Juego de Manos - Las pre-elecciones III
En opinión de Diego Pacheco
La alianza Va por México se sometió a un rebranding, para convertirse en el Frente Amplio por México y, aprovechando su nueva imagen, anunciaron el método por el cual seleccionaran a la persona “Responsable Nacional del Frente” A.K.A. su candidatura por la presidencia de la República.
Dicho proceso dará inicio el próximo 4 de julio, cuando las personas que aspiren a esta posición podrán registrarse ante la Comisión de Registros del PAN, PRI y PRD. Ojo, para poder registrarse deberán contar con un apoyo de ciudadanos, militantes o simpatizantes, que deberá verse reflejado como firmas en una plataforma del Frente.
Posterior a ello, quienes cumplan con el requisito de 150,000 firmas mínimas, pasarán a la siguiente etapa, donde se llevará a cabo un debate y estudios de opinión pública para medir a las y los aspirantes. A partir de ello, las 3 personas mejor posicionadas pasarán a la última etapa, donde ellas participarán en 5 foros regionales, se realizarán nuevos estudios de opinión pública y, con ello, el 3 de septiembre se dará a conocer a la persona ganadora del estudio de opinión.
Finalmente, en paralelo, se levantará una encuesta a las personas registradas en la plataforma. Los resultados del estudio de opinión y la encuesta tendrán un valor de 50-50 y, con ello, se definirá a la persona Responsable Nacional del Frente.
Así, los nombres que figuran como posibles candidatos y candidatas de la oposición a la silla presidencias son: los diputados Santiago Creel (PAN), Gabriel Quadri (PAN), Juan Carlos Romero Hicks (PAN), Ildefonso Guajardo (PRI); así como las senadoras Xóchitl Gálvez (PAN), Beatriz Paredes (PRI), Claudia Ruíz Massieu (PRI) y Lilly Téllez (PAN); el exgobernador de Michoacán Silvano Aureoles (PRI), el exsecretario de Turismo de la administración de Enrique Peña Nieto, Enrique de la Madrid (PRI), el exgobernador de Oaxaca, Alejandro Murat (PRI), el empresario Gustavo de Hoyos, y el político José Ángel Gurría.
Un dato importante, aunado a ello, se declaró que en el Frente no se aceptarán a las corcholatas “rechazadas” de Morena. Ello pone en duda la posibilidad de que quienes estén inconformes en el bloque oficialista puedan saltar del barco, en caso de que el horizonte se vea gris; empero, la solidez de esta declaración dependerá de cómo crezcan las y los aspirantes opositores; así como del crecimiento que tengan los oficialistas y los ánimos al interior de la alianza.
Al final, la rentabilidad electoral será el aspecto más importante para esta contienda. Cuando se juega una presidencia de la República, las palabras de honor y las ideologías discursivamente inamovibles pasan a segundo plano.
Coincidencias y diferencias
Por inspiración o coincidencia, esta pre-precampaña presenta similitudes con el ya adelantado proceso morenista. La premura del proceso, el hincapié en la participación ciudadana y las herramientas de medición de la opinión pública son grandes similitudes entre ambas propuestas. Sin embargo, se presentan diferencias importantes como la realización de debates, las mediciones casi permanentes y los requisitos de aprobación social (firmas) para acceder a la contienda.
Más allá de los discursos de uno u otro bando, la realidad es que estos procesos tienen una finalidad clara, además de medir a sus corcholatas para su eventual designación: la posibilidad de hacer campaña —y, por ende, dar presencia a sus marcas— a lo largo y ancho del país sin los impedimentos que la normativa electoral establece.
Morena, por su posición a nivel nacional y por su estrategia electoral, lleva una ventaja en tiempo y percepción, dos puntos sobre los cuales el bando opositor deberá trabajar si tiene intenciones de recortar la distancia con sus contrincantes. Las pre-precampañas fueron el gallo que, por fin, despertó a una oposición apática y escasa que, frente al partido en el poder, se achica y frente a la ciudadanía, aburre. Hasta ahora.
¿Quiénes no juegan?
Alito Moreno, dirigente nacional del PRI, ha descartado su intención de competir por la candidatura a la presidencia de la República en 2024, bajo el argumento de que se enfocará en buscar la unidad al interior de la coalición. De igual manera, el senador integrante del grupo plural del Senado de la República Germán Martínez; y el gobernador de Yucatán —el gobernador mejor evaluado del país— Mauricio Vila; han rechazado sus intenciones.
Por cierto
¡Que calor! Las semanas pasadas se vivieron temperaturas extraordinarias en toda la República. Morelos, donde el clima suele ser motivo de envidia hacia el exterior, se convirtió en un comal gigante y nosotros, cual cecina de Yecapixtla, nos vimos a la merced del ardor implacable.
Ahora que la ola de calor ha terminado, hay un par de puntos que llaman a la reflexión. Este fenómeno no es coincidencia ni causa del azar, el planeta se está calentando, el clima está cambiando (veamos, en nuestro espacio, el cambio que han tenido las estaciones de lluvia y sequía) y todo indica que esta no será la última vez que nos enfrentemos a un fenómeno de esta naturaleza (¿o antinaturaleza?).
Volviendo la vista a nuestro entorno, el combo de plagas con el desarrollo urbano sin planificación sostenible, ha llevado a la tala de un número importante de árboles antiguos. La imagen urbana está cambiando y, lamentablemente, la siempre verde Ciudad de la Eterna Primavera está perdiendo sus colores característicos. Urgen acciones para contener este cambio.
Finalmente, la culpa no se encuentra exclusivamente en el individuo, sino que el daño medioambiental obedece a intereses y procesos preestablecidos, cuya rigidez pone en segundo plano la sostenibilidad de las acciones. En otras palabras, se le suele dar mayor importancia a la producción en grandes volúmenes, o al incremento de la urbanización; que a la búsqueda de un equilibrio entre el crecimiento urbano y el cuidado medioambiental.
Para asegurar un futuro próspero y seguro para las siguientes generaciones, debemos pensar en un crecimiento estratégico, sostenible y sustentable. El desarrollo descontrolado, que ignora las necesidades del presente y el futuro, es un desastre en proceso.
Nada es coincidencia:
diegopachecowil@gmail.com