturo Cruz Mendoza, se cortaron, tumbaron varios árboles, según porque eran un presunto refugio de delincuentes, y lo que se provocó fue no haya un lugar sombreado donde protegerse de los inclementes rayos del sol.
“El temor entre la población es eso, que va a pasar, porque se dice que se va a cambiar el ‘rostro’ del Centro Histórico, qué sucederá con los grandes árboles, se van a respetar, por qué no una presentación del proyecto de lo que se va a hacer y cómo va a quedar”, puntualizó.
Las organizaciones ambientalistas resaltaron que hay malas experiencias en cuestiones de remodelación, porque los árboles son quitados, son cortados, y son cambiados presuntamente por especies nativas que no son acordes a lo que se necesita en espacios familiares. Precisaron que además no se conoce el proyecto, porque siempre se esconde algo que debe de ser de conocimiento de todos.
Afirmaron que antes de que se haga cualquier obra primero debe de ser consensuada, “a quién le informaron sobre lo que se iba a realizar y los cambios que van a llevarse a cabo, qué pasara con los árboles que tienen más de 50 años, y las palmeras que son una especie protegida, qué va a pasar con ellas”.
