La guerra que viene

En opinión de José Román

La guerra que viene

Me he preguntado muchas veces: ¿Qué le pasa a la sociedad? Y no me refiero exclusivamente a la de México, sino a la del mundo. Tenemos una potencial guerra mundial en proceso y nadie la mira o nadie quiere mirarla…hasta que sea tarde.

Exactamente como el preludio de la primera y segunda guerra mundiales. Hubo avisos, hubo movimientos diplomáticos, hubo amenazas veladas, hubo toma de partido por parte de las naciones europeas, todo al comienzo fue sutil, como ahora. Casi imperceptible, hasta que estalló el conflicto que costó millones de vidas humanas. Hoy, tenemos a la vista la dinámica de una guerra de niveles incalculables, pero nadie de los políticos mexicanos o Latinoamericanos le dan importancia, incluido desgraciadamente nuestro país. Y no se trata de armar (carecemos de armas) a una parte de los contendientes, no, se trata de hacer conciencia y de ejercer lo que tenemos a la mano para presionar a que las partes en pugna no sigan escalando la guerra que de momento solo es de Rusia con Ucrania.

Por mucho menos que esto en el conflicto de Vietnam y desde que los franceses se retiraran de esa nación, el mundo reaccionó, la sociedad mundial hizo oír su voz en contra de EU. Aun tengo presente en mi mente las gigantescas marchas de protesta que en todas partes surgieron, Paris, Roma, EU, Madrid, etc., incluido México. Hubo una presión brutal a los beligerantes.  Esa guerra fue como la actual: sin razón. Los EU ni siquiera defendían sus intereses, sencillamente suplieron a los franceses que se retiraban de un dominio colonial. Hoy no miro reacciones por ningún lado y menos contra el violador de la paz que es Rusia. Hoy no suenan las alarmas, hoy todo mundo sigue su vida normal como si nada pasara o como si nada vaya ocurrir. Es más, el tema del conflicto actual que puede desencadenar otra guerra mundial, poco o nada se toca en los medios con la dimensión que esto tiene.

Rusia ya avisó y lo reitera constantemente que está dispuesta a llegar a un conflicto nuclear y de paso a exhibido su arsenal para demostrarle al mundo, no tan solo a los europeos, de la capacidad de respuesta que tiene si tocan lo que Rusia considera su interés. Es decir, si tocan o interfieren, directa o indirectamente en las naciones que aun permanecen como secuela del pasado Soviético y que formaron el Pacto de Varsovia que fue la antítesis de la OTAN.

En cualquier momento, de forma accidental o deliberada puede estallar el conflicto si Rusia considera afectado su interés y eso solo significaría la escalada mundial a la que varios analistas han vaticinado como posible y que incluso el propio EU menciona su presidente como probable.

¿Cuáles son esos intereses en juego?, el rearme que en silencio se está dando a Ucrania para sostener esta que parece ser una guerra de desgaste para Rusia. Pero, se sienten amenazadas el resto de las naciones vecinas de Rusia y que hoy forman parte de la OTAN (algunas, no todas). Los alemanes, franceses, españoles, etc. surten de armas, capacitan y entrenan a soldados ucranianos en territorio polaco, por donde al parecer o al menos una parte entran las armas para contrarrestar el poderío ruso. En cualquier momento, por ejemplo, la invasión involuntaria o accidental del espacio aéreo ruso, o una mala declaración de cualquier político de nivel importante puede desencadenar un conflicto generalizado. Eso involucraría de inmediato a dos naciones con las que México tiene mucho que ver o por lo cual se puede involucrar en esta guerra: EU, del que somos su principal socio comercial y Canadá. Si llegará a pasar, y rezo para que no pase, una de las naciones atacadas en América Latina, junto con EU y Canadá sería nuestro país. ¿Porqué? Porque somos socios y proveedores y serían los centros industriales de México a los que se les atacaría a través de misiles que ya demostró Rusia que los posee a nivel intercontinental.

Lo que está en juego es la suerte del futuro si esta escalada bélica no se detiene y no se negocia en lugar de luchar. La suerte está echada y se quiera que no, nosotros le vamos a entrar o nos van hacer entrar. Ojalá se tome conciencia que no tendremos alternativa si eso pasa y que deberíamos ya de iniciar (el presidente AMLO) un movimiento capaz de hacer conciencia en el mundo de que a nadie conviene una guerra porque los millones de muertos que produciría, quizá ni siquiera habría forma de contarlos.