Breves de Abogados y Políticos - ¿Quieres conocer a Andrés? Enfréntate a él
En opinión de Alejandro Corona Markina
Arianna Fernanda se había echado unos tragos de alcohol, es verdad, pero eso no es delito ya que una noche de copas la tiene cualquiera. No por eso mereces te maten y mucho menos que encubran el crimen y de paso te revictimice un fiscal.
Además, no mereces que lectores de noticias “todólogos”, a su vez encubran a los encubridores, sólo porque odian a Andrés. La historia que ellos sostienen -hasta hoy en día-, es que la jovencita murió por borracha y ya. Su culpa. Y Ahora resulta que Uriel Carmona es la víctima, al grado que dicen: ¡pobrecito Fiscal, está siendo aplastado por el poder presidencial!
Acorralado, como un ratón que se metió a la sala de una casa fifí, despertó la mañana del pasado viernes Uriel Carmona Gándara. La estrategia de su detención fue impecable, pues se cubrió cualquier ruta de salida que pudiera conseguir el fiscal y no sólo estamos hablando de un eventual escape físico para no ser detenido, sino de las artimañas legales que pudieron frustrar la detención.
No entendió el mensaje nunca. Su madrina (de bautizo), Olga Sánchez Cordero, se lo dijo cuando era secretaria de Gobernación y luego el sucesor de ésta, Adán Augusto López, le reiteró el camino a seguir: renuncia.
La petición de renuncia no era infundada, pues tenía muchos “cadáveres” en el closet, entre ellos haber encubierto delitos cometidos por Graco y su pandilla; indicios de vinculación con malandros y la corrupción existente en la Fiscalía General. El gobierno federal lo sabía, pero soberbio y pensando que su padrino político Graco Ramírez y un congreso dominado por animales domesticados por éste, lo protegería de manera perpetua, se quiso poner con Sansón a las patadas.
Los odiadores del presidente repiten en coro que se violentó el fuero constitucional. Eso pasa a segundo término cuando se trata de este tipo de asuntos, pues es tanto como pedir que no se toque a una persona que libremente va cometiendo delitos aquí y allá, sin importar lo grave que sean los mismos. ¿Alguien puede suponer que decir que se vulneró el fuero constitucional, genera simpatías en la población? La gente común no lo tiene y puede ser objeto de detención cuando comete un ilícito, ¿por qué piensan que se pondrán del lado de un fiscal acusado de cometer delitos, pero privilegiado por el poder del fuero?
El fiscal general y sus fiscales (especialmente el Anticorrupción), siempre actuaron de manera prepotente, ¿Recuerdan el caso de los jóvenes detenidos y golpeados en la autopista México-Acapulco, cuando osaron a rebasar la caravana de guaruras que custodiaba la camioneta donde iba Uriel Carmona? ¿Recuerdan las veces que la Fiscalía Anticorrupción ha irrumpido en dependencias públicas, cateando todo y amenazando a los empleados?
Además, la gente que acude a solicitar los servicios de la Fiscalía, se enfrenta a lo de siempre: retardo en las carpetas de investigación; maltrato de servidores públicos; peticiones de “moche” para avanzar en los trámites y hasta cuando hay muertitos les retienen al familiar fallecido. Eso lo vive la gente común, la que no tiene el fuero que tanto defienden los analistas y comunicadores contrarios a AMLO.
No ha habido en la historia de México un presidente más humano, pero al mismo tiempo más poderoso que Andrés Manuel López Obrador. Aunque es tolerante, tiene sus límites y aguas con que alguien se quiera pasar de listo y todavía se burle. Allí es implacable.