¨Yo tengo otros datos¨ - La consulta: un espejo retrovisor
En opinión de Carlos A. Galicia
El 1 de agosto en México se llevará a cabo una consulta popular. La pregunta es acerca de enjuiciar a los expresidentes del país, y desde luego, este tema ha despertado polémica en la opinión pública. El historiador, Enrique Krause, ha llamado a este acto cívico dictadura plebiscitaria, argumentando en twitter “…Que la ley no se consulta se aplica”. Haciendo alusión que México vive el gobierno de un solo hombre, sin dar muestras democráticas, por lo que propiamente el país vive una dictadura y que hoy lo que pretende este gobierno es consultar una acción en contra de los expresidentes, por consiguiente, este tipo de acciones, el historiador Krauze ha llamado dictadura plebiscitaria. Para Héctor Aguilar Camín, uno de los adversarios al régimen de Andrés Manuel López Obrador, ha considerado que la consulta es insulsa; no tiene sal, pimienta, no tiene sabor. Es una consulta que no tiene sustancia. Sin embargo, el escritor Aguilar Camín, no descarta el trasfondo que pueda generar esta convocatoria, por el grado de movilización que pueda ocasionar. “Seguramente habrá ciudadanos que van a ir a votar”. En este sentido, puede ser un buen ejercicio para demostrar la capacidad de movilidad que pueda realizar el poder presidencial en la próxima elección.
A excepción de los argumentos de los opositores acerca de la consulta, no deja de ser una consulta inédita en la historia de este país. Cabe señalar que es el primer ejercicio democrático que promueve el propio Presidente de la República. Obviamente, la consulta tiene un trasfondo político: Debilitar la figura de los expresidentes que pertenecen al priismo y al panismo y que han sido acérrimos enemigos y adversarios a la figura de AMLO. Y la otra situación es relativa a la participación ciudadana en asuntos públicos. El primer aspecto obedece a las cuentas pendientes y facturas que está cobrando AMLO contra los hombres que ocuparon la titularidad del Poder Ejecutivo Federal y que fueron un obstáculo permanente durante su lucha política, una vez que se atrevió a desafiar al régimen y enfrentarse al sistema.
Carlos Salinas de Gortari, Vicente Fox y Felipe Calderón, son los principales deudores, tiene cuentas pendientes con AMLO. Ellos instalaron diques, y muros en contra del oriundo de Tabasco para debilitarlo y marginarlo del mapa político.
El juicio contra ellos será con implicaciones mediáticas, difícilmente tendrán un sentido jurídico. Algunos especialistas consideran que ya prescribieron los delitos, y que cualquier tribunal podrá desechar las impugnaciones. Sin embargo, el principal interés del régimen actual es formar una opinión pública que logre generar repudio en contra de los expresidentes. La pretensión también es crear un traje protector a favor del Presidente en contra de sus homólogos. No es fortuito que en estos momentos AMLO-Presidente haya exhibido el tema del espionaje en México. Es un flagelo que ha padecido él y su familia en el pasado, así como también otros personajes claves en la opinión pública. El propósito de este tema es evidenciar la represión que practicaron los gobiernos pripanistas, es fijar un discurso desde el poder en el que prevalezca el rechazo al pasado, a la figura de los Expresidentes. No es un juicio jurídico que tenga implicaciones legales en contra de las acciones del gobierno de los expresidentes, sino que es un juicio para mostrar acciones como saqueo, abuso, corrupción, complicidades que hayan cometido los exmandatarios. El segundo aspecto, relativo a la participación de la ciudadanía es una pantomima. Es hacer creer que los ciudadanos pueden participan en decisiones públicas cuando el propio ciudadano no puede, o más bien, no está facultado por ley para proponer algún tema de interés colectivo en el que deseara ser consultado. Es desde el poder, desde donde se elige el tema que se debe consultar. Es decir, el propio gobierno es el que propone el tema. En este caso, lo único que tienen que realizar los ciudadanos es dar su anuencia, su consentimiento a través del voto.
En el régimen anterior, este tipo de acciones que realizaron los gobiernos del pasado, se le denominaba democracia dirigida. Que era muy común y frecuente su uso en los ámbitos colectivos. Hoy, lo único que cambia es el contexto histórico, lo que anteriormente era oposición y que estuvieron en confrontación, en la actualidad es el gobierno y pretende aplicar los mismos esquemas que funcionaban en el pasado.
Pese a todo, no hay que dudar que la consulta puede ser una ventana abierta de la casa; en la que a través de esta apertura entre mayor luz y por ende, mayor iluminación. Y de igual manera, ayude a ventilar el inmueble. En ese caso podemos interpretar que la consulta es una posibilidad para que los ciudadanos empiecen a participar en decisiones públicas, y quizás este tipo de acciones gubernamentales sea el advenimiento de un nuevo rostro de la democracia; de la democracia deliberativa que tanta falta hace en nuestro país.
Puede significar una esperanza de luz en un lugar en tinieblas.