Serpientes y escaleras - Cambios
En opinión de Eolo Pacheco

La gobernadora realizó cinco cambios en cinco meses… y puede haber más.
Cambios
Margarita González Saravia sabe lo que quiere hacer en Morelos, lo que no es claro es si lo logrará en el tiempo y de la forma que quiere. La gobernadora ha demostrado con creces su deseo de corregir el pasado, establecer nuevas bases de actuación y ponerles freno a los abusos, pero no todo su equipo parece estar a la altura de lo que se busca, por eso algunos ya han sido relevados de su cargo. ¿Hacen falta más ajustes en el gabinete?
Esta pregunta seguramente ronda en los pensamientos de la jefa del ejecutivo desde hace tiempo; al momento de diseñar su plan de gobierno y elegir a sus colaboradores, González Saravia partió de una premisa diferente a la de otras administraciones: convocó a quienes han trabajado con ella, a los que la ayudaron en campaña, pagó cuotas políticas con algunas posiciones e invitó a personas de diferentes sectores para armar un gabinete paritario, inclusivo, políticamente correcto.
La apuesta de la mandataria fue alta porque al proceder así, su equipo se dividió de forma natural debido a que no todos tienen el mismo objetivo, la misma experiencia, no comparten los mismos ideales, ni cuentan con la misma capacidad; la formación de grupos al interior de los gobiernos es común, pero nunca se había visto una administración tan desintegrada como la actual.
Como titular del ejecutivo estatal Margarita González Saravia es más una mamá que una jefa: cuida mucho a sus colaboradores, es muy tolerante, aprensiva, les permite acceso permanente a ella y un tuteo que en lugar de entenderse como un gesto de amabilidad, ha sido tomado por muchos como una muestra de debilidad.
Por esa razón no es sorpresivo que en menos de cinco meses hubo cinco cambios de figuras cercanas a la gobernadora, todas por temas relacionados con actos de corrupción y traiciones al proyecto. El problema no es de la jefa del ejecutivo, ella brindó la oportunidad y les otorgó su confianza, la falla fue de aquellos que traicionaron y como lo dijo la propia Margarita González Saravia, “cayeron en la tentación”.
Cumplido el sexto mes del régimen la jefa del ejecutivo ya no se ve tan contenta y confiada como al principio, su rostro refleja cansancio, producto de las intensas y excesivas jornadas en territorio; en algunos momentos también se nota desanimo porque parece darse cuenta de que su buena voluntad y el cariño que otorga a sus colaboradores no es correspondido por algunos.
En este momento Margarita González Saravia ya tiene claro el tamaño del problema que enfrenta como administración, sabe que recibió un estado convulsionado en lo social, una ciudadanía molesta por el incremento exponencial de la inseguridad y los inocultables vínculos de la delincuencia con la clase política; eso sin descontar que gobiernos pasados le dejaron las finanzas muy comprometidas e innumerables casos de corrupción.
Al superar el primer semestre del régimen la reflexión interna es necesaria porque aunque hacia afuera se ponga buena cara y se den por aprobados a todos los funcionarios, en los pasillos de poder se reconoce que existen áreas rezagadas, colaboradores que no han dado el ancho y dependencias a las que le urge un nuevo titular.
En el gobierno estatal hay oficinas que de manera natural están sujetas a mucha presión porque todo el tiempo quedan expuestas a imprevistos y arrastran problemas añejos; me refiero a la secretaría de seguridad y a la fiscalía, cuyos titulares hacen un buen trabajo, siguen el ritmo de la jefa del ejecutivo y atienden con prontitud los problemas. En esos lugares siempre hay sobresaltos, pero no son ellos quienes están fallando; el problema está en otras áreas.
Cambiar la imagen de un gobierno no es sencillo, requiere tiempo, exige resultados y necesita de una comunicación adecuada para que el ciudadano logre diferenciar el pasado del presente; modificar la percepción es clave para para recuperar la confianza en las instituciones y para que se entienda que dependencias que desde hace años respondían a otros intereses ahora sirven a la sociedad.
La pregunta que puede hacerse Margarita González Saravia en este punto, luego de cinco cambios importantes, es si sería correcto continuar haciendo ajustes. La respuesta es sí: cinco ajustes en cinco meses no es algo para presumir, pero la actitud de una gobernadora que toma decisiones, que hace modificaciones cuando es necesario y antepone al estado por encima de los afectos siempre será plausible.
Los cambios hechos hasta el momento en el gabinete estatal están justificados y las faltas son atribuibles a los funcionarios: Margarita González Saravia apostó por un gabinete distinto, por un gobierno incluyente, por una política de puertas abiertas y una administración transparente; la dama otorgó libertad a sus colaboradores para que hagan su trabajo, pero exige que todas las decisiones tomadas se muevan bajo la regla de transparencia, honestidad y compromiso con el proyecto.
Quienes fallaron fueron los que se salieron de esa línea, los que cayeron en la tentación, los que traicionaron la amistad que les brindó la jefa del ejecutivo y olvidaron la regla principal de este gobierno. El problema es que no son los únicos: hay más integrantes del gobierno que no funcionan y deben ser relevados porque están repitiendo las mismas malas prácticas del pasado o simplemente son incompetentes en el encargo que les dieron.
