Escala de Grises - Los hijos que no tenían

En opinión de Arendy Ávalos

Escala de Grises - Los hijos que no tenían

El nombre de Cecilia Flores, fundadora de las Madres Buscadoras de Sonora, inundó los medios nacionales una vez más. En recientes días, la activista denunció ser víctima de amenazas de muerte y tortura psicológica. ¿El objetivo? Obligarla a dejar de realizar sus labores de búsqueda.

 

A través de sus plataformas digitales, la madre buscadora compartió un video en el que confiesa no saber quiénes son las personas que la amenazan: “No sé si es un cártel o una autoridad, pero son cada vez más fuertes”, aseguró. De acuerdo con su testimonio, cada vez tiene más miedo, pero no quiere dejar de buscar a Marco Antonio y Alejandro, sus dos hijos desaparecidos.

 

Los mensajes que recibe Cecilia están conformados por fotografías de personas torturadas y descuartizadas, insinuando que ella podría ser la siguiente. La activista sostuvo que le están quitando su paz y su tranquilidad. Además, la Madre Buscadora externó su incomprensión ante los hechos.

 

“¿Por qué tantas amenazas? ¿Por qué tanto odio contra una madre que lo único que ha hecho es luchar por sus desaparecidos?”, se preguntó. Cecilia, consciente de la importancia que tiene su labor y el de sus compañeras, solicitó que no se amenace a las Madres Buscadoras y, por supuesto, no se les asesine.

 

Lamentablemente, esta no es la primera vez que la activistas son amenazadas o que su integridad es vulnerada. Tan sólo en el segundo día de mayo, Teresa Magueyal fue asesinada en Guanajuato sin que las autoridades pudieran garantizar su seguridad o brindarle protección alguna. Durante el 2022, cuatro mujeres que buscaban a sus familiares desaparecidos también fueron asesinadas.

 

En su comunicado, Cecilia Flores exigió al Estado investigar las amenazas que recibe todos los días. Según la rastreadora, lo único que está haciendo es ejercer el derecho que tienen sus hijos a ser buscados, tratar de encontrarlos para sanar el vacío que dejaron con su ausencia.

 

Sin embargo, el panorama en México para las madres y familiares de personas desaparecidas no tiene antecedentes favorables. A pesar de las incontables fosas clandestinas que se han localizado durante los últimos años, la impunidad en los 111 mil casos de desaparición forzada continúa y el Estado sigue de brazos cruzados.

 

Lo mencioné hace algunas semanas. No hay recursos (de ningún tipo) que basten para poder remediar los daños que el crimen organizado, la corrupción y la negligencia por parte de las autoridades han causado en la sociedad. De acuerdo con Animal Político, hasta ahora, las Madres Buscadoras de Sonora han localizado más de dos mil cuerpos en dicha entidad.

 

Cecilia Flores afirma que, a lo largo de sus años como rastreadora, ha encontrado a “muchísimos hijos que no tenía y que han logrado regresar a casa”. Al igual que ella, las Madres Buscadoras se han especializado en ciencia forense, criminología y derecho internacional gracias a la empiria.

 

Aunque realizan las labores que le corresponden al Estado y que nadie realiza, no ha sido posible impulsar protocolos efectivos de protección ni de investigación que procuren su seguridad en el campo y dentro de sus casas. Como si el tener a sus hijos desaparecidos no fuera suficiente, las Madres Buscadoras también se deben enfrentar a las amenazas por parte de quienes pretenden ocultar la verdad.

 

A nivel internacional, la labor de las Madres Buscadoras cobra cada vez mayor relevancia. Sin embargo, la visibilidad no basta para garantizar la seguridad o los recursos que se necesitan. La vulnerabilidad de las activistas frente al monstruo de las desapariciones forzadas en México resulta urgente de atender.

 

Ya no bastan los mecanismos de protección, es insuficiente condenar enérgicamente lo que ocurre todos los días en México. Es deber de las autoridades implementar medidas efectivas que prevengan más amenazas para Ceci Flores y para todas las rastreadoras que exigen justicia para los hijos que no tenían, para los hijos que siguen buscando y para todos aquellos que quedan por localizar.

 

Hoy y las veces que sean necesarias: Hasta encontrarles.

arendy.avalos@gmail.com

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