Cuando sea demasiado tarde… - Tutti Frutti Morelense
En opinión de Gabriel Dorantes Argandar
Buen día, apreciado lector. Siempre es importante celebrar el llegar con bien al fin de semana, ya ve usted cómo está la cosa de la legalidad en este país. Por un lado, ya regresó a sus funciones el Fiscal Morelense, y anunció que renunciaría a su cargo después de atender algunos pendientes. Me recuerda un poco a Plaxico Burress, después de que pasó un año en prisión por portación ilegal de un arma de fuego. Cuando salió de prisión ya no volvió a ser el mismo, de hecho, creo que sólo jugó una temporada y luego ya nadie lo quiso, y para afuera. Imagino que pasar unos meses a la sombra le habrá hecho reconsiderar algunas cosas de su vida, y mejor vámonos para Madagascar antes de que le vuelvan a poner grilletes. Afortunadamente nunca he estado en una prisión mexicana ni de visita, por lo que sólo puedo imaginar que no debe ser un lugar muy agradable. Habrá que ver cómo evolucionan las cosas los siguientes meses.
Por estos lares está agarrando velocidad la cosa electoral. Esta semana se anunciaron los no-candidatos para la todavía no-elección de la silla grande en el glorioso Estado de Morelos. Como siempre hubo gente que salió ganando y otra que se quedó muy descontenta, como siempre habrá juicios y denuncias y amparos y the like. La verdad es que trato de no ponerle demasiada atención porque lo encuentro muy desgastante y este año lo será excepcionalmente más, derivado de tanta anticipación de las campañas. Vaticino que las designaciones de los no-candidatos tendrá todavía otro round cuando se anuncie que siempre sí son candidatos porque los tiempos ya lo permiten, y vendrá otra oleada de juicios y denuncias y amparos y the like. En general vamos a llegar todos muy agotados y creo que se verá reflejado en la participación ciudadana, que de por sí viene en peligroso declive desde hace ya varios sexenios. Nuevamente, habrá que ver cómo evolucionan los siguientes meses.
También arranca el proceso electoral para la sucesión del Rector de la gloriosa Universidad Autónoma de Morelos. Termina el mandato del Dr. Urquiza, cuyos logros más sustanciales, según mi humilde opinión, son la importante reducción al déficit financiero y el aumento al presupuesto que gobierno del estado proporciona a mi Universidad. No me voy a deshacer en elogios porque tampoco conozco a detalle todos los pormenores de su gestión, pero haber sobrevivido seis años como Rector de una universidad de alrededor de diez mil trabajadores y cuarenta mil estudiantes luchando contra la política y la pandemia, no habrá sido cosa fácil. Su servidor fue Coordinador Académico de un programa de 30 profesores y 30 estudiantes por tres años, y casi muero en el intento. Enhorabuena, Dr. Urquiza. Ahora viene la elección de la terna por parte de la Junta de Gobierno, que muchos vaticinan que será en su totalidad compuesta por mujeres. Encuentro muy saludable que la siguiente persona que ocupe el séptimo piso de la Torre Oscura sea una mujer, vale la pena empezar a hacer algo diferente para poder tener resultados diferentes. No voy a profundizar más en el tema porque estoy demasiado joven como para cometer suicidio político hacia adentro de la universidad, pero le deseo el mejor de los éxitos a todos los candidatos. Hay que ser muy valiente para emprender tal acción, y eso es muy digno de ser reconocido.
Last but not least, la gloriosa capital del estado sigue yéndose por el retrete. Accidentes automovilísticos al por mayor, comienzan a aparecer restos de individuos enteros o por porciones, el dengue parece que está dando tregua, pero hay que estar muy al pendiente de los mosquitos (¿recuerdan que el Planeta Tierra es la reserva intergaláctica del mosquito? Técnicamente somos ganado), y pues como siempre, apreciado lector: si no tiene a qué salir, le ruego no lo haga.
Porque Morelos no ha muerto, y yo no sé cómo es que sigue vivo.