Observador político - Por corrupción, despedirán a gente del SAPAC

Los evidentes actos de corrupción que se cometieron en la pasada administración municipal de Cuernavaca del hoy inquilino del frio penal de Atlacholoaya, Francisco Villalobos Adán afectó no solo su gobierno sino al Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Cuernavaca (SAPAC) y ante una falta de estrategia real y concreta, la forma más rápida para ahorrar recursos será con el recorte de personal.

LA COMPLICIDAD INSTITUCIONAL.- Desde que llegó el primero de enero de este año José Luis Urióstegui Salgado, junto su ahora titular del órgano operador del agua, Evelia Flores, se supo de los más de mil millones de pesos que le fueron heredados por administraciones al SAPAC.

Ello, obvio, fue parte de la grave corrupción que durante años se ha practicado en esa dependencia con la complicidad de los integrantes de la Junta de Gobierno que integra al edil en turno, a varios regidores y representantes de la Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización así como de la iniciativa privada. Nadie ha dicho absolutamente nada de los vicios ilícitos que ahí se manejan en detrimento de los intereses de la población en general.

Hay negocios graves y millonarios en la distribución del agua todos los días a través de las pipas y los lugares donde acuden estas unidades a llenarlas del vital líquido; tanto en la avenida Guerrero como en Las Águilas donde se ubican los ojos de agua donde llegan los tanques cisternas para trasladarlas a las diversas colonias que tanto lo requieren y que es constante el problema.
Se ha mencionado incluso en reiteradas ocasiones los actos de omisión no solo de las autoridades del SAPAC sino de los integrantes de la Junta de Gobierno, incluidos el edil y los concejales, además de la ESAF y la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción, ya que no han hecho nada y han dejado pasar todos los actos ilícitos que impera en esa dependencia donde se manejan recursos millonarios.

Hay que decirlo, el propio Juan Salazar Núñez, titular de la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción, a pesar de que la institución que representa está dotada de autonomía en gestión, así como técnica, de ejercicio y de aplicación del gasto público con competencia en Morelos no han hecho absolutamente nada para frenar el robo descarado de los recursos económicos que se han ido documentando como lo ha realizado el Centro de Investigación “Morelos Rinde Cuentas”.

Es inaudito, inverosímil  que se tengan ingresos por 17 millones de pesos y se gasten 18, algo irrisible pero cierto. De ahí que la sociedad que ha padecido en carne propia la corrupción, la complicidad y el nepotismo de las anteriores administraciones exige una investigación que no sea eterna cuyo objetivo debe ser el castigo penal y administrativo para que aquellos personajes que le han hecho tanto daño a la ciudadanía, haciéndose millonarios de la noche a la mañana, además de sancionar también se les debe de obligar a que regresen el recurso del monto que se les señale hayan incurrido en desfalcos o desvíos.

La gente está cansada, molesta, harta y exige no más complicidad como ha ocurrido de forma cíclica en los años anteriores, donde el alcalde en turno es vanagloriado y respetado pese a que haya incurrido en actos de deshonestidad, respaldado en todo momento por los integrantes de su cabildo. Por ello, la investigación debe de evidenciar algunos yerros que se puedan traducir en demandas de carácter penal, civil o mercantil con el objeto, insisto, de que no haya más impunidad y que los actuales regidores, hombres y mujeres hagan bien su trabajo para no verse involucrados en una situación similar o incluso de desprestigio.

Sin embargo, el tema en el SAPAC es delicado, preocupante, es irrisible que se tenga una deuda de mil millones de pesos y que no haya castigo para absolutamente nada. Se debe investigar el tema, en la administración pasada, pasaron varios directores de la institución una vez que ya concluyeron con su periodo momentáneo por diversas circunstancias fueron asesinados. El tema es delicado y como tal se debe de analizar y actuar, no es algo sencillo y las autoridades actuales deberán de actuar con pies de plomo, amparados en la justicia y la honestidad para exigir resultados a esos desfalcos financieros para tratar de sanear un sistema quebrado y colapsado económicamente.

DESPIDO DE PERSONAL.- Hoy, cuando la situación se agrava y no se tiene los recursos económicos para el pago salarial de los empleados, sobre todo el de los dos sindicatos: de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y del Nuevo Grupo Sindical (NGS), donde mafias que han echado sus raíces en el SAPAC y que son los que conocen todos los negros antecedentes que tienen sumido en la desgracia al órgano operador e incluso, algunos de sus empleados saben las formas como se trabaja en ese sentido.

Pero al final, van a realizar recortes de personal de los trabajadores de confianza que son los que más trabajan para fortalecer a los sindicalizados y tratar de ahorrar recursos cuando no hacen efectivo la investigación de los negocios como restaurantes, bares, hoteles, plazas comerciales, entre otras que no hacen sus pagos como se debe porque su toma es residencial cuando debería de ser comercial; además de la invasión de tomas clandestinas que tienen y que por una corta lana, muchos se hacen de la vista gorda.

La falta de transparencia y la mala administración financiera fue el pan de cada día de los últimos tres años pero que igual, tiene al menos una decena de años los que han sido utilizados para saquear a ese órgano operador del agua.

Ojalá y los tiempos de los bloqueos de calles y avenidas en distintos puntos de la ciudad que se agudizaron el año pasado como una medida de presión para que se les dote del servicio, queden en el olvido y jamás regresen. Es tiempo de sanear las finanzas del sistema y de que la sociedad contribuya con sus pagos correspondientes y eliminar la cartera vencida para buscar soluciones viables y seguras para que ya no sea el SAPAC un ente de corrupción de los gobiernos municipales en turno.

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