De 10 casos de violencia de género, solo 3 se denuncian
De 10 mujeres que sufren de violencia de género solo 3 son las que denuncian ante las autoridades correspondientes, además de que se tienen que continuar con las carpetas de investigación, lo que también, muchas veces no se sigue, señaló Sandra Balón Narciso, de la Instancia de la Mujer de Cuautla. Expresó que es un problema grave desde que en el 2015, Cuautla fue uno de los primeros municipios que tuvo la Alerta por Violencia de Género (AVG).
Explicó que a pesar de que las conductas se han ido agravando sobre la violencia de la que son objeto las mujeres, la gran mayoría prefiere quedarse callada, aunque se ponga en riesgo su vida, bajo el pretexto de que se defiende a los hijos. Indicó que es una situación difícil para las autoridades, porque ellos no pueden denunciar la violencia sino no se acompaña de la víctima de este tipo de situaciones.
Relató que las mujeres tienen miedo de que sus esposos, concubinos o parejas loas dejen, que se olviden de ellas, y no les importa seguir soportando cualquier tipo de violencia, porque no solo es física, sino también psicológica y hasta alimentaria. Observó que se han dado capacitaciones, se han hecho campañas en las colonias, se ha echado mano de los ayudantes municipales, para que se pueda actuar en caso de agresión, y la situación sigue siendo la misma.
Recalcó que mientras las mujeres no denuncien que sufren de violencia, que en su hogar hay violencia intrafamiliar, el problema va a seguir ahí con el riesgo de que hasta puedan perderla vida por no denunciar. Puntualizó que se han cometido feminicidios y no así, pueden espantarse, “el problema es que es más grande su miedo a quedarse solas, por lo que mejor se quedan calladas, aunque sufran de cualquier tipo de agresión”.
Balón Narciso urgió a que haya una cultura de la denuncia, que cualquier tipo de agresión, por pequeña que sea, se denuncie, ya de lo contrario el problema va a seguir y seguramente hasta no solo volverse cotidiano, sino que aumente. Dijo que se debe de cambiar, que se tiene que ver que hay riesgos los que se corren no solo por parte de las mujeres sino también de los menores de edad que sufren también las consecuencias de la violencia de género.