Columna Desde la Torre - Chivo en cristalería
En opinión de Roberto Enrique Rodríguez Guerrero
Amlo manifiesta con enojo e imprudencia, intromisión la de la DEA, supuestamente porque está pisoteando nuestra soberanía, mismo pensamiento hacia los senadores estadounidense, confrontación que está escalando, debido fundamentalmente a su exagerado egocentrismo, y a su óptica equivocada sobre las funciones que debe desempeñar un mandatario, que es la productividad de las políticas públicas. López Obrador, tuvo como sueño pasar a la historia como el mejor presidente de la República, sus dislates confrontaivos, inician a temprana hora y duran aproximadamente tres horas, considera que hablándoles a sus seguidores, el profeta desnortado en su programa de las mañaneras , es gobernar, pero los 100 millones de mexicanos que están en la realidad y en contra de su proceder, consideran que, es una pérdida de tiempo, y para desgracia del país y sus habitantes eso llama gobernar, para pasarse el resto del día, ya sea sin hacer nada o jugando beisbol .
Con una equivocada política internacional, solo comulga con quienes poseen una ideología similar, que pretende imponer en nuestro país. En cambio, procede irracionalmente con el principal socio comercial, los trata como si fueran sus enemigos, siendo que, de los Estados Unidos es de quien se obtienen los mayores beneficios, como darle cobijo a casi 16 millones de mexicanos que envían remesas que rebasan 50 mil millones de dólares a sus familias a las que abandonaron por el pésimo gobierno, la desgracia del mexicano sin las herramientas que no les impide obtener un ingreso o empleo que les permita sostener a sus familias dignamente.
En completa pugna, contra todo aquel que esté en contra de su forma de pensar o las decisiones a todas luces equivocadas, con el único objetivo de continuar imponiendo su autoritarismo, que ahora para consolidar su proyecto dictatorial está lanzando obuses contra el Instituto Nacional Electoral – INE- y en un acto de cobardía irse en lo personal contra de la Ministra Norma Lucía Piña Hernández, Presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura Federal, por no ceñirse a los caprichos del presidente de la República, que en la juventud de su vejez, se continúa comportando con el síndrome de niño malcriado, que pasó de imberbe a un fruto podrido de la sociedad mexicana.
El preludio de la avanzada para implementar acciones violatorias a nuestra Carta Magna, es primero el arribo de los médicos cubanos, activistas de la izquierda rabiosa dictatorial de la isla caribeña, que están destruyendo el sistema de salud, incrustándolos en cada una de las instituciones, cuya única finalidad es destruir; como destruyó el sistema de abasto de medicamentos, y el crimen más perverso fue dejar a los niños con cáncer sin la atención requerida, los padres tienen que realizar marchas para que surtan los medicamentos, la prueba de su siniestro plan es la muerte de más de 2000 niños. También imperdonable la llegada de oficiales de inteligencia del ejército venezolano, para preparar la estrategia para hacerse del control de la población para que voten a favor del candidato que imponga López Obrador, y en caso de que pierda, implantar la dictadura a través de un golpe de estado.
La inercia no se detiene, más mentiras, más compra de conciencias, la prueba de fuego la tendremos en las elecciones del Estado de México y Coahuila, el partido Morena, postuló a dos delincuentes, que es el sello del proyecto López Obradorista, propósito en el que está incluido el ejército mexicano y los cárteles de Sinaloa y el CJNG, sin faltar los oportunistas, los empresarios, los de cuello blanco, que están en lo suyo, lucrar y exprimir la economía mexicana, sirviendo al mejor postor, ya ahora sean de tinte dictatorial o antes los neoliberales que los empoderaron, poca vergüenza.
La ignorancia presente en los desplantes de López Obrador, personas de poca monta, que aplauden a rabiar sus mentiras, calumnias, confrontaciones, convertir su púlpito presidencial en el templo del chacoteo, miles de millones de pesos tiraos a la basura, asco en serio sus mañaneras, en las que promueve la destrucción del país y convierte en girones el tejido social de México.
A donde quedó la mejoría, no corrigió absolutamente nada, de todo aquello que fue su discurso que lo llevó a la presidencia, fracasó en erradicar la corrupción e impunidad, hoy tenemos más delincuencia y los latrocinios cometidos por sus propios hijos y demás familiares, delitos que antes se perseguían, en la actualidad solo falta les pongan una estrellita en la frente, su mandato trasgredió los Derechos Humanos, pisotea a cada instante la Constitución, permitiendo que en todos los sectores de su administración roben, desvíen recursos como en SEGALMEX, donde dispusieron de más de 11 mil millones de pesos, que ahora con la investigación, por parte de Estados Unidos del caso Puerto Rico, se sabe que fueron por intercambio de petróleo con Venezuela, a fin de lavar millones de dólares.
Tenemos un país en el que se detuvo su modernización, con políticas públicas en el limbo, de que sirve que vociferen con el valor del peso mexicano frente al dólar, si tenemos una economía estancada y 4 millones de mexicanos más en pobreza extrema, desde el 2019.
La última y nos vamos: Los cárteles de la droga amos y señores del 75% del territorio nacional, solapados intransigentemente por López Obrador, quien lo niega y se enfrenta a funcionarios del gobierno estadounidense, órdenes precisas a las autoridades para que no se salgan de la estrategia, de abrazos y no balazos, a los narcos a los hay que respetar y tratarlos como seres humanos, aunque sean los causantes de más de 150 mil homicidios dolosos en esta administración; AMLO impaciente para que llegue el día para iniciar el proceso de destrucción de la UNAM., se frota las manos para imponer al próximo rector, para contagiarla de la necia y destructiva ideología izquierdista, porque es lo único visible en la meta que persigue un presidente que enfermó y tenemos a un orate que está para gobernar a sus ¿30 millones?, de fanáticos