Escala de Grises - Rumbo al 8M
En opinión de Arendy Ávalos
Este viernes se conmemora el Día Internacional de la Mujer y, como cada ocho de marzo, las mujeres alrededor de México y del mundo se han organizado para realizar manifestaciones, protestas y actividades para abordar los temas que forman parte de una agenda cada vez más amplia.
Además de las convocatorias, los contingentes y las recomendaciones para quienes asistirán a las marchas que se realizarán en todo el territorio nacional, este también es un día que sirve como plataforma para abordar cuestiones como los diferentes tipos de violencia de género, testimonios de abuso, entre otras. Es decir, es una oportunidad más para visibilizar la realidad que nos atraviesa.
Este 2024, el 8M en México se vive con la posibilidad de tener a la primera presidenta de la historia, pero también con el hecho de que, todavía, se cometen más de 11 feminicidios por día. Igual que hace décadas, la violencia de género está presente todos los días. Entonces, ¿el cambio será realmente significativo, más allá de los simbolismos?
No me malentienda. Claro que tener a una presidenta representa un cambio importante, especialmente en un país misógino y machista. Sin embargo, esa transformación (por decirle de alguna manera) debe ir más allá de lo superficial. Es indispensable que se consideren los ejes que resultan urgentes de atender y, a partir de eso, trazar estrategias para combatir los problemas estructurales desde las raíces.
De lo contrario, los esfuerzos por parte de la élite política se quedarán únicamente como un performance más. Algo debe quedarnos claro: la violencia de género está presente en todos los sectores, en todos los aspectos que conforman el sistema: seguridad, economía, política, educación, salud, cultura y un largo etcétera.
Como se ha establecido en este espacio, no basta con que los puestos de poder sean ocupados por mujeres, también es indispensable que esas mujeres representen los intereses de la población y tengan una perspectiva de género que represente un verdadero cambio de paradigma.
La impunidad
De acuerdo con Animal Político, del 2015 al 2023, el índice de investigaciones por delitos en contra de la libertad y la seguridad sexual aumentaron un 184% en todo el país. Las cifras oficiales, proporcionadas por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) son una muestra más de la crisis que se vive en México.
¿Y las políticas públicas? ¿Y las estrategias para prevenir esos delitos? ¿Y las medidas para proteger a las víctimas? ¿Y la capacitación para el personal responsable de atender e investigar estos casos? ¿Y las investigaciones con perspectiva de género? ¿Y la justicia para las víctimas?
Según las estadísticas, menos del 2% de las denuncias por abuso, acoso, hostigamiento y violaciones (simples y equiparadas) resultaron en una sentencia condenatoria. Tan sólo el año pasado, se abrieron 98 carpetas de investigación cada día por estos delitos. Y aún así, las acciones para atender el problema siguen siendo casi nulas o, peor aún, irrelevantes.
Cerrar los ojos y hacerse de oídos sordos ante las exigencias de las mujeres ya no es una opción. Ni en este país ni en ningún otro. Es indispensable que las autoridades (independientemente de su género), las instituciones y las organizaciones reconozcan que existe una violencia incontenible en contra de las mujeres y que, a partir de eso, se destinen recursos para atender el problema.
Este año, cada una desde su trinchera, exigiremos justicia el 8M y todos los días. Vamos a recordar a las víctimas de feminicidio, denunciaremos la criminalización, nos pronunciaremos en contra de la revictimización, demandaremos espacios seguros y levantaremos el puño con digna rabia en contra de la impunidad.
Vamos juntas:
@Arendy_Avalos en X y Threads