Adquisiciones opacas
En opinión de Roberto Salinas
Hay más de cuatro mil millones de pesos en adquisiciones de bienes, servicios y obras públicas que realizan anualmente las dependencias del Gobierno de Morelos, principalmente en la Secretaría de Administración, a través de su Dirección General de Procesos para la Adjudicación de Contratos, en los Servicios de Salud de Morelos, la Secretaría de Obras Públicas, el DIF Morelos, el Instituto de Educación Básica y otras dependencias más.
La regulación de estas compras se sustenta en la Ley sobre Adquisiciones, enajenaciones, arrendamientos y prestación de servicios que tiene competencia en el ámbito estatal, pero a la que los organismos autónomos y los municipios se apegan. También el presupuesto de egresos contiene el rango de los límites que se deben valorar para realizar adjudicaciones directas, invitación a cuando menos tres personas o licitación pública. Desde hace algunos años, la administración de Graco Ramírez -avalado por el Congreso a modo- elevó los límites para permitirle hacer más adjudicaciones directas (hasta 2.5 millones de pesos) e invitaciones a cuando menos tres personas (8 millones) para obras públicas, en el caso de contrataciones de bienes y servicios es de 1 millón para adjudicación directa y 4.8 millones para invitación a cuando menos tres personas. Los rangos son más elevados que estados como Nuevo León, Sonora, Oaxaca e incluso que el gobierno federal.
Pero el principal problema no es solo el de límites muy altos para cada proceso de adjudicación, el problema mayor es la falta de transparencia en la realización de estos procedimientos. Todas las instituciones públicas están obligadas a publicar sus procedimientos en la Plataforma Nacional de Transparencia, ahí, los ciudadanos deberían descargar el listado de adquisiciones, así como los links para acceder al contrato y las actas de los procedimientos. Desafortunadamente la información que se publica de 2019 es muy pobre, por ejemplo, la Secretaría de Administración del Gobierno del Estado de Morelos publica solo 457 procedimientos de adjudicación que suman 310 millones de pesos. Los Servicios de Salud de Morelos publican adquisiciones por 85 millones de los casi 1,000 millones que contratan anualmente, la Secretaría de Obras Públicas de Morelos publica 661 millones de los casi 1,000 millones que ejerció en 2019 y el DIF Morelos publica 8 millones de los más de 100 millones que ejerce en adquisiciones al año.
El desprecio por la transparencia no es solo en la publicación de información en la Plataforma Nacional de Transparencia, lo es también en el uso de la herramienta del gobierno federal denominada Compranet, en este portal que concentra y publica información de los procesos de adjudicación de todas las instituciones gubernamentales del país, ha sido ignorado por las instituciones gubernamentales de Morelos. Lo publicado en Compranet es de tan solo 159 procedimientos que suman 390 millones de pesos, la Secretaría de Administración, tan solo usó esta plataforma en tres ocasiones para registrar dos adjudicaciones a cuando menos tres personas y una licitación pública que suman 5.9 millones de pesos.
Cómo confiar en que los funcionarios hacen buen uso de los recursos de los ciudadanos si no son capaces de cumplir con las leyes y publicar información a la que están obligados. Cómo pensar que están adquiriendo bienes y servicios a los mejores costos y con la mejor calidad si no hay lo mínimo indispensable de competencia y transparencia. Cuando se evita la transparencia y se opta por la opacidad es una señal de que algo se está haciendo mal. Por lo pronto, ya se ha violado lo suficiente la Ley de Adquisiciones y el presupuesto de egresos. ¿Qué están haciendo los órganos internos de control? ¿Qué está haciendo la Contraloría? ¿Qué está haciendo la Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización? ¿Qué está haciendo el Sistema Anticorrupción para prevenir esto? Nada, porque en Morelos las cosas están hechas para la corrupción e impunidad permanezca.
Roberto Salinas Ramírez