Molesta por trato a restos, familia de Zapata piensa en trasladarlos
Jorge Rafael Sánchez 
“Si los restos les estorban, nos los llevamos a Tlaltizapán”, sentenció Jorge Zapata González, descendiente del General Emiliano Zapata Salazar, como una salida a la modificación del mausoleo que se encuentra en Cuautla y que como familiares, no se les ha informado sobre el proyecto de remodelación en la también llamada Plaza de la Revolución del Sur.
Informó que luego de casi dos meses en que la Secretaría de Desarrollo Territorial y Urbano (Sedatu) inició con obras de modificación en la imagen urbana del centro de Cuautla, solo especulaciones giran en torno a los proyectos. Manifestó que hasta ahora la negativa de la información al respecto, impulsó un amparo al que ciudadanos recurrieron para garantizar el derecho a conocer qué ocurrirá con los restos de su familiar.
De acuerdo con Jorge Zapata, en reuniones, funcionarios comentaron que el proyecto se hará y “los restos los sacaban a ver a donde los tiraban”; estas declaraciones provocaron sendas inconformidades ya que además de tratarse de un familiar, son los restos de un héroe de la revolución mexicana.
Aseguró que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Morelos, a través de solicitudes de transparencia ha negado conocer el proyecto y que solo se ha girado autorizaciones para trabajos preliminares, además de que la delegación estatal se comprometió a dar seguimiento puntual a la queja.
Detalló que tras la situación que se vive y se está viendo, campesinos, organizaciones y personas de a pie que abanderan las causas de Emiliano Zapata, están atentas para movilizarse en caso de que el proyecto contemple la remoción de la tumba para hacer un supuesto teatro al aire libre.
Recordó que el mausoleo de Emiliano Zapata, en Cuautla o Plaza de la Revolución del Sur, forma parte de los 19 lugares por los que se declaró a la ciudad Zona de Monumentos Históricos. Es centro de atención turística nacional e internacional sobre la cual se encuentra una efigie monumental con la figura del héroe revolucionario.
Tras su asesinato el 10 de abril de 1919, fue exhibido en el palacio municipal de Cuautla, después trasladado al panteón municipal y el 10 de abril de 1932 los restos de Emiliano Zapata fueron depositados en ese lugar donde permanecen desde entonces.
En 1979 el gobierno federal propuso llevarse los restos al Monumento a la Revolución Mexicana pero su hijo Mateo Zapata Pérez movilizó organizaciones y pobladores para evitar que saliera de la ciudad a fin de conservar el ideal de que no existiera un solo preso político en el país.
