Cuando sea demasiado tarde… - Otra vez el Paso de la Muerte

En opinión de Gabriel Dorantes Argandar

Cuando sea demasiado tarde… -  Otra vez el Paso de la Muerte

Yo sé que es un detalle muy curioso. Mi línea de investigación más prolífera es la de Psicología de la Movilidad, lo cual me lleva a cuestiones de tránsito (de coches, aunque a veces también intestinal). ¿Existe un campo de la Psicología que se dedica a la Movilidad? Pues, desde que Carl Rogers (1995) dijo que había suficiente Psicología como para que hubiera una para cada individuo (ustedes disculpen el exceso de paráfrasis), supongo que tendría que haber un lugar dónde poner a los conductores. Resulta que es un campo amplísimo, desde hace tiempo digo que la Movilidad es un tema del que no se sabe mucho, pero todo el mundo tiene algo que decir al respecto. Los coches, los vehículos mismos, son seres sin vida ni voluntad (hasta ahora). El CPU de la operación del vehículo lo lleva el individuo que lo conduce, y por ende está sujeto a todas las reglas, y la ausencia de éstas, a las que está sujeto el individuo.

            Desde que comencé a trabajar en mesteres de tránsito por ahí del 2005, he podido observar cómo es que la vida se mira de otra manera desde detrás del volante. Tom Vanderbilt (2009) explica cómo el ser humano no está hecho para conducir un vehículo. El estado evolutivo del cuerpo se encuentra más o menos en el momento en el que aprendimos a cultivar nuestros propios alimentos. La sociedad ha evolucionado, pero el cuerpo humano no tanto. Estamos diseñados para correr a 10 km/h, por lo que nuestra capacidad de entender el entorno a 100 km/h es muy reducida. Estamos diseñados para interactuar con individuos que se encuentran frente a nosotros, a pocos metros de distancia. Nuestra capacidad de interactuar con un individuo que se encuentra detrás de nosotros, o a 100 metros de distancia, es muy reducida. Las restricciones viales no son ociosas, existen para mantener el comportamiento de los individuos dentro de los límites de sus propias capacidades. Cien kilómetros por hora, equivale a casi 30 metros por segundo. Una alberca olímpica mide 50 metros de largo, y el récord mundial de natación me parece que está por debajo de los 10 segundos. Conducir un vehículo a esa velocidad es hacer algo que está, cuando poco, 10 veces por encima de las capacidades de nuestros cuerpos. Ésta es la razón por la cual la infraestructura tiene que estar diseñada para facilitar esta labor, no hacerla más difícil. Es muy fácil siempre culpar al exceso de velocidad, porque se supone que uno debe de circular a 10 km/h en áreas urbanas, 40 km/h en vías principales, y 60 km/h como umbral de la capacidad que tiene el conductor para reaccionar debidamente en un caso de emergencia. Si usted ha tenido el privilegio de presenciar el fenómeno de la movilidad en Morelos, comprenderá que sólo mencionar los límites es causa de risa.

            El Paso de la Muerte es el ejemplo vivo de que a gobierno le interesa reducir los excesos de población a través de la infraestructura. No se equivoque usted en decir que la obra fue diseñada con un lápiz sostenido entre las posaderas de un ingeniero. La obra emula la lógica salinista de la Autopista del Sol, sólo que la corrige y la aumenta. El negocio de la Autopista del Sol no estuvo en el costo de su construcción, está en el costo de su mantenimiento. Si se inauguró hace 30 años, ¿cuántas veces la ha visto usted en mantenimiento, apreciado lector? En lo personal odio ir a Acapulco, considero que se ha convertido en la alternativa económica y rápida de Cancún. Sin embargo, diría que de todas las veces que he ido, todas he tenido que enfrentar atascos derivados del cierre de carriles. ¿Cuánto será la inversión acumulada en 400 kilómetros de autopista?

            Pues bien, para el libramiento de Cuernavaca se destinaron 1000 millones de bolas, y el costo final fue de más de 2000 millones. ¿Qué tan a menudo se cierran los carriles por obras? Según mi muy humilde punto de vista y ojo de buen cubero, la obra la entregaron por ahí del 70% de terminada. Juntaron la inteligencia de Peña Nieto con la honestidad de Graco Ramírez (cuiden sus carteras, decía Adela Micha en televisión nacional hace algunos años) y se las arreglaron para entregar una obra mal hecha, sin terminar, llevada a cabo con los pies descalzos para poder operar el lápiz, y festejaron el embolso de una obra que costó más del triple y que no se llegó a terminar. La situación política del estado de Morelos está debidamente comandada por el Commander in Absence, y toda la bola de ávidos por dinero que ya todos conocen. Diría que todavía le falta un 20% para decir que está terminada. Saque usted sus propias conclusiones.

            La próxima vez que circule por el libramiento, le ruego se fije principalmente en dos cosas. Primero, en los muros de contención. Principalmente el estado en el que se encuentran, y la colocación de los mismos. ¿Cuántos accidentes se han ocasionado en 4 años de operación? El tramo ya era uno de los 10 puntos más negros de la accidentalidad del país; les salió más barato dejar de hacer la estadística que solucionar el problema, por lo que ya no lo podemos saber en la actualidad. Opino que los muros están más rayados por los accidentes que por el grafiti que ha comenzado a aparecer en él. En segundo lugar, le ruego se fije usted en lo fácil que es mantener un solo carril desde la gasolinera de la Universidad, hasta la caseta de la Central de Abastos. Claro que el exceso de velocidad juega un papel en la accidentalidad, pero cómo le hace uno para llegar de punto A a punto B cuando a veces hay dos carriles, a veces 5, a veces se separan, a veces no, a veces se incorporan coches que lo tienen que hacer por la fuerza, a veces desaparecen los carriles. Las secciones de fierro que se encuentran a la altura de la Barona tienen los pernos expuestos hacia el flujo vehicular. Exclusivamente hablando del libramiento de Cuernavaca, diría que el exceso de velocidad ni siquiera ocupa el primer lugar en la accidentalidad.

            Si uno aplica el principio de parsimonia, o la Navaja de Ockham, no podrá evadir la conclusión que yo le presento: gobierno nos quiere matar. Una estrategia de control de la población se está haciendo a través de infraestructura deficiente y que tiene como fin la pérdida de vida y el ingreso monetario. La carambola que se vio la semana pasada en el puente de Palmira (otra joya) ya se había visto por ahí de 2017, cuando un tráiler cargado de varilla se enfrentó a un atasco generado por la ampliación del libramiento. Opinaría que vamos a poder ver eventos de esta naturaleza cada 3 o 5 años, y no será casualidad.

            La movilidad ha muerto. Si no tiene a qué salir, mejor quédese en su casa. El morelense promedio muere primero por plomo, vehículo o coronavirus, más que por causas naturales (sin demasiada exageración).

 

Rogers, C. (1995). On Becoming a Person: A Therapist’s View of Psychotherapy. USA: Mariner Books.

Vanderbilt, T. (2009). Traffic: Why we drive the way we do (and what it says about us). UK: Penguin Books.