Juego de Manos - Y se marchó…
En opinión de Diego Pacheco
¿Quién pierde cuando Samuel García se baja de la contienda presidencial? La definición del relevo de Samuel, por parte del Congreso del Estado de Nuevo León, tiene repercusiones más allá del estado del norte, pues impacta directamente en el tablero electoral federal del próximo año. Al momento, la elección presidencial del 2024 es una decisión entre dos perfiles. La reducción de opciones beneficia al Frente Amplio por México, a quien la candidatura naranja le resultaba incómoda y restaba votos.
Ahora ¿qué perfiles le quedan a MC? A partir de la salida de Samuel Garcia, son dos las figuras que pudieran (un pudiera muy lejano) participar y beneficiar al partido: Luis Donaldo Colosio y Mariana Rodríguez. El primero ha declarado públicamente que no es su momento de participar, rechazando la oportunidad de formar parte de la próxima boleta. Ojo, este mensaje se dio en un contexto en el que habían más fichas listas para jugar. Hoy, con el hueco por cubrir, la dirigencia nacional podría empujar a Colosio a competir. Veremos.
Por otro lado, Mariana Rodríguez sería una candidata sorpresa, una propuesta interesante, pero apresurada. Si bien la influencer tiene una presencia mediática y en redes sociales importante, carece de la experiencia política para poder lanzarse a la contienda presidencial. La probabilidad de que esto ocurra es baja, pero en política no faltan las sorpresas. De nuevo, veremos.
En su defecto, y con las dos fichas fuertes del partido fuera (Samuel García ahora y, anteriormente, Luis Donaldo Colosio) así como el enfrentamiento interno entre la dirigencia nacional y el grupo Jalisco, todo parece indicar que la única ficha restante para competir en los próximo comicios es el propio dirigente nacional del partido, Dante Delgado. Esta figura no es llamativa ni tiene un apoyo social presente para poder lograr el objetivo de MC: juntar la cantidad necesaria de votos para quitarse de encima la etiqueta de partido satélite y, al mismo tiempo, crecer para convertirse en tercera o, en un escenario ideal, segunda fuerza política a nivel nacional.
La salida de Samuel García de la contienda es un golpe contundente para el partido, y un acierto político por parte de las dirigencias nacionales de los partidos que conforman el FAM, que cabildearon exitosamente dentro del congreso de Nuevo León la salida del fosfo fosfo, al poner en riesgo el control del entonces gobernador con licencia de su entidad federativa.
Por cierto
La relación entre Morena y MC es una de mutuo beneficio. La dupla Movimiento/Naranja funciona para los objetivos de ambos partido y, por ello hemos visto a lo largo de estos últimos años una actitud cordial entre estas instituciones políticas, algo escaso en contexto altamente polarizado en el que nos encontramos.
Para Morena, la participación de un candidato o candidata competitivo en Movimiento Ciudadano ayuda a pulverizar el voto de la oposición, con lo que la brecha entre la Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez se incrementa. Esto, a partir de las similitudes entre los mensajes naranjas y opositores, la división del voto indeciso y la apertura de una tercera opción para quienes se rehusan a votar por “los partidos de siempre”.
Por otro lado, a Movimiento Ciudadano le conviene que la oposición se debilite. El crecimiento de MC es coyuntural, obedece a la debilidad presente de la oposición a partir de su desgaste político y falta de perfiles llamativos. Con este escenario en la mesa, MC tiene (¿o tenía?) la posibilidad de colarse entre las preferencias electorales para hacerse de una tercera (o, en el mejor de los casos) segunda posición en el tablero político nacional.
Lo anterior se refuerza con los mensajes públicos de ambos bandos. Desde MC, con una crítica tibia hacia las decisiones polémicas del partido en el poder y sus integrantes (cuando era estrictamente necesario) y amistosa en tiempos de calma.
Del lado de Morena, las declaraciones del presidente hacia Samuel García fueron en su mayoría positivas y, a partir de qué se bajó de la contienda, voces integrantes del núcleo morenista, como la de la propia precandidata presidencial Claudia Sheinbaum, han condenado el actuar del congreso del Nuevo León.
Pero bueno, con la salida del candidato naranja de la contienda, y a falta de un perfil competitivo para potenciar el crecimiento de MC en las próxima elecciones, el partido naranja podría sufrir de otros 3 años (por lo menos) de enanísimo y, quizá, de girar alrededor de los partidos más grandes. Sin una ventaja tangible que ofrezca la presencia de Movimiento Ciudadano en el tablero del próximo año a Morena, la simpatía con el partido en el poder podría verse reducida considerablemente. Ni modo, así es la política y, en esta ocasión, la victoria de la lleva el FAM.
A seguir pendientes:
diegopachecowil@gmail.com