Cuando sea demasiado tarde… - Otro tutti frutti semanal…
En opinión de Gabriel Dorantes Argandar
Buen día, apreciado lector. Una vez más nos encontramos por estos lares haciendo de cuenta que el mundo no se está cayendo a pedazos y tratando de continuar con nuestras vidas con el bienestar que nos alcance. ¿A dónde vamos a ir a parar? La noticia de la semana fue que los israelitas descubrieron que Hezbollah usan beepers y radios para evadir la inteligencia militar, y en una acción conjunta interceptaron una compra de tales aparatos en masa, alrededor de cien. En lugar de impedir su adquisición, modificaron los dispositivos de tal manera que llevaban dentro una pequeña cantidad de explosivo, y permitieron que llegaran a su destino. Una vez repartidos entre los mandos, remotamente los hicieron detonar remotamente, me imagino que con una llamada de teléfono, o algo así de película. Cuando era chavo (el jueves una estudiante me dijo “señor,” le pedí que abandonara el aula, pero no quiso salirse) ayudaba a mi padre en una empresa que tenía. Todas las navidades había que llevar regalos a los compradores: una cafetera, una tostadora, un horno de microondas. Pequeños detalles que buscaban mantener a flote el negocio familiar. La misión de su servidor era entregar por la ciudad tales obsequios, y en el afán de no aburrirme, invitaba a mi mejor amigo a que me acompañara. Íbamos por la ciudad entregando paquetes a diestra y siniestra. Jugábamos a que “el paquete había sido entregado,” y hacíamos la gracia de oprimir un botón en el celular, como si fuera de película. Pues tal y como lo cuento, alrededor de cien beepers y otro tanto de radios hicieron explosión, la cifra de muertos llega a los 50, si no me equivoco. Alguien hizo una llamada en el celular y ¡pum! Muertos por doquier.
No por tener malos pensamientos, pero el López anduvo declarando que la guerra que se libra en el norte es para afectarlo a él. Ya ve usted que aparentemente (porque yo no sé nada y sólo lo leí) los Chapitos entregaron al Mayo a la justicia gringa, y pues poco sorprendentemente los Mayitos no se quedaron muy contentos con tal acción. Hasta se supone que hubo un intento de reunión entre los mismos, pero no se pudo concretar. Parece que el norte arde, y el preciso anda diciendo que todo es para perjudicar su imagen, hágame usted el favor. Tengo tiempo diciendo que lo que más vale en esta vida es el silencio, pero la idea no ha llegado muy lejos.
Estuve preguntando a mis estudiantes quiénes habían visto el desfile militar del 16, y cerca de la mitad no lo vieron. Le dieron casi una hora completa a la Guardia Nacional, y el despliegue de equipo y armamento fue bastante asombroso. Subrayo que mucho del equipo, algunas de las tanquetas y parte del armamento, son de fabricación mexicana. Pienso que es importante ver el desfile porque da la idea de que no estamos en ropa interior, la fuerza militar de nuestro país es significativa. Por supuesto que lamento que no hayan podido combatir el narcotráfico y el crimen organizado, pero por lo menos tienen equipamiento considerable, ya ve usted que Don Trompas amenaza con invadirnos. Más o menos a la misma hora del desfile, el general del destacamento de Jalisco, si no me equivoco, dio una conferencia de prensa donde sostiene que la misión del ejército es sólo cuidar a la población, no combatir a los malosos. Uno se pregunta, ¿a dónde vamos con la militarización del país? Me gustaría pensar que vamos hacia un ejército que no necesita armamento, especializado en rescate y despliegue de infraestructura. Sin embargo, le apuesto a usted unos tacos al pastor que en menos de quince días vamos a ver al López con uniforme de militar, y la Cheimbaum haciéndose a un lado para dar paso a su dueño.
Por lo demás, la joya del Cuauhnáhuac se sigue desmoronando. Las motocicletas circulan por doquier, le invito a circular por la carretera hacia Tepoztlán, verá vehículos con hasta cinco pasajeros en una motocicleta de baja cilindrada, y todos sin casco. Diría que ha servido un poco para que los conductores de automóvil sean más conscientes de sus acciones, en el fondo ¿quién querría tener en su consciencia tal atrocidad? La justicia cuernavacense se limita a recoger motocicletas en sus operativos de control, pero la facilidad y economía con la que se puede conseguir una unidad es mayor que la capacidad que tienen las autoridades de controlar tal fenómeno.
Por lo demás, la tía Mula convocó por oficio a una reunión para saber si se estaba trabajando, cosa que se le informó debidamente. Alguien me dijo que era preciso diferenciar lo importante de lo necesario, pero uno no tiene control sobre las patologías de los demás individuos, sobre todo los que tienen el control. Se asistió y se firmó la asistencia, ya ve usted que luego le andan descontando a uno por no darle gusto a la doña. Así que, si usted no tiene a qué salir, le ruego no lo haga, porque por dónde lo vea usted, este país no va a llegar al año que viene.
Porque México no ha muerto, y somos nosotros los que lo llevamos sobre los hombros.