Breves de Abogados y Políticos - La Maldición futbolera sigue
En opinión de Alejandro Corona Markina
Las nuevas generaciones desconocen los éxitos que tuvo el equipo de Zacatepec en sus buenos tiempos, cuando fue “el equipo del ingenio” y el “Coruco Díaz” inspiraba temor. ¿Sabrán que es el cuadro que más ascensos y descensos registra en el balompié mexicano? Obvio, cuando existía ascenso y descenso.
Antes de la llegada del gobernador Antonio Riva Palacio López, en la entidad existían dos equipos de futbol de primera división en Morelos: “Los Cañeros” de Zacatepec y “Los Halcones de Oaxtepec”, este último equipo perteneciente al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y con sede en el otrora Centro Vacacional Oaxtepec.
¿Sabrán los muchacho de hoy que Zacatepec fue semillero de excelentes jugadores? Qué la selección mexicana tuvo dos porteros oriundos de la entidad, siendo éstos Ignacio “Nacho” Rodríguez y Pablo Larios, alternando la portería. O que Pablo Larios es el único jugador que estando en un equipo de segunda división, fue seleccionado al Mundial de Futbol.
¿Sabrán los jóvenes futboleros que “Los Halcones” de Oaxtepec, es la franquicia que actualmente tiene el Santos de la comarca lagunera?
En efecto, cuando el IMSS tenía mucho varo, se daba el lujo de tener un centro vacacional como el de Oaxtepec y comprar equipos, teniendo en ese entonces a los “Potros de Hierro” del Atlante y a “Los Halcones de Oaxtepec”, pero cuando se decidió que se dedicara a lo suyo (la salud) y dejara de darse esos excesos, ambos cuadros fueron vendidos, por lo que “Los Halcones de Oaxtepec” se convirtió en “Los Ángeles de Puebla” y después fueron vendidos a la Cervecería Modelo que los convirtió en el Santos de Torreón. Nunca más regresó la franquicia. Allí, en “Los Halcones” de Oaxtepec, se retiró como arquero y debutó como director técnico, el bigotón Ricardo Antonio la Volpe.
Por su parte, cuando el ingenio azucarero entró en crisis, decidió vender la franquicia. Fue el gobernador Antonio Riva Palacio (1988-1994) quien la rescató para que no se fuera de la entidad. Pero por más esfuerzos que se hicieron para regresar a la primera división al cuadro azucarero, eso nunca sucedió y se conformó con ser el “ya merito”.
Las finanzas de la entidad no daban para mantener al equipo de la “Z” por lo que se vendió al empresario Juan Antonio Hernández, dueño de la otrora exitosa empresa Autofin, hoy en quiebra.
En Zacatepec debutó como técnico Antonio Mohamed, quien sin embargo nunca pudo ascender a primera división. El empresario también tenía en primera división al Toros Neza y el Zacatepec era relegado, pues se le daba preferencia a los del Estado de México.
Nunca se pudo lograr el sueño de regresar a la primera división y al parecer, como dijo don Teofilito, ni se podrá.
Sin embargo, los morelenses experimentamos la alegría de volver a tener un equipo de primera división, gracias al capitán Jorge Rodríguez Marie, quien adquirió la franquicia de Toros del Celaya y los trajo a jugar a Xochitepec. El proyecto, que en un inició fue ambicioso, no contó con el apoyo del gobierno de Sergio Estrada Cagigal, a pesar de que el estadio presentaba llenos en cada ocasión, reactivando la economía de la zona sur.
Una sola temporada estuvo en primera división “Colibries” de Morelos, en el año 2003. Los buitres de la Federación Mexicana de Futbol acabaron con la ilusión de los morelenses, con arbitrajes amañados (fue un descaro el de Felipe Ramos Rizo, favoreciendo al “Jaguares” de Chipas) y acorralaron financieramente al equipo.
Ahora se va el Atlante; antes se fue el Pumas Morelos y el Marte, todos estos sin arraigo entre la afición morelense.
La maldición futbolera continuará mientras siga reinando la mafia de la Federación Mexicana de futbol, que está firme y decidida en que no haya ascenso y descenso y menos de equipos “pobres”, que no cumplan con el estándar fifí.
La maldición llegó para quedarse
Alejandro Corona Markina