Hacia adelante todavía podría haber cambios porque no todas las dependencias están funcionando y en algunos sectores, como Salud, ocurren cosas que pronto podrían volverse un problema mayúsculo. Dicen que Mario Ocampo es buena persona, pero también que no tiene el conocimiento ni la experiencia que requiere un sector tan importante: es secretario es médico de aula, sin especialidad ni experiencia, porque nunca ha ejercido; luego está la jefa de los servicios de salud, quien pertenece al equipo del gobierno pasado que hizo de esa dependencia una cueva de Alí Babá, alguien que firma contratos millonarios que en breve serán observados y causarán polémica, porque no tienen justificación. Observar lo que está pasando en Salud debe ser una prioridad para esta administración antes de que estalle un escándalo mayor al del Filateq.
El gobierno estatal está en buenas manos, Morelos está a cargo de una mujer que no llegó en busca de poder, fama o dinero, que tiene una larga experiencia en el servicio público y una enorme conciencia social; el reto es consolidar un gabinete funcional que no solo se vea bien y sea políticamente correcto. A la gobernadora le urgen colaboradores que den resultados, que cumplan con las metas trazadas y respondan a la confianza con trabajo.
El reto para Margarita González Saravia está en el equipo que la acompaña, en la capacidad de sus colaboradores de seguirle el paso, mantenerse en la misma línea, actuar en congruencia y alcanzar los objetivos. En su caso particular el desafío está en seguir tomando decisiones, ajustar cuando sea necesario y mantener las necesidades del estado por encima de los cariños personales.
Hasta ahora ha sido la gobernadora quien se ha echado al hombro todo el peso de la administración, quien con su trabajo diario y actitud ha despertado la confianza ciudadana y abierto camino a un régimen distinto. Pero no ocurre así con todo su gabinete: entre sus colaboradores hay figuras que resuelven problemas y dan resultados, pero también hay otros que no funcionan, que ponen trabas a los demás o hacen de su oficina una aduana de poder.
El esfuerzo individual de la gobernadora ayuda, pero para que el régimen triunfe se requiere trabajo de equipo.
Y no todos en el gabinete funcionan.
· posdata
Los alcaldes de oposición serán piezas claves para el FAM en el proceso electoral del 2027; el reto es que lleguen bien posicionados y no queden, como Israel Piña de Temixco o Jesús Corona de Cuautla, inmersos en alguna polémica.
Las presidencias municipales serán el motor electoral de la oposición, desde ahí se construirá el rompecabezas político del 2027 y sostendrán la estructura que hará contrapeso a los programas sociales de Morena.
Con 30 ayuntamientos de su lado, el frente opositor puede dar una batalla muy fuerte a la 4T y sentar las bases para un cambio de régimen en Morelos en el 2030; un dato importante: el FAM puede incidir en el proceso de revocación de mandato al que se comprometió la gobernadora y al hacerlo ensuciaría la imagen de una dama que personalmente hace un buen trabajo, pero que notoriamente carece de equipo.
Alcaldes como el de Cuernavaca y Jiutepec serán pilares del FAM en la zona metropolitana, en ambos casos hablamos de municipios que costará mucho a Morena recuperar, sobre todo porque las estructuras que en algún momento apoyaban a la 4T ahora juegan del lado contrario.
En Jiutepec, por ejemplo, gran parte de la estructura morenista ya está del lado del alcalde Eder Rodríguez y se combina con los equipos de la diputada federal Ariadna Barrera y las huestes de la madre de Rabindranath Salazar Solorio, ambos anti-Margarita. Como se ven las cosas, Jiutepec se volverá uno de los bastiones más fuertes de la oposición, por encima incluso de la capital.
El FAM ha comenzado a marcar el camino que seguirá en el proceso del 2027; parte de ese trabajo incluye la renovación de la dirigencia estatal del PRI y el diálogo que mantienen los partidos opositores, entre los que hay que considerar al PT, que en Morelos juega en contra de Morena, porque su dirigente aborrece a la gobernadora.
¿Qué hará Morena con una dirigencia de chocolate?
· nota
La fiscalía anticorrupción intentó vincular a proceso al exsecretario de agricultura durante la administración de Cuauhtémoc Blanco, pero no pudo; a pesar de que el tema se había ventilado desde hace tiempo y la dependencia elaboró una ficha de búsqueda contra el exfuncionario, los representantes de la FECC quedaron exhibidos por su incapacidad profesional y Omar Taboada se retiró de la audiencia sonriente, porque les ganó la batalla.
El problema de la Fiscalía Anticorrupción de Morelos comienza con su titular, pero la situación es grave en general: la dependencia está conformada por personas incapaces y corruptas que cuando no logran una negociación económica personal, son ridiculizados por su incompetencia profesional.
Mientras no se renueve totalmente la FECC, los corruptos pueden vivir tranquilos en Morelos.
· post it
Los ayuntamientos serán la plataforma electoral de la oposición en el 2027; y la delegación de Bienestar es el refugio de los opositores a Margarita González Saravia, encabezados por Ulises Bravo y Sergio Pérez.
La próxima elección será un reto mayor para Morena en Morelos.
· redes sociales
Cuentan los enterados que algunos choferes están utilizando las plataformas digitales como canal de distribución de drogas; al hacerlo, ponen en riesgo a todos: usuarios y trabajadores. En situaciones así pagan justos por pecadores.
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