La consulta más absurda del mundo

En opinión de José Román

La consulta más absurda del mundo

No tengo conocimiento que en el pasado, en la historia de las naciones, menos aún en el presente un gobierno pregunte a su pueblo si debe o no aplicar la ley para castigar a un infractor.

Las leyes se hicieron para aplicarse, para castigar, para resarcir el daño, para imponer el orden. La ley por su naturaleza es universal, es decir, a todos se nos debe aplicar por igual. Esa fue la lucha elemental de la Revolución Francesa y ese es el legado que junto con las leyes del imperio Romano, nos rigen en la actualidad y cuando digo nos rigen, me refiero al mundo, no tan solo a México.

Las tareas del gobernante están establecidas y reguladas en la Constitución y desde luego en sus leyes que salen de esa carta soberana. La nuestra que data de 1917, costó más o menos un millón de vidas por las luchas internas que se suscitaron, que no contra Porfirio Díaz como se ha hecho creer, sino por el despojos que dejó el dictador que renunció a la Presidencia cuando observó que de continuar podría venir un baño de sangre, que finalmente sobrevino. El problema es que de esa constitución el actual gobierno ha hecho una parodia donde estamos pagando de nuestros impuestos, los caprichos absurdos y gustos políticos de un presidente que no quiere gobernar, que no quiere ponerse  a trabajar, que aún está luchando con sus traumas del pasado sin que acumule pruebas o juicios contra los que él llama conservadores y no ha definido, ya que tanto los critica, quienes, con nombre y domicilio son esos malvados personajes y sin que sepamos en qué consisten sus culpas y si estas son delito y si eso constituyen, no entiendo porque el presidente, no los enjuicia. Para eso le pagamos, para eso lo pusimos, para eso lo nombramos titular del ejecutivo Federal. Sabíamos de los excesos en los anteriores gobiernos, él criticó y señaló sus corruptelas, luego entonces, ¿Por qué no procede? ¿Qué le pasa?

En un país de leyes como presume en ocasiones, la última palabra no es la del presidente, es la de la ley y lo que menos se ha  aplicado es la ley. Alguien debe decirle lo equivocado que está y el error de solo hablar sin actuar. Con su palabrería intenta ser un sofista, pero su verbo ni siquiera le da para eso. Todos esperábamos que castigara e investigara y con pruebas sometiera al orden aquellos que abusaron de su poder o de las arcas públicas sobre todo, cuando siendo funcionario se hizo de riquezas mal habidas. Eso no ha pasado y hemos visto en estos casi tres años una parodia de mal gusto que lejos de convencer, desalienta. Este chistecito de la consulta nos está costando prácticamente más de 500 millones de pesos, dinero que nos es bastante necesario para las obras del gobierno o para la compra de vacunas. Es un desperdicio  la dichosa consulta que no alcanzará el 40% que exige la ley para que sea vinculatoria, pero además, aunque fuera, ¿a quién van acusar con los resultados?, ¿acaso a un expresidente? ¡No! La consulta no lo contempla, no la precisa, es tan cantinflesca que da para lo que le guste al señor, solo que con un detalle, no le sirve de fundamento para acusar a nadie porque a nadie particulariza esa pregunta y si en cambio puede originar un precedente sumamente peligroso.

Este es el problema: Si llegara a ganar la susodicha consulta (lo dudo), cualquier funcionario en lo futuro puede válidamente pedir, antes que se le juzgue, o incluso ya en pleno proceso de un juicio, como una garantía violada, que primero se le  haga una consulta para ver si se le castiga o no, para ver si aplican o no la ley y lo podría pedir como un derecho humano en un juicio de garantías constitucionales porque ya está sentado el antecedente de que es válido una consulta para someter a juicio a los funcionarios o exfuncionarios. ¡Ridículo! Es una idiotez legal esta pregunta, una aberración jurídica donde los cómplices de AMLO son la corte (¿corte quiere decir que son sus cortesanos?) y los diputados federales (individuos sin criterio propio) que la avalaron.

Ir a votar es ir hacerle al loco o jugarle a la perversidad nacional. Seríamos paleros de los perversos. Es un engañabobos, Si desea consultar, ¿Por qué no hizo consulta formal, como sí lo ameritaba  para destruir un aeropuerto ya edificado en un 40% en la ciudad de México que hubiera costado lo mismo y que por su capricho, todos los contribuyentes  ahora están pagando ya, más de 350 mil millones de pesos en indemnizaciones y reparación de daños a los inversores? Por favor, que ese hombre, AMLO,  se ponga a trabajar y no a entretenernos con sus cantinfladas. Se ven ridículos los de Morena promoviendo lo obvio. ¿No tendrán cosas que hacer?