Gobierno de Cuauhtémoc sexenio perdido, aseguran
Es opinión del Centro Morelos Rinde Cuentas
La conclusión del gobierno de Cuauhtémoc Blanco Bravo representa un alivio para los morelenses, ya que su administración se caracterizó por la falta de interés en mejorar la situación económica, política, social y de seguridad en la entidad. Se percibió un gobierno ausente, lo que ha dejado un significativo rezago en diversas áreas.
Durante su mandato, Morelos experimentó un aumento en los delitos de alto impacto, y se registró un incremento en la pobreza, marcando un sexenio de retroceso en el bienestar de la población. La actual administración se encuentra en un estado de abandono, sin planeación ni proyectos claros, lo que impone la necesidad de comenzar de nuevo.
La llegada de Margarita González Saravia ofrece una nueva oportunidad para repensar la política pública y transformar la situación económica, política y social del estado. Este cambio es crucial para redefinir los indicadores y las estrategias en el ejercicio del cargo público.
Roberto Salinas de Morelos también ha abordado la problemática de la deuda financiera heredada por Cuauhtémoc Blanco, quien no cumplió con las obligaciones de pago de la administración de Graco Ramírez Garrido Abreu. Según Salinas, se han pagado más de 3,000 millones de pesos únicamente en intereses, lo que ha llevado a la necesidad de un refinanciamiento y a la solicitud de un nuevo crédito, sin que la deuda haya disminuido en comparación con la administración anterior.
Con estos desafíos, la nueva administración enfrenta la tarea de reconstruir la confianza y revertir el daño causado en años recientes.
La transición hacia la nueva administración de Margarita González Saravia se presenta como una oportunidad clave para establecer un rumbo diferente. La necesidad de una planeación adecuada y proyectos concretos es fundamental para abordar los retos que enfrenta Morelos. Es imperativo que se implementen estrategias efectivas que atiendan no solo la seguridad, sino también la economía y el desarrollo social.
Además, la creación de un diálogo constructivo entre los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial es esencial para evitar conflictos que obstaculicen el progreso. La colaboración y el compromiso de todos los actores políticos son vitales para fomentar un entorno de gobernabilidad que permita a Morelos avanzar.
La administración de González Saravia deberá enfocarse en la recuperación de la confianza ciudadana y en el fortalecimiento de las instituciones. Esto incluye mejorar la transparencia en la gestión pública y establecer mecanismos que permitan a la ciudadanía participar activamente en la toma de decisiones.
Los morelenses esperan que esta nueva etapa se traduzca en un cambio tangible en sus vidas, donde la seguridad, la economía y el bienestar social sean prioridades claras. Solo así se podrá cerrar el capítulo de una administración que, a pesar de las promesas, dejó a Morelos en una situación de vulnerabilidad.
Con la mirada puesta en el futuro, es momento de reconstruir y transformar la realidad de Morelos, aprovechando esta nueva oportunidad para construir un estado más justo y próspero.