Matar al Seguro Popular
¿Se imaginan que en la Cámara de Diputados se presentara una iniciativa para desaparecer el IMSS? ¿Y que sin mayores cambios las mayorías conocidas lo aprobaran? Millones de derechohabientes se quedarían sin atención médica.
Eso es precisamente lo que está ocurriendo con las reformas a la Ley General de Salud, recientemente aprobadas en la Cámara de Diputados, lo que muy pronto va a derivar en graves afectaciones al derecho a la salud de un enorme porcentaje de la población.
Se calcula que hay 50 millones de personas afiliadas al Seguro Social y 54 millones afiliados al Seguro Popular, quienes dejarán de tener los beneficios que en atención a problemas de salud venían recibiendo.
¿Qué opinarán aquellas personas que están siendo atendidas de padecimientos, como cáncer, que requieren de tratamientos costosos, cuando se enteren que dejarán de recibir esa atención por la aprobación de esas reformas?
¿Qué opinarán aquellos padres de familia que están recibiendo atención médica en sus hijos recién nacidos por una de las 187 enfermedades contempladas en el Seguro Popular y que dejarán de recibirla por esas reformas?
Reformas que por cierto fueron muy poco difundidas y que sin duda representan una de las mayores afectaciones que la población va a recibir producto de los cambios que se vienen impulsando.
Es de la mayor importancia difundir los tremendos efectos negativos en la población que se van a generar, pues el trámite de su aplicación está ahora en manos de la Cámara de Senadores, ahí se puede todavía detener esta afrenta a los mexicanos.
Si coincidimos en que el núcleo fundamental de la sociedad es la familia, y que esta requiere para su consolidación y buena proyección contar con ingresos, educación y salud, entonces coincidiremos también que cancelar, negar el acceso a servicios de prevención de enfermedades y atención a problemas de salud, es también un agravio al núcleo familiar.
Están cancelando los financiamientos para centralizar toda la atención y aplicación presupuestal en las oficinas centrales en la capital del país, es decir, las gestiones de atención médica en comunidades de la sierra morelense o de nuestras comunidades indígenas tendrán que hacerlas de tal manera que en la Ciudad de México se sensibilicen y accedan a enviar recursos o doctores para atenderles.
Centralizar la gestión y aplicación de recursos financieros en el rubro de la salud, demostró ya ser una medida ineficiente que ha derivado en escasez de medicamentos y vacunas con el consecuente perjuicio en la salud y las vidas de miles de ciudadanos, tal como ha sido consignado por los medios de comunicación y las redes sociales.
El Seguro Popular es un mecanismo diseñado para subsanar la falta de cobertura de los Servicios de Salud del gobierno, que garantiza el servicio a través de una póliza de tal manera que, si el paciente no es atendido en las instalaciones incluidas en el Seguro Popular, lo puede hacer en otras instancias privadas y el Seguro Popular deberá reembolsarle el importe que gastó.
Hasta el 2004 el país estaba divido en dos partes, en el tema de atención a la salud, una era la población que estaba afiliada a algún instituto, como el IMSS o el ISSSTE, o algún instituto similar estatal, y por otro lado, que eran la gran mayoría, los que no tenían cobertura de servicios y solo podían recibir atención médica en los hospitales generales de los estados.
Antes del Seguro Popular, el 30% de las mujeres que padecían cáncer de mama abandonaba el tratamiento por falta de recursos, perdiendo su patrimonio y la vida; antes del Seguro Popular millones de familias perdían su patrimonio, pues cuando un familiar enferma, lo que menos importa es aplicar el patrimonio familiar para que recupere la salud.
Con el Seguro Popular actualmente se calcula que el 1% de las mujeres con cáncer de mama abandonan el tratamiento y las familias ya tienen la oportunidad de recibir atención médica de calidad sin comprometer el patrimonio que con su trabajo han generado.
El Seguro Popular no atiende, el Seguro Popular paga el servicio a través de hospitales y centros médicos afiliados; a cada afiliado se le entrega una póliza con un listado de 1,860 enfermedades que están cubiertas, además se tiene el Seguro Médico Siglo XXI, que cubre 187 enfermedades de recién nacidos, y tiene también una cobertura especial de enfermedades que generan gastos conocidos como “catastróficos “, y están incluidos todos los cánceres que puedan padecer los niños.
El Seguro Popular se financia con aportaciones del gobierno federal, de los gobiernos estatales y de los afiliados, en función de su condición económica; con los fondos que administra; el Seguro Popular construyó más hospitales en 15 años que el IMSS en 45.
Si una empresa contrata a una persona enferma solo para que pueda acceder al Seguro Social, puede ser acusada de fraude; en cambio en el Seguro Popular, ese es el principal motivo para afiliar.
¿Realmente valdrá la pena cancelar el presupuesto destinado a atender la salud de la población para aplicarlo a programas asistencialistas, a programas que regalan dinero?
Muy importante generar opinión pública que se escuche en el Senado de la República, ahí, como ellos mismos dijeron, ya corrigieron la plana a la Cámara de Diputados en el proyecto de Ley de Ingresos; hoy pueden no solo corregir la plana, sino evitar un severo golpe a una enorme cantidad de mexicanos, 54 millones, que verán cancelada la oportunidad de recibir atención médica de calidad.
@jabol2
@jbolanosaguilar