Observador político - Regidores de Cuernavaca… negocio tras negocio
En opinión de Gerardo Suárez Dorantes
Durante décadas, uno de los principales dolores de cabeza para las autoridades municipales de Cuernavaca ha sido y sigue siendo el comercio informal, derivado de las mafias que se han creado para mantener el control sin importar quien gobierno Cuernavaca. Y los integrantes del cabildo, muchas veces han sido cómplices de estos grupos de poder. Sin embargo ahora, algunos regidores han visto en el comercio el negocio y han decidido iniciar un combate férreo al interior del Ayuntamiento para ellos favorecerse y enriquecerse aún más de lo que ya están en perjuicio de sindicatos, trabajadores y de la propia ciudadanía.
LA LUCHA VS AMBULANTES.- En reiteradas ocasiones el secretario del Ayuntamiento de Cuernavaca, Erick Santiago Romero Benítez, amenazó con poner orden en el primer cuadro de la ciudad y para ello, afirmó que no permitirá la instalación del comercio informal que se incrementó hasta en un 60 por ciento en las últimas dos administraciones. Y es que, solo hay una lista de 150 comerciantes y el resto son “piratas” o irregulares hoy considerados como “tolerados”.
Sin embargo, el problema afuera de las instalaciones continúa porque no han logrado resolver el conflicto por el motivo que sea, lo que sí es un hecho, es que dentro de las instalaciones del Ayuntamiento, en ese viejo edificio que albergó al hotel Papagayo hoy “milagrosamente” está limpio de ambulantes. Sí, ya no hay ninguno. Y eso demuestra que cuando se quiere se puede, porque a esas oficinas iban informales a vender de todo tipo, sobre todo alimentos y hoy tienen prohibido su ingreso. Pero no solo eso, de igual manera como por arte de magia, las máquinas de refrescos que generan la venta de miles de gaseosas de igual manera han desaparecido, por instrucciones superiores fueron retiradas y sin decir motivo alguno, también las expulsaron al igual que a los comerciantes ambulantes.
Hasta ahí todo iba bien, si no es porque esta acción de limpieza tanto de comerciantes ambulantes como de las máquinas de refrescos tiene un motivo y este tiene que ver con un negocio redondo que traerá grandes dividendos económicos para favorecer a unos cuantos y hacerlos más millonarios de lo que de por sí ya son.
Me explico. La limpieza de los ambulantes al interior de las instalaciones del Ayuntamiento de Cuernavaca no fue fortuito, detrás de esa decisión hay un objetivo millonario y esto tiene que ver con un negocio en el que están involucrados funcionarios e integrantes del cabildo. Se trata de Andrés Remis, secretario de Desarrollo Económico y Turismo de la comuna quien le autorizó una concesión al regidor ex de Nueva Alianza y ahora del Partido Socialdemócrata, Ulises Vargas, para la edificación de un restaurante ahí al interior de lo que fue el Papagayo para tener potencialmente a clientes cautivos que son los cientos y quizá miles de trabajadores que todos los días ahí laboran así como a la ciudadanía que por diferentes circunstancias acuden a realizar algún trámite.
El beneficiario de este negocio redondo no es otro que el ex diputado local que se benefició con una pensión “dorada” –la cual fue cuestionado por cómo se le otorgó-, y ahora con esta concesión, no piensa en el bienestar ni las necesidades de los trabajadores sino en cómo seguirse enriqueciendo a manos llenas dejando de lado a los cinco sindicatos que, en otras condiciones ellos tendrían que ser los directamente beneficiados para no solo ayudar a sus agremiados sino a los demás de confianza con excelentes servicios y a precios módicos los alimentos.
Por esa razón, es que se inició la cacería como perros rabiosos contra los comerciantes ambulantes pero solo al interior del Ayuntamiento capitalino –a diferencia del primer cuadro de la ciudad donde impera la anarquía-, al igual que las máquinas vendedoras de refrescos para que el negocio redondo sea multimillonario en favor del regidor Ulises Vargas, quien nada de a muertito en el cabildo pero tratándose de negocios, que le haya y sabe bien, siempre le entra y ahí están los ejemplos de cómo se benefició cuando fue el sucesor de Francisco Santillán Arredondo al momento en que decidió el legislador turquesa irse a la secretaría del Trabajo en el gobierno de Graco Ramírez.
En el Ayuntamiento de Cuernavaca hay cinco sindicatos que bien pueden ellos administrar un establecimiento de este tipo, pensando en el bienestar de sus agremiados y mediante una cooperativa, el servicio de alimentos puede ser de buena calidad y a buen precio, incluso para los visitantes que acuden al Papagayo, pero la cosa es seguir enriqueciendo a una persona que por su ciudad y su gente, no hace absolutamente nada. Así las cosas en el municipio.
“LA PENSIÓN DORADA”.- No solo son los 57 mil pesos de perciben de dieta todos los integrantes del cabildo de forma mensual sino los 46 mil 375 de su salario que sobrepasa los 100 mil pesos cada 30 días los “angelitos” que cobran como regidores de la comuna capitalina, sino que además se han beneficiado todos, sin excepción, con la incorporación de personas en distintas áreas y con cargos importantes con sueldos onerosos y en su mayoría sin desquitar el trabajo al ser considerados aviadores. Y es que, en el caso concreto del regidor que ya no se sabe mañana a qué partido se pasará, dependiendo sus intereses económicos y políticos, fue de los beneficiados con las pensiones “doradas” que se otorgaron de forma irregular
De acuerdo a lo que establece el Periódico Oficial “Tierra y Libertad”, órgano del gobierno del Estado de Morelos, en su número 5524, notificó al Congreso Local, mediante el cual se le otorga pensión por jubilación al C. Ulises Vargas Estrada a la edad de 37 años, con 60 por ciento del salario que obtuvo como asesor del diputado Santillán. Los sueldos de los legisladores hoy en día están en 70 mil pesos mensuales más los 120 mil que les otorgan por presidir alguna de las diferentes comisiones.
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