Proponen investigadores teleférico para Cuernavaca
Durante el conversatorio en el marco del Día Internacional del Medio Ambiente, realizado en el Centro de Investigación en Ciencias Sociales y Estudios Regionales (Cicser) de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), propusieron el teleférico como una alternativa de movilidad en Cuernavaca por sus condiciones geográficas, además de producir tierra para los jardines urbanos con los residuos que generamos en los hogares.
En el conversatorio realizado en el salón de conferencias del Cicser, Rodolfo Cervantes, docente de la universidad y promotor de la movilidad no motorizada, habló sobre que el entendimiento de lo que es una ciudad y sus diversas formas de movilidad no tiene una sola definición, ya que cada uno da una lógica particular de cómo la vive o la transita, aunque reconoció que las políticas públicas de los gobiernos se han ocupado más de la movilidad de los autos, “no de las personas”.
Dijo que en la Ciudad de México existen 10 formas de movilidad que, por sus condiciones geográficas, permiten el desplazamiento de los ciudadanos con mayor efectividad porque existe un mejor diseño, como lo es el metro, por ejemplo.
Explicó que otras formas de movilidad urbana adaptadas que pueden también utilizarse en otras ciudades, como en Cuernavaca, son el teleférico que, por sus características, podría pensarse en esa posibilidad por sus beneficios, así como la electromovilidad, este último proyecto que se planteó hace dos sexenios, pero fracasó.
Rodolfo Cervantes planteó que la ciudad tiene grandes retos para favorecer la movilidad no motorizada a una escala humana, como lo establece la pirámide de jerarquías de la movilidad urbana, la que plantea como prioridad a los ciudadanos que caminan, los que utilizan la bicicleta, en tercer término.
Alfonsina Almada, fundadora de la organización Tierra de Urbe, habló que una composta urbana es una alternativa a la extracción de tierra del bosque mediante el cambio de hábitos más cotidianos, separando los residuos para producir composta que puede ser utilizada en los jardines de las casas y con ello dejar de comprar la tierra de monte que es extraída del Bosque de Agua, de donde se abastece a más de 22 millones de personas.
“Tierra de Urbe ofrece una alternativa sostenible, generando composta en tres meses en lugar de los cientos de años que tarda la naturaleza para generar esta tierra negra”, dijo.