Un llamado a los morelenses: votemos, defendamos nuestra democracia

En opinión de Jonathan Márquez

Un llamado a los morelenses: votemos, defendamos nuestra democracia

A mis 37 años, soy parte de esa generación de mexicanos que crecimos durante la gran encrucijada de nuestra historia moderna: mientras finalizaba la era del partido hegemónico e iniciaba la transición democrática. He vivido ambas realidades como ciudadano, político y servidor público.

 

Cuando nací, la oposición de entonces no gobernaba una sola entidad de la República, y aún faltaba una década para que el gobierno perdiera su mayoría absoluta en el congreso federal. En contraste, para cuando empecé a hacer política en Morelos hace 21 años, los priistas –partido en que he militado toda mi vida– ya éramos oposición tanto a nivel federal como en mi estado; ya existía un IFE ciudadano, el Instituto de Transparencia, la CNDH, división de poderes genuina.

 

Soy priista, pero no añoro el periodo de la hegemonía; me forjé pidiendo el voto en elecciones competitivas; ganando unas veces, perdiendo otras, y respetando el resultado. Aprendí a valorar la democracia ejerciéndola; me ha tocado que mi partido sea gobierno y sobre todo oposición (los morelenses hemos tenido mandatarios del PRI, PAN, PRD y Morena). Por esas experiencias entiendo la importancia del pluralismo, los riesgos del poder arbitrario, la necesidad de contrapesos.

 

Pienso en todo esto hoy, a unos días de las elecciones, y pienso en mi familia. Veo con preocupación que a nuestros hijos e hijas les ha tocado nacer y crecer en una nueva disyuntiva histórica, pero en sentido inverso: la posibilidad real de perder nuestra democracia y regresar a un autoritarismo de facto, agravado por una inseguridad, incompetencia e insensibilidad sin paralelo.

 

Durante este sexenio, Morelos se ha convertido en uno de los estados más violentos de México, que ha su vez se ha transformado en uno de los países más peligrosos del mundo. Los asesinatos, los feminicidios, la extorción, son la impunidad cotidiana que roba el patrimonio, la tranquilidad y la vida a miles de personas. El gobernador, como el presidente, minimizó o simplemente negó estas realidades, y finalmente abandonó su cargo para ir a refugiarse en el fuero de una diputación.

 

Cuando el lopezobradorismo llegó a Morelos en su peor versión, la de Cuauhtémoc Blanco, también trajo consigo indolencia e ineptitud: la población con carencia de servicios de salud ha aumentado en más de 645 mil personas, mientras el desabasto me medicinas se estima en casi 40%. Al mismo tiempo, ha caído la cobertura de educación básica y la generación de empleos.

 

Nuestro estado está, como todo el país, en peligro de extraviar la democracia si gana la continuidad de ese proyecto que abiertamente busca quitar al INE su autonomía y arrebatar a la Suprema Corte su independencia. Ese régimen que no admite más opinión que la sumisión; ese grupo político que, antes que aceptar construir en pluralidad un México próspero para todos, prefiere gobernar en soledad una nación ensangrentada y empobrecida, que abraza al criminal y se burla de la víctima.

 

Estoy convencido de que somos mayoría quienes defendemos la democracia, queremos recuperar la seguridad, la tranquilidad y la dignidad. Nuestras candidatas a gobernadora, Lucy Meza, y a presidenta, Xóchitl Gálvez, son mujeres decentes, competentes, honestas, demócratas; por eso he hecho campaña junto a ellas, recorriendo todo el estado con el PRI, con nuestros aliados partidistas y la ciudadanía. Sobre todo, no tengo duda de que verdaderamente podemos ganar: en Morelos y en el país; en los municipios, la gubernatura y la presidencia; en el congreso estatal y federal.

Pero las mayorías deben movilizarse para ser efectivas. No basta tener la razón ni estar indignados: hay que ganar en las urnas, hay que salir a votar y sumar a otros. El oficialismo repite que la elección está definida; entre más lo repita más debemos entender que es un intento para desanimar a una oposición a la que en realidad teme. Debemos triunfar y con contundencia, para que no haya duda sobre el resultado, para blindar nuestra victoria legal con una legitimidad social inapelable.

 

El 2 de junio será un momento decisivo para Morelos y México. Un momento que exige definiciones personales claras. Partidos y ciudadanos muy diversos hemos construido la alianza político-social más amplia de la historia reciente; una que supera nuestras diferencias y enfatiza lo que nos une. Ahora esa coalición requiere la fuerza de los votos, y esa sólo usted puede dársela. Jamás me he sentido más orgulloso de decir esto: votaré por el PRI, y lo invito a que vote por el PRI; por nuestra democracia, por nuestra seguridad, por nuestro futuro y el de nuestras familias.

 

Jonathan Márquez (@j_marquezmx)

Presidente del Comité Directivo Estatal del PRI en Morelos