El “qué hacer” para erradicar la violencia feminicida
En opinión de Lorena Elizabeth Castillo
Ante la falta de prevención y procuración de justicia para las víctimas de feminicidios, Morelos continúa en este 2024, entre los primeros lugares en el país en este tipo de crímenes con saña contra las mujeres.
Las cifras del año pasado, según todas la evidencias y denuncias, continúan en escala ascendente, por lo que violencia e inseguridad para las mujeres prevalece en el estado.
Todo ello en un contexto de campañas políticas en las que abunda el criterio de “prometer no empobrece”, salvo contadas excepciones de algunas candidatas que han abordado el tema en su discursos.
Resulta preocupante que, ante tal escalada de descomposición social, sean solo algunas instancias gubernamentales y muchas asociaciones mujeres de la sociedad civil y feministas, quienes alcen la voz para poner el dedo en la llaga del fenómeno de abusos contra las mujeres. Ante tal panorama y nulos resultados, en ocasiones llegamos a entender la actitud anárquica y extrema protesta , lo cual no implica la apología de la violencia sin resultados concretos.
Por todo ello es que no dejaremos de insistir en evidente urgencia de que las y los actuales aspirantes a cargos de elección y puestos en las administraciones federal, estatal y municipal se manifiesten en el sentido del “¿qué hacer?” para detener el grave avance de los delitos de alto impacto los cuales, como ya lo anotamos, inciden sobremanera en la población de mujeres.
En el plazo inmediato, no basta con señalar los nulos resultados en materia de seguridad pública, sino que las actuales autoridades, sobre todo en el rubro de la prevención de delito, investigación y procuración de justicia, den los resultados a que se comprometieron al asumir el cargo y que la de Morelos deje de ser una sociedad atemorizada.
Por lo tanto, en corto plazo, deberíamos estar ya escuchando las estrategias y acciones que están diseñan los equipos de seguridad y prevención del delito de las y los actuales candidatos, destinadas a revertir las cifras que anotamos al inicio de esta colaboración.
En el mediano plazo, es decir, en el mes de octubre, cuando se renueven las administraciones de los tres niveles de gobierno podría ser el inicio, sin duda, del cumplimiento de las amplias expectativas generadas en los compromisos de campañas.
Existen tantos y tan graves pendientes con la sociedad mexicana y específicamente, con las mujeres, que por pequeños y graduales que sean los avances que se alcancen en los primeros días, serán fundamentales para consolidar la erradicación de la violencia feminicida y la descomposición social que la antecede y acompaña.