«Todo un estuche de monerías» el hondureño que operaba en Xochi
Todo un estuche de monerías resultó ser el mata-policías de nacionalidad hondureña, Claudio "N", mejor conocido como "El Chivo", quien venía operando con toda impunidad en el municipio de Xochitepec, a bordo de una moto junto con otro presunto centroamericano que aún anda prófugo de la justicia, ya que ahora que el ilegal se encuentra tras las rejas se le relaciona con otro homicidio ocurrido el pasado fin de semana y otros dos ataques donde hubo dos víctimas más en la misma localidad.
La víctima de la mañana de este martes fue César, un policía el cual custodiaba la casa del hermano del alcalde de Xochitepec; ya hay otros tres sospechosos detenidos, y uno de ellos es este extranjero indocumentado.
“El Chivo”, maleante que está relacionado con distintos homicidios en dicho municipio, se informó que el pasado el fin de semana, a bordo de una motocicleta junto con otro cómplice, asesinó a Oswaldo, quien viajaba en una camioneta, acompañado por su pareja; los siguieron desde la colonia Real del Puente hasta el crucero de Chiconcuac, donde al darle alcance el sospechoso descendió y detonó su arma de fuego contra la víctima.
Las autoridades no han tomado la precaución suficiente como para poner más vigilancia en estas zonas donde se ve la falta de policía y revisiones a sospechosos sobre estos vehículos que son los más relacionados con estos actos delictivos.
En otro caso, se reportó el caso de Martín, de 30 años de edad, quien consumía una cerveza afuera de un establecimiento de abarrotes en la privada Zaragoza, de la colonia San Francisco del mismo municipio, este peligroso criminal y su cómplice detonaron su arma en la boca del afectado y huyeron hacia el crucero de Chiconcuac; la víctima fue trasladada a un hospital donde se encuentra grave de salud; así como un taxista que “El Chivo” balaceó en la colonia Tres de Mayo de Alpuyeca y aún está hospitalizado.
Con estos hechos es imposible no darse cuenta que el famoso operativo "Moto Segura" no está siendo efectivo ya que este maleante se llenó las manos de sangre por los mismos rumbos y jamás se movilizaron para detenerlo.