Observador político - Congreso retrógrada
En opinión de Gerardo Suárez Dorantes
Lo ocurrido la madrugada de este viernes en el Congreso del Estado, evidencia el pobre y vulgar nivel de debate parlamentario que tienen nuestros diputados y diputadas, quiénes de forma constante y permanente se han dedicado a autoacusarse, señalarse y decirse sus “verdades” pero siempre, por ver que beneficio económico y político obtienen. Estos 20 hombres y mujeres que nos cuestan 23 millones de pesos cada uno al año y que al terminar su cargo serán los nuevos millonarios siguen siendo noticia pero tristemente, de manera negativa.
LAS FRASES CÉLEBRES.- Primero fue el escritor Pablo Ignacio Taibo II con su frase: “Se las metimos doblada”, a finales de noviembre del año pasado en Guadalajara, luego de imponerse como titular del Fondo de Cultura Económica (FCE) y llamar “culeros a los culeros “, en referencia a los legisladores federales que se oponían a su llegada al cargo. Después fue el exlíder de las autodefensas en Michoacán, José Manuel Mireles, quien siendo ya subdelegado del ISSSTE (Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado) en Michoacán, utilizó la palabra “nalguita” en referencia a la amenaza que un dirigente le hizo con respecto a la obtención de plazas:“Un dirigente me amenazó con llevarme 15 mil personas a tomar la delegación si no le daba una base, porque había conseguido una nalguita nueva”. Y cómo olvidar el refrán que presumió el ahora delegado del Comité Ejecutivo Nacional del PRI en Quintana Roo, Francisco Moreno Merino, cuando en siendo diputado federal Paco Moreno, dejó un recuerdo en la LXI legislatura, precisamente durante la comparecencia del ex director del ISSSTE, Sergio Hidalgo, al referir: “No hay caballo fino que no tire a mula, ni mujer bonita que no llegue a ser meretriz, ni hombre bueno que no tire a penco”.
Ahora, la más reciente que ofreció el diputado camaleón, José Casas González, quien en la tribuna más alta de Morelos y durante la madrugada de este viernes, afirmó: “Sí decir la verdad como es, al chile pelón, cómo se dice vulgarmente y yo le hablo al pueblo, les duele y les lastima, lo siento compañeras. ¡Para qué se metieron en esto¡ Tenemos que transitar en este Congreso. Es lo malo de sacar a las personas de la cocina y darles una curul”.
¿A QUIEN LE BENEFICIA UN CONGRESO DIVIDIDO? Cierto es que, José Casas, ha sido ofensivo, agresivo, es ya considerado un misógino y muchas otras cosas, sin embargo, entre las torpes declaraciones públicas que en su juicio hizo, también es real que por cuestiones de género, en la pasada legislatura varios de los hombres que estaban predestinados a llegar al Congreso tuvieron que colocar a sus esposas para mantener esa cuota de poder y la curul en el Congreso del Estado. Por ejemplo, el ex secretario de gobierno en la administración de Graco Ramírez Garrido Abreu, Matías Quiroz Medina, dejó ese cargo porque aspiraba a competir por el senado de la república por el Partido de la Revolución Democrática cuando tenían el poder y eran gobierno, sin embargo, decidieron sus patrones en ese momento que la mejor opción era que se convirtiera en el presidente del sol azteca y le reservaron la primera posición plurinominal al Congreso local. Sin embargo, con la nueva ley de paridad que se implementó en el Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana que obligó a todos los partidos a colocar en la primera posición a una mujer, en automático la reservó para su esposa Rosalinda Rodríguez Tinoco.
La misma situación se registró con los hermanos Yáñez, del Partido Socialdemócrata quienes ante la imposibilidad de ir en la primera posición por este instituto político, decidieron poner en la primera posición de la lista de candidatos a la diputación local plurinominal a Naída Josefina Díaz Roca, esposa de Roberto. Hay otros casos como el de Tania Valentina Rodríguez Ruiz, quien siendo actualmente presidenta del Partido del Trabajo, se amarró en la primera posición ella para ir segura en la lista para diputada local. Empero, también hay casos ejemplares como la de Maricela Jiménez Armendáriz, quien en su momento fue presidenta del Partido Encuentro Social y ante la llegada de Hugo Éric Flores y toda esta banda que se apoderó del PES, entre ellos Jorge Argüelles Victorero, y decidió enfrentarlos luego de que la destituyeron de la dirigencia pero al final, su trayectoria le permitió mantenerse como la primera propuesta para una curul en la 54 legislatura local. A estas legisladoras se sumaron Érika García Zaragoza, Blanca Nieves Sánchez Arano y Keila Figueroa Evaristo. Por lo tanto, el mediocre diputado sin partido –en breve su condición natural lo llevará a integrarse al Partido Encuentro Social-, Pepe Casas, dijo verdades a medias entre ellas, cuando puntualizó que detrás de este grupo de diputadas está Graco Ramírez y Rodrigo Gayosso Cepeda.
Ahora, viene el revire de las mujeres que se autodenominan “progresistas”, pueden hacer valer sus derechos y obligar primero, a que Pepe Casas públicamente les pida una disculpa y se retracte de sus aseveraciones misóginas. Debe entender y reconocer que se volvió a equivocar, algo que es ya muy frecuente en su persona y en sus actos políticos.
Por lo pronto, en el Congreso tendrá que volver la calma, luego de que tras el debate, otra vez Morelos sigue siendo nota en los principales medios nacionales tanto de prensa, radio, televisión como en las redes sociales por estas frases y declaraciones absurdas, incluso la advertencia y acusación del legislador Marcos Zapotitla Becerro contra su homóloga Tania Valentina Rodríguez Ruiz, de quien dijo, hay pruebas que se pueden presentar ante las instancias jurisdiccionales por supuestos vínculos con el crimen organizado. Y más aún, al dar a conocer que el “hermano de una diputada –de la actual legislatura- está operando –narco- en alguna plaza en Morelos.
¡Se llevan pesado!
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