El Tercer Ojo - La Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) y la Inclusión Educativa. Isaura Margarita Porras Cruz. Un caso para la exaltación.
En opinión de J. Enrique Alvarez Alcántara
“--Ya se dijo otras tantas veces.
Susurraron a mi oreja diestra varias voces, sucesivamente. Entonces, agregaron con certeza, fuera de toda duda:
-- Más aún, recientemente, hace algunas horas, se ha escrito y publicado lo que ahora pregona.
Al haber oído este mensaje dudé y llegué a pensar que era innecesario escribir, nuevamente, sobre este asunto; empero, al lado opuesto donde las voces que refiero se escucharon, otra voces, a grito abierto me dijeron:
-- Cuantas veces sea necesario repetirlo, habrá que hacerlo porque solemos ser desmemoriados o nuestra atención se dispersa entre tantos sucesos; hay que repetir hasta que las miradas y rostros se orienten al hecho irrefutable de su trascendencia.”
Estimados lectores de la columna semanal, El Tercer Ojo, en el diario El Regional del Sur; esta semana quiero atraer su atención hacia un hecho que, según mi opinión, posee una importancia de trascendencia internacional.
Sí, ya sé que el miércoles más reciente, en este mismo diario, el Dr. Eliseo Guajardo Ramos publico un artículo en su colaboración semanal, Concepto Social de la Discapacidad, cuyo título es Lic. Isaura Margarita Porras Cruz: FTDM-UIEAD, UAEM (Concepto Social de Discapacidad - Lic. Isaura Margarita Porras Cruz: FTDM-UIEAD. UAEM - El Regional del Sur) en el cual, entre otras cuestiones expresa:
“El pasado viernes 19 de abril, en la Facultad de Teatro, Danza y Música, de la UAEM, presentó su examen profesional Margarita Porras para obtener el título de Licenciatura en Música, con modalidad en instrumentos musical (piano); con opción en Memoria de Trabajo Profesional. (…Agregó enseguida que…) Esto podría pasar desapercibido (… y, diría yo, considerado sin importancia alguna. (… de no haberse tratado de una estudiante con ceguera total y con Síndrome de Down, simultáneas. (… Como ello resultará entendible, congénitas, es decir, desde el nacimiento…)”:
Mas adelante agregó los siguientes datos:
“Aquí quiero hacer una acotación necesaria. Los expertos en desarrollo de los niños sobresalientes o talentosos señalan que lo son (... en…) en el conocimiento científico, o en el deporte, o en el arte. Hay quienes, los menos, lo pueden ser en todas estas áreas del desarrollo. Lo admiten, cuando lo interseccionan con alguna discapacidad, con casos de Asperger. Pero los casos de los niños talentosos pueden serlo no sólo en niños inteligentes sin discapacidad, lo pueden ser en casos de niños con discapacidad. Pero es menos estudiado”.
Cierro aquí lo que el Dr. Eliseo Guajardo expreso y que pueden leer en el artículo referido y citado.
Lo que deseo resaltar es el hecho de que históricamente las personas que cursan su desarrollo con alguna deficiencia que se muestra en una discapacidad han sido objeto de una exclusión del ejercicio pleno de sus “Derechos Humanos Fundamentales” y, muy específicamente, del “Derecho a la Educación”, sin dar por descontado la inusitada posibilidad de ingresar, cursar y concluir la educación superior. Empero, aún más, cuando la persona en cuestión cursa su desarrollo con un síndrome complejo que incluye tanto el Síndrome de Down, como una ceguera congénitas es más evidente ello; y si adicionamos su condición de mujer, ya estamos frisando el terreno de lo insólito.
Por otro lado, a lo largo de la historia de las Instituciones de Educación Superior (IES –públicas o privadas—) en nuestro país, en casi toda nuestra América Latina, por no decir de los cinco continentes que conforma nuestro planeta, que yo sepa, y lo subrayo, que yo sepa, no existe caso alguno documentado de una persona con ceguera y Síndrome de Down conjuntos que haya cursado satisfactoria y exitosamente una carrera profesional de nivel licenciatura.
Es por esta razón que no puede permanecer invisibilizado este suceso.
Con base en la información de la cual dispongo, Es la primera vez que dentro de una (IES) pública, ubicada en México y, específicamente en el Estado de Morelos, se observa este suceso exitoso.
¿Ha jugado un papel determinante el conjunto de acciones y tareas que la UAEM, con el apoyo de la UIED, y la Facultad de Teatro, Danza y Música diseñaron e instrumentaron?
Sin duda alguna, sí.
Sin embargo no es lo único destacable en este evento. Asimismo, y ello es necesario resaltarlo, la entereza y tenacidad, por un lado, de Isaura Margarita Porras y, por el otro, de su padre y su madre, quienes a lo largo de poco más de una tercia de decenios han luchado contracorriente para abatir el conjunto de “Barreras” que recurrentemente aparecen frente a estas personas y su familiares, es el otro aspecto resaltable y loable. ¡Nunca darse por vencidos, ni vencidos!
Por otro lado, es destacable el hecho de que acontecimientos como éste son posibles si y sólo si se coordina un trabajo orientado hacia la familia y basado en la comunidad. No hay posibilidad alguna de hablar de rehabilitación, de integración o de inclusión, si no lo hacemos parados sobre los enfoques centrado en la persona y la familia y basados en la comunidad. Persona, familia y comunidad –léase en ese caso la UAEM— son la tríada de elementos que sustentan este resultado, el cual sería impensable de otro modo.
Finalmente quiero decir que nunca nos equivocamos al impulsar la creación de un Programa Universitario para la Inclusión Educativa de Personas con Discapacidad, primero, de un Programa Universitario para la Inclusión Educativa y Atención a la Diversidad, después, antecedentes de la actual Unidad para la Inclusión Educativa y Atención a la Diversidad dentro de la UAEM.
Loas a Isaura Margarita Porras Cruz, a su padre César Porras, a su madre Imelda Cruz y a la UAEM, a través de la Facultad de Teatro, Danza y Música y la Unidad para la Inclusión Educativa y Atención a la Diversidad.