Escala de Grises - Justicia con perspectiva de género

En Querétaro, una niña de 14 años (cuyo nombre no será mencionado en este espacio) fue abusada sexualmente por un familiar de 17 años. Sin embargo, ante una situación complicada y un contexto ya vulnerable, la menor de edad no habló de lo sucedido con sus padres. Pasaron las semanas y la adolescente no sabía que estaba embarazada.

Después de algunos meses, sufrió un aborto espontáneo. Ese fue el panorama por el que la Fiscalía de Querétaro inició un proceso penal en el que señala a la menor por homicidio, bajo el argumento de que el producto nació a las 36 semanas y murió “por estrangulamiento”, delito que podría representar tres años de internamiento en un centro para adolescentes.

Según la versión del fiscal, Víctor Antonio de Jesús Hernández, la niña de 14 años se encuentra bajo arraigo domiciliario. El caso fue abordado por la organización Adax Digitales, misma que sostiene la versión de un aborto espontáneo para defender a la adolescente. El caso se ha difundido a nivel nacional y la polémica ha llegado a manos de la presidenta de México.

Durante su primera conferencia de esta semana, Claudia Sheinbaum solicitó a la Secretaría de las Mujeres involucrarse inmediatamente. De acuerdo con la mandataria, es inaceptable criminalizar a una niña de 14 años, por lo que puso a su disposición la asesoría legal de su gobierno para enfrentar el proceso impuesto por la Fiscalía de Querétaro.

Del mismo modo, Citlalli Hernández, titular de la secretaría, aseguró que se reuniría con Mauricio Kuri, gobernador del estado, para discutir el tema y analizar las decisiones de la fiscalía. Según sus declaraciones, la procuración de justicia sin perspectiva de género es otra forma de injusticia, especialmente si es en contra de la niñez.

Hasta el momento en que se escribió esta columna, no había más actualizaciones sobre el caso. Sin embargo, en el aire está la promesa de que el gobierno federal no permita que la negligencia del sistema vulnere —aún más— a una niña que necesita la protección inmediata del Estado.

Si analizamos la situación con los ojos correctos, los que garantizan y reconocen los derechos humanos, la decisión por parte de la fiscalía no sólo es equivocada, sino también absolutamente violenta. ¿Cómo puede evadirse un testimonio de abuso sexual y no investigarse de acuerdo con el protocolo correspondiente?

¿Qué clase de capacitación se brinda no sólo al personal de las fiscalías estatales, sino a los fiscales mismos, a quienes forman parte de los ministerios públicos? ¿Por qué una niña de 14 años es condenada por un aborto espontáneo, mientras que su agresor se encuentra en absoluta libertad?

¿Por qué Querétaro se ha opuesto a proteger los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y personas con capacidad de gestar? ¿Pueden más las creencias religiosas que la garantía de los derechos humanos, independientemente de la edad de las víctimas? ¿Cuáles serán las consecuencias para las omisiones del fiscal y de las autoridades involucradas?

Cada año, las cifras de violencia sexual en México se incrementan y las campañas de prevención no son lo suficientemente efectivas para proteger a las infancias de este monstruo que, en gran parte de los casos, forma parte de su círculo cercano. Esas son las vidas que vale la pena proteger, los esfuerzos que son imperativos de emprender y los delitos que se necesita investigar.

Voltear la vista hacia la realidad que se presenta todos los días, con cifras impactantes, tal vez sea una forma más de involucrarnos. Tan sólo durante el 2023, los casos de abuso sexual a niñas, niños y adolescentes en nuestro país era superior a los nueve mil, según la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM).

Concientizar a toda la población sobre la importancia de prevenir y atender este delito es sólo una parte de la lista de cosas por hacer. Se requieren investigaciones precisas y el involucramiento del Estado para que los responsables sean juzgados tal como lo indica la ley, sin carpetazos, sin negligencia, sin corrupción.

Cambiemos el enfoque:

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