¨Yo tengo otros datos¨ - El marranito que rompen los presidentes

La ciudad de la eterna primavera tiene serios problemas. Cuernavaca, la ciudad del   eterno sol. Hoy presenta una situación de abasto del suministro de agua potable. Es un problema administrativo, como bien lo ha señalado el candidato electo a la presidencia municipal, José Luis Uriotegui. Aunque hay que considerar que ya se tornó en un problema eminentemente político. En tanto, que es un asunto que atañe a todos los habitantes, por lo cual reviste la característica de político, porque se deriva de la polis; es decir que emana de lo público y que desde luego, atañe a toda la comunidad. También es político porque surgen intereses en contraposición, lo cual genera un conflicto.

 El meollo del asunto no es tanto que sea político, al contrario, es la oportunidad de que surja, un cambio y por ende una transformación. Sería preocupante y lamentable que la ciudadanía no hiciera nada, si hubiera por parte de la sociedad total indiferencia en el suministro del vital líquido. Así que las manifestaciones, paro y bloqueos de la vialidad en la ciudad es el principio de un cambio. La autoridad municipal se tiene que dar cuenta que la ciudadanía ya despertó y que no va a seguir soportando malos manejos en la administración del agua potable. Y así como empezaron a manifestarse los habitantes con respecto al vital liquido, seguramente lo harán con otros servicios como la basura, el transporte, los baches.

Una vez que se resuelva este problema se tendrá que entrar a un análisis por parte de los especialistas, y representantes populares y en especial por la sociedad civil. Urge que se realicen modificaciones a leyes respectivas para incluir auditorias de desempeño y de calidad en los servicios públicos y en especial a los sistemas de agua potable. Porque por muchos años han sido la caja chica de los ayuntamientos; son una especie de “guardadito”. Es la alcancía (el marranito) que rompen los presidentes para pagar nómina, aguinaldos, compra de inmobiliario, vehículos.

 Y como Morelos se ha convertido en el paraíso de la impunidad, ellos saben perfectamente que no les van hacer nada. Que la ley es para los desamparados, pero no para los que están investidos de poder, ya que la ley está a su favor.

Los Ayuntamientos se requieren finanzas sanas, funcionarios honestos y preparados, comprometidos con el desarrollo y crecimiento de la Ciudad- Capital. Porque no es posible que Cuernavaca siga en estas condiciones tan deplorables y de ignominia. Se tienen que empezar a hacer un cambio, pero el cambio tiene que venir de los propios ciudadanos; tienen que actuar y tomar decisiones. Haciendo posible la llamada democracia de calle. La democracia no institucionalizada

Oportunas.

 1.-  Es muy lamentable lo que sucedió en días pasados en la carretera México- Cuernavaca en la que perdieron la vida unos motociclistas por exceso de velocidad. Este fin de semana un grupo de Bikers ( motoclistas) pretenden rendir un homenaje  a los acaecidos. Considero que es un problema que tenemos que reflexionar, pero sobretodo tomar consciencia. Porque fue un hecho que indigno a toda la sociedad. Jóvenes que perdieron la vida en un instante, familias que sufrieron las consecuencias y sociedad que se alarmo y se preocupó del accidente. Se pueden rendir muchos homenajes, pero lo que realmente se espera es que no vuelvan a ocurrir esos hechos. Que este evento sirva para considerar que las autopistas no son espacio para echar carreras. Exhortar a que la autoridad este pendiente en las autopistas, sale sobrando. No se trata de que todo el tiempo este sancionando y castigando a los viajeros que se exceden en la velocidad, se trata de que los ciudadanos tomemos consciencia de nuestros actos. El hecho de cuidarnos, cuidamos también a los demás. Si manejamos con precaución. Los demás también serán precavidos.

2.- Se supone que los policías de tránsito están para regular el tránsito vehicular. Todos los días es un caos en el mercado Adolfo López Mateos, a la altura del sector, se estacionan en doble fila, obstaculizando el libre tránsito. Y aun cuando en ocasiones están los policías con sus patrullas viales del ayuntamiento de Cuernavaca, no hacen nada, ni siquiera se inmutan. No se trata de que los comerciantes no vendan y que los ciudadanos no compren, sino de regular la vialidad para que no se haga un caos. Esperamos que el próximo presidente municipal tome cartas en el asunto. Aunque algunos habitantes aseguran que será más de los mismo.