Personajes farsantes, en derechos humanos
Así lo denunció la comisión independiente; los involucrados se reproducen
Se hacen pasar por defensores de las garantías para consumar una tarea
Personas “farsantes” pretenden desprestigiar a la Comisión Independiente de Derechos Humanos, asumiendo identidades simuladas.
En tal sentido, deambulan “muchas” que, a “lo largo de estos últimos años”, se han dicho integrantes de la comisión, con objetivos distintos...
Así lo afirmó Marco Palma Apodaca, integrante del organismo (y responsable del área jurídica). Adujo que hay casos similares al descrito, en el que personas han mentido.
De igual forma, ponderó que desde el consejo consultivo se han detectado abogados “que van por la vida diciendo que son parte de nuestro organismo defensor de derechos humanos”, sin serlo.
Además, externó que tratan de entrar a las cárceles, haciéndose pasar por algo que no son (bajo información falaz).
Advirtió que existe “mucha gente farsante”, lo cual calificó como “lamentable”, porque “nosotros tenemos una trayectoria de conciencia social. No se vale que sujetos así (sean) totalmente inconscientes”. Denunció que sólo pretenden desprestigiar a la instancia a la que pertenece.
Asimismo, en un caso reciente, en el que se involucra a Alfredo Juárez Iglesias como integrante del organismo, Palma Apodaca lo desmintió: “él no es parte de la comisión…”.
Entonces, trascendió que esa persona habría sido detenida (hace unos días), en la colonia Francisco I. Madero, de Cuautla, por conducir un automóvil en estado de ebriedad, matando a una persona.
Con base en información que se encuentra en el portal de la comisión, ésta tiene sus antecedentes en 1977, con la creación del Frente Pro Defensa de los Derechos Humanos, Garantías Constitucionales y Libertades Democráticas del Estado de Morelos; “fue en esta época cuando múltiples organizaciones civiles tomaron forma y se definieron con carácter independiente”.
Y, más adelante, agrega que “… sería hasta 1989 cuando la CIDHM se consolida como tal, debido a dos sucesos principalmente. El primero de ellos fue la desaparición de José Ramón García Gómez, quien fue dirigente de un movimiento en defensa del voto (en diciembre 16 del año 1988) y el segundo: la masacre de jóvenes indígenas en la comunidad de Xoxocotla, el 22 de enero de 1989. A partir de estos dos hechos, se tomó conciencia de la importancia que tiene mantener un organismo independiente, que luche cotidianamente en defensa de los derechos humanos que todos tenemos y que no se respetan por las autoridades. En 1992 se constituyó como asociación civil”.