Breves de Abogados y Políticos - Retirada Estratégica
En opinión de Alejandro Corona Markina
“Una imagen dice más que mil palabras” y eso se corroboró ayer durante el evento de “Toma de Posesión y Protesta de Bandera del comandante de la Vigésimo Cuarta Zona Militar”, donde se dio el reencuentro entre el gobernador Cuauhtémoc Blanco y el fiscal general Uriel Carmona Gándara.
Escasos treinta segundos duró el momento, en el que el mandatario intercambia unas cuantas palabras con el fiscal y culmina con un saludo y palmada amistosa en el brazo izquierdo de éste, además de un apretón de manos. Parece consumado todo: una tregua y retirada estratégica que se podría anunciar pronto.
Así, el Fiscal dejaría a la brevedad su cargo, pues la Notaría 6 de la cual es titular, no puede quedar acéfala ahora que su esposa, María Luisa Sánchez Osorio -quien allí lo suplía por su licencia-, ha asumido una magistratura en el Tribunal Superior de Justicia.
De conformidad con la Ley del Notariado -y su reglamento-, debe ser la Secretaría General la que autorice quién debe ocupar la titularidad de la Notaría 6, en caso de que Uriel Carmona insista en seguir de licencia, lo cual para nada le conviene a éste y por eso es necesario que se dé una negociación para su regreso en los mejores términos, cediendo cada parte algo. Y la renuncia a la Fiscalía es requisito sine qua non para consumar dicho acuerdo.
Si nos remontamos al antecedente inmediato de la Notaría 13, cuyo titular Raúl Israel Hernández Cruz, optó por confrontarse con el gobierno y decidió no regresar a la titularidad de la misma, cuando quien lo suplía -Gerardo Cortina Mariscal- le notificó que no podía hacerlo más, se puede constatar que todos salieron perdiendo. Debido a que necesariamente el suplente tenía que ser un fedatario de la primera demarcación -donde se encontraba la Notaría 13-, al final, por falta de diálogo y una buena negociación entre las partes, la misma fue cerrada. Así, el gobierno del estado y el actual titular de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos, Raúl Israel Hernández Cruz, se encuentran en un largo litigio en el Tribunal de Justicia Administrativa, donde no hay nada para nadie.
En este contexto, no puede arriesgarse el fiscal Uriel Carmona Gándara, a perder la Notaría 6, considerando el hecho de que recientemente consiguió hacer magistrada a su esposa; y ésta junto con otros magistrados y magistradas que le son afines (su cuñada y dos ex secretarios particulares), le garantizan que -al menos en el fuero común-, no tendrá problemas legales una vez que deje el cargo.
Son muchos servidores públicos de la Fiscalía General -incluido él mismo-, los que han sido detenidos. Las últimas aprehensiones fueron las del fiscal de la zona oriente José Alejandro Chávez Carmona; el jefe de Ministerios Públicos de la misma región Daniel Solís y un policía del que no se dio a conocer su nombre. Aunque también en el evento de ayer, se dio a conocer que al primero le cambiaron las medidas preventivas (y obtuvo su libertad), es claro que la guerra entre fiscalías sigue.
Las detenciones en muchos casos, incluyeron cateos, por lo que se ha desatado una especie de psicosis en el personal de la institución, pues tiemblan cada vez que ven llegar camionetas de la Guardia Nacional y elementos del Ejército Mexicano o de la Marina.
Bajo estas circunstancias, la retirada estratégica para ser lo mejor para Carmona Gándara y el propio gobierno del estado. La imagen del saludo y diálogo ocurrido en el evento de ayer, parece confirmar que ya están sentadas las bases para consumar su salida de la Fiscalía General.