El Tercer Ojo - Breve Glosario de Términos en Salud Mental (Primera parte).

En opinión de J. Enrique Álvarez Alcántara

El Tercer Ojo - Breve Glosario de Términos en Salud Mental (Primera parte).

Muy recientemente, para ser preciso, el día 23 de junio último, por la tarde, se realizó el Conversatorio: “Salud  Mental y bienestar psicológico en las sociedades contemporáneas”, dentro del Coloquio “Ecologías cerebrales: diálogos entre neurociencias, arte y cultura” organizado por la UNAM, junto con Zenia Yébenes, y Jesús Ramírez-Bermudez; estuvieron en éste Eugenio Tisselli, Mónica Nepote, Francisco Serratos, Gerardo Vázquez, Ana Bonilla, Gloribely Gonzáleza, Nadia Cortés, Inés Sanguinetti, Tania Aedo, Jaime Lobato, Octavio Moctezuma,  Bulmaro Ruiz y Columba Zavala. Este fue coordinado por Ximena González Grandón y Jesús Ramírez-Bermúdez.

En dicha actividad se abordaron una serie de temas relacionados con las categorías de salud mental, bienestar psicológico, normalidad, patología, salud, bienestar, sociedades contemporáneas, adicción a la búsqueda de la idea de salud, “happycaracia”, psiquiatra, psicologia, entre otras cuestiones más.

Pues bien, queridos lectores que siguen El Tercer Ojo, esta ocasión me propongo compartir con ustedes, bajo mi punto de vista, la pertenencia y validez de analizar, discutir y reflexionar sobre esta cuestión.

Debo comentar, en principio, que utilizo el término de glosario y no de diccionario porque una glosa es en esencia, «una nota escrita en los márgenes o entre las líneas de los libros, en la cual suele explicarse su significado en su lengua original o en otra lengua». Las glosas pueden variar en su complejidad o elaboración, dado que son ideas que el autor de las glosas trata de adicionar al texto, nota o término que presenta, con fines de precisión. Por ende, «un conjunto de glosas es un glosario».

Por otro lado, siguiendo el Diccionario de la Lengua Española, diseñado y publicado por la Real Academia de la Lengua Española (RAE), en su versión de octubre 2014, se define el término glosario de la siguiente manera: «Catálogo de palabras de una misma disciplina, de un mismo campo de estudio, de una misma obra, etc., definidas o comentadas».

Considero necesario adicionar que un glosario no es lo mismo que un diccionario, pese a que ambos comparten la característica de presentar una serie de conceptos o términos, en orden alfabético, aportando una definición; en el glosario podemos encontrar, a diferencia de los dicciona- rios, una serie de glosas o comentarios que acompañan a los conceptos y sus definiciones.

En este caso no seguiré un orden alfabético ni circunscribiré a definiciones los términos aquí glosados, sino que los iré abordando de acuerdo con la dinámica del conversatorio.

Comienzo, luego entonces, con el asunto de la Contemporaneidad y de las Sociedades contemporáneas.

¿Qué sentido tiene hablar de contemporaneidad y de la “Sociedad contemporánea“?

Siguiendo a Julio Aróstegui Sánchez (https://doi.org/10.4000/mcv.2338): “La contemporaneidad es un concepto puesto en circulación con las revoluciones liberales en el tránsito de los siglos xviii a xix. Lo contemporáneo va elaborándose en medios intelectuales, políticos, historiográficos y literarios como una nueva categoría de la temporalidad histórica cuya referencia es, en el tiempo en que se construye la mentalidad liberal, la «historia coetánea» o «historia vivida». Con el paso del tiempo, desde su primitiva significación de categoría temporal, contemporaneidad pasa a convertirse en época histórica, precisamente la que abren las grandes revoluciones. La Historia Contemporánea se construye a lo largo del siglo xx. Pero esa Historia Contemporánea, que prolonga la Moderna, no será ya historia coetánea sino la historia abierta por la revolución que tiene su propia y específica categoría. El nuevo esfuerzo por una historia de la coetaneidad se llama ahora historia del presente”.

La noción de Coetaneidad adiciona, sin hacerlo explícito, una pluralidad de seres, contextos, tradiciones, qué sé yo, en una dimensión temporal idéntica.

En dicha dimensión temporal compartida, la dela “Era de la peste” (del COVId-19), no necesariamente las diferentes regiones planetarias, continentales, regionales o nacionales afrontan los mismos problemas bajo los mismos parámetros de interpretación, análisis, comprensión, actitudes o creencias en todos los lugare imaginados o reales. La dimensión fenomenológica noes equivalente para todas las regione y grupos sociales en la misma dimensión temporal e histórica; por ello