Inclusión Educativa en la UAEM - Lengua Escrita para Sordos II: CELE-UIEAD
En opinión de Eliseo Guajardo Ramos
En continuidad al artículo anterior tenemos que la Lengua Escrita es la única forma en que una persona Sorda, usuaria de Lengua de Señas Mexicana (LSM), puede acceder a la Lengua Española o a cualquiera otra lengua con escritura, porque hay lenguas ágrafas. La propia LSM y otras LS lo son. Aunque existen diccionarios o inventarios léxicos de imágenes de las señas o signos lingüísticos correspondientes.
La Lengua Escrita no sólo se inscribe en el campo de la lingüística -cuestión que no siempre fue reconocida por los propios lingüistas-, lo es también, del campo de la cultura y el de la historia. Algunos autores de la Teoría de la Escritura como Nina Catach del Centro de Investigaciones Científicas de Francia, indica que la Lengua Escrita es un pluristema. Emilia Ferreiro ha señalado que no corresponde a uno solo de los campos, que no es de ninguno. Creemos que en realidad es un objeto de conocimiento transdisciplinario.
Comencemos señalando que la comprensión del sistema de escritura tiene que ver en principio con la anticipación del contenido. Esto depende del género textual que en gran medida está determinado por el soporte material de este. La tecnología influye en este soporte material. De un periódico, se esperaría un contenido noticioso, agregado “infomerciales”; de una revista, las imágenes definen si es científica, de geografía o de viajes, es un espectro infinito que las ilustraciones circunscriben. Un cartel, un anuncio, etiquetas. Etcétera. Se genera una hipótesis y la búsqueda de su confirmación o modificación de esta. Sucesiva o simultáneamente, se ocupan de la predicción del texto, esto es ya sobre un aspecto más micro de la escritura. Por ejemplo, si hay mayúscula es el inicio de un enunciado, una idea nueva, o un nombre propio. Incluso, un párrafo. Los espacios en blanco entre las palabras, Esta información la proporciona la parte gráfica del texto. En español, hay patrones de combinación de letras que son frecuentes. Uno de ellos, es la secuencia consonante vocal (CV), que son las sílabas directas, se siguen en frecuencia las inversas, vocal consonante (VC) y Las complejas, consonante vocal, consonante CVC). Son menos frecuentes las trabadas, que son dos consonantes y vocal al final (CCV). Éstas, hasta tienen dificultad para pronunciarse por los oyentes. La visión gráfica de los patrones es susceptible de predicción por su frecuencia en los textos. Se pueden hacer en la lectura en silencio, sin tener que hacerse en voz alta. Digamos que pueden llegar a ser comunes entre los oyentes y las personas sordas, ya que se prescinde de la oralización.
Estos dos mecanismos, como es la anticipación y predicción lo realizan todos los lectores, sean buenos o malos lectores. Los autores explican que leer es igual en todas las personas. Que es cómo manejar un coche, todos se manejan igual, sea de la marca y modelo que sea. Una persona que sabe manejar uno puede manejar cualquiera. No vamos a esperar que la lectura de un texto escrito sea diferente con las personas Sordas. Tenemos que hacer un inventario de los géneros textuales que conocen. No podemos dar por sentado ni que conocen todos los géneros que la mayoría de las personas de su medio sociocultural dominan, ni suponer que no conocen ninguno. Es sorprendente conocer todo lo que dominan en lo referente a redes sociales, como es el Facebook, el Twitter, o el WhatApp. Máxime que este último, puede hacerse en videollamada, también. Se trata de conocer si las hipótesis son o no pertinentes. Eso sería el inventario. Debemos de entender que la escritura es, ante todo, cultura escrita. Por ello, hay que hacer una inmersión en los géneros textuales generales y en los géneros textuales de acuerdo con el perfil académico o profesional del nivel educativo que se trate. Todo texto tiene su contexto, a eso se refiere esta aproximación.
Es importante iniciar por lo que nos ofrece la información gráfica de la escritura para inducir su anticipación y predicción. Dejar para en final la correspondencia gramofónica de las palabras. Esas se van a resolver con estrategias dactilográficas. Que es lo más arduo.
Los niños pequeños distinguen patrones de escritura que tienen o no significado. Si son escrituras tres o cuatro o más grafías con la misma letra, dicen que no dice nada. Si son escrituras con una o dos letras, tampoco. Ellos piensan que de tres o más letras diferentes ya puede decir algo. Esto es, para que diga deben ser de tres signos en adelante y diferentes entre sí, al menos las letras contiguas. Esto es un patrón que detectan los niños de 3 o 4 años, para los textos escritos. Al menos en la constelación gráfica que rodea al niño urbano en un contexto de español escrito. Esto es válido para el vocabulario de palabras sueltas de escritura. Es diferente para la escritura de enunciados.
Cuando decimos los niños, no es que sea que eso piensan porque están pequeños o tienen corta edad. Es que la interacción con el sistema de escritura es inicial. Y desarrollan hipótesis o creencias que van comprobando o desechando y otras van ocupando su lugar. Porque, por ejemplo, distinguen un número de las letras. Y los números sí pueden decir algo, aunque se escriba uno solo. Ocurren hipótesis similares con adultos no alfabetizados cuando se aproximan a los textos escritos y se les pregunta igual. Estas ideas, las comparten también las personas sordas cuando se aproximan a la escritura. Es una cuestión de iniciación y desarrollo con la Lengua Escrita. Si bien, puede que no sean iguales, sí son similares. Las mismas hipótesis forman parte de una construcción del sistema de escritura.
Información que provee la escritura es la segmentación gráfica de las palabras en un texto o enunciado. En este caso, las palabras no son sólo nombres. Que, por otra parte, aunque sean nombres ya no lo son, son sustantivos cuando están en un enunciado. Casi siempre, estas palabras coinciden que se componen de tres o más letras. Pero otras palabras del enunciado, y no pocas, son de dos o hasta de una, es el caso de los artículos y pronombres. Estas palabras van a tener dificultad en ser tratadas como palabras. En estas, los niños que se inician en la escritura tienen dificultades evidentes en reconocerlas como palabras. No es extraño que también las personas sordas tengan dificultades similarmente. Por eso se dice que escriben como telegrama. Porque omiten artículos, conjunciones y preposiciones. En este caso, estamos frente a dificultades lexicales. Más que de vocabulario. Esto es, palabras con una función gramatical en las oraciones o frases.
Este es otro tema que merece ser tratado al detalle en otro artículo siguiente