Cuando sea demasiado tarde… - La Movilidad somos todos.
En opinión de Gabriel Dorantes Argandar
Bienvenido sea usted a ésta, la edición número 200 de mi columna semanal. Brevemente quiero agradecer a Gerardo Suárez que aguanta todos mis dramas, a Eolo y a toda la familia del Regional (el mejor periódico del mundo), y como siempre a usted, apreciado lector, que le dedica todas las semanas unos minutos de su tiempo a descifrar las telarañas que yerguen el edificio de mis ideas. Así que, sin más, vamos a entrar en materia porque esta semana se puso interesante el tema.
Conducía su servidor por el libramiento de la gloriosa ciudad de Cuernavaca de camino a mi Facultad, cuando me encontré de lleno con un muchacho que circulaba por el carril de extrema izquierda a unos 80 km/h, llevando a cuestas a una muchacha de más o menos la misma edad. Dado que la motocicleta que conducía tal individuo no venía equipada con espejos retrovisores, no había manera de solicitarle el paso a menos que volteara a corroborar la pequeña fila de autos que se formaba detrás de él. Por más o menos cinco kilómetros la motocicleta se mantuvo sobre el carril de alta velocidad hasta que los vehículos que venían detrás comenzaron a adelantarnos por la derecha, cosa que a dicho individuo no le pareció y ocupó el extremo derecho del carril a manera de agresión. Como ya algunos de ustedes sabrán, acostumbro llevar una cámara en el parabrisas en todo momento, precisamente para documentar este tipo de hechos, para luego compartirlos en mi cuenta de Twitter (@gabdorantesarg). Pues bien, generalmente nadie les hace mucho caso a mis videos, por lo que no le doy demasiada importancia y sigo con esta necedad de escupirle al cielo en el tema del tránsito (también salieron esta semana los primeros ejemplares impresos de mi último libro, precisamente el de Agresividad). Sorprendentemente, la reacción fue considerable. Para el momento que escribo estas líneas, el video lleva casi 8 mil reproducciones, y, aunque los comentarios en su mayoría concuerdan en que la acción del muchacho no es la mejor, hubo un pequeño porcentaje de participaciones manifestando que la acción presentada en el video no es incorrecta, dado que se respeta el límite de velocidad.
Llevo varios días contemplando ambos lados del argumento, la idea es escuchar todas las voces porque a final de cuentas la movilidad es de todos, desde el coche más pequeño hasta el rutero más psicópata. Sin embargo, por más que le doy vuelta al asunto, pienso que la acción del muchacho es indebida, empezando porque no lleva un vehículo apropiado para circular por la autopista. La moto es de cilindrada inferior y no está autorizada para circular por la vía, ya deje usted los carriles de alta velocidad, además de que la unidad no cuenta con espejos retrovisores (vamos, ni placa trae), y el conductor viene operando la motocicleta con una sola mano mientras sostiene la mano de la muchacha contra su abdomen, todo eso mientras respeta el límite de velocidad y los vehículos se acumulan detrás de él. ¿Ha circulado usted sobre el libramiento últimamente, apreciado lector? ¿Opinaría usted que el conductor cuernavacense es en exceso generoso cuando toma en cuenta a los demás? Por lo pronto, una mayoría aplastante sostiene que la acción es indebida, y aquellos que sostienen que no lo es, bueno, ya sabe usted cómo son las redes sociales. Seguiremos documentando hechos de esta naturaleza, pues el tema de las motocicletas sólo se pondrá más interesante (desde un punto de vista meramente antropológico). Si gusta ver el video, no le será muy difícil encontrarlo en mi perfil. Lo que es bien cierto es que sí hay un grupo de individuos que defienden que estas acciones están dentro de lo permitido y es obligación de los demás aguantarse (“yo no tengo por qué quitarme y por lo tanto no me voy a quitar,” literalmente), de donde nace la idea de otro estudio que estaremos realizando hacia finales de año. Lo que yo quisiera conocer es la opinión de los padres de la niña que viene en tal vehículo, si usted los conoce le ruego nos la haga llegar.
Por lo demás, trasciende que ejecutaron a un exdiputado y líder de un partido político del glorioso estado de Morelos, por si escuchó usted el helicóptero inteligente dando vueltas el viernes a medio día, fue por tal hecho. Pronta resignación a sus deudos. Como siempre, si no tiene usted a qué salir le ruego no lo haga, y abrace fuertemente a los suyos que nuestra sociedad no ha muerto, es nada más cosa de que termine el año electoral.