Observador político - Golpe importante a la delincuencia

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En opinión de Gerardo Suárez Dorantes

Observador político - Golpe importante a la delincuencia

Derivado de la crisis de violencia heredada a la presente administración por parte de gobiernos anteriores que parece no dar tregua, el gobierno de Morelos anunció un “golpe importante” contra el crimen organizado: 16 personas detenidas en operativos conjuntos de las últimas dos semanas. Una cifra que, intenta mostrar un estado en movimiento, instituciones coordinadas y un gobierno preocupado por la seguridad.

AHORA SI, HUBO DETENIDOS.- Empero, el modelo de seguridad sigue respondiendo al menos eso está en el papel por parte del secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Miguel Ángel Urrutia Lozano, al detallar que entre las 16 detenciones hay personas presuntamente relacionadas con secuestro, extorsión, homicidio y narcomenudeo. También anunció sobre presuntos vínculos de algunas personas detenidas con un grupo delictivo conocido como Cártel del Pacífico y/o La Empresa.

Todo esto suena contundente, pero lo cierto es que este tipo de anuncios ya los hemos escuchado una y otra vez, porque, mientras se presume este “avance”, en otros operativos -como los de Yautepec y Huitzilac-, dos de los municipios con alta incidencia delictiva se aseguraron bodegas y narcolaboratorios no hubo un solo detenido. Es decir: se encuentran las instalaciones, pero nunca a quienes realmente operan, coordinan, financian o protegen esas actividades. O dicho más claro: se sigue golpeando sólo la superficie, mientras los responsables de alto nivel continúan operando con total impunidad.

El operativo interestatal que involucró a fiscalías, Guardia Nacional, Ejército, Marina y unidades antisecuestro de varios estados suena robusto, y lo es, pero también es el reflejo de un país donde se necesita una maquinaria militarizada y gigantesca para obtener resultados mínimos.

CONTINUA LA VIOLENCIA.- Mientras tanto, el discurso oficial insiste en que “se mantiene la tranquilidad en el estado”, tranquilidad que, desde luego, no reconocen los pueblos que viven con miedo, los comerciantes extorsionados o las familias que lidian con desapariciones.

De ahí que la mayoría de la gente en Morelos sigue viviendo en la incertidumbre cotidiana, y las cifras de violencia permanecen prácticamente intocadas, por lo que de poco sirven los decomisos espectaculares —127 kilos de cristal, químicos, armas, precursores— si siguen apareciendo nuevos narcolaboratorios, bodegas, e incluso personas ejecutadas.

Un ejemplo de ello son las recomendaciones de viaje internacionales, que tanto incomodan y que no aparecen por arte de magia ni por conspiración extranjera, ya que son  son la consecuencia directa de un estado capturado por la violencia y un gobierno que lleva años administrando la crisis en lugar de resolverla.

Cierto es que, la seguridad no se construye con operativos aislados, sino con transformación social: combate real a la desigualdad, políticas de prevención, desmilitarización responsable, depuración profunda de cuerpos policiales y reconstrucción del tejido comunitario. Lo demás —los 16 detenidos, las fotos de los decomisos, las felicitaciones internas— es apenas una pequeña muesca en un sistema que sigue funcionando para beneficio de los mismos grupos de poder, legales e ilegales.

BLUMENKRON, Y LA URGENCIA DE ROMPER VIEJAS PRÁCTICAS.- En la Fiscalía General del Estado, los cambios casi nunca son cambios: suelen ser reacomodos entre los mismos cuadros que han transitado por pasillos donde la opacidad y la simulación han sido norma. Por eso, cuando un funcionario como Fernando Blumenkron Escobar, con experiencia real en las entrañas de la institución, asume un papel protagónico, el primer reto no es “saber” cómo funciona la Fiscalía. Ese conocimiento ya lo tiene.

El desafío es otro: romper con la sombra política que históricamente condiciona la procuración de justicia.

Blumenkron carga todavía con la cercanía de Edgar Maldonado, una figura de presencia aunque breve e influyente, cuyo paso de apenas seis meses al frente de la Fiscalía significó una buena  transformación estructural, tras la salida de Uriel Carmona Gándara.

Basta recordar que en ese tiempo, Fernando Blumenkron seguía desde la Fiscalía Metropolitana todo el movimiento interno, por lo que sabe perfectamente y con conocimiento de lo que ahí se realizaba. Ahora que tiene la responsabilidad directa, el momento exige algo más que continuidad: exige independencia real.

La ciudadanía –cansada de cifras maquilladas, investigaciones que no avanzan y detenciones que se caen por falta de pruebas sólidas– no necesita fiscales que administren inercias, sino funcionarios capaces de enfrentar al poder político cuando sea necesario y de desmantelar los pactos de impunidad que atraviesan la vida pública del estado.

LOS CAMBIOS.- En ese sentido, una de las primeras decisiones de Blumenkron como encargado de despacho fue designar a Yesenia Vega Terrones y Erik Jiménez Espada en áreas clave de la Fiscalía Regional Metropolitana. Más allá de interpretaciones políticas, ambos cuentan con trayectorias técnicas sólidas: Vega Terrones tiene 18 años en procuración de justicia, con experiencia en áreas operativas y especializadas; Jiménez Espada ha transitado por dependencias estatales y federales, desde ministerios públicos hasta áreas de diseño de políticas públicas.

Estas designaciones, en apariencia, buscan fortalecer la operación institucional y mejorar la atención a las víctimas, una demanda urgente y legítima. Sin embargo, en un estado donde las fiscalías han sido usadas como escudo político sexenal, la experiencia profesional no basta por sí misma. Lo que marcará la diferencia es si estos nombramientos reflejan autonomía o si, por el contrario, replican el viejo esquema donde los cuadros “confiables” se eligen para mantener la estructura sin tocar intereses profundos.

Hoy, Blumenkron se asume como un fiscal con criterio propio, capaz de entregar carpetas consolidadas, investigaciones sólidas y resultados verificables que por fin respondan a una demanda histórica: justicia sin apellidos.

Email: gerardonoticias01@gmail.com

X: @gerardosuarez73