La Expo de Vochos y Autos Antiguos, éxito en Jiutepec
El zócalo de Jiutepec se convirtió en un escenario de pasión por el automovilismo clásico, con la participación de 80 carros que vinieron de Edo. de México, Puebla, CDMX y Taxco.
Clubes como Vocheros Morelenses, Master Cars, Leyendas Bugs Family y CuernaVochow Club se dieron cita para mostrar sus vehículos antiguos y compartir su pasión con la comunidad.
El Ayuntamiento de Jiutepec, encabezado por el alcalde Eder Rodríguez Casillas, llevó a cabo con éxito esta expo recuperando espacios públicos para la convivencia y el disfrute de las familias jiutepequenses.
El Volkswagen sedán, conocido popularmente en México como "vocho", llegó al país en la década de 1950, cuando la empresa alemana Volkswagen decidió expandir su presencia en América Latina. El auto fue un éxito inmediato debido a su diseño simple, su economía y su durabilidad.
Entre los factores que contribuyeron a la popularidad del vocho en México se encuentra su bajo costo de adquisición y mantenimiento, lo que lo hizo accesible para la clase media y trabajadora del país. El auto se convirtió en un símbolo de movilidad y libertad para muchas familias mexicanas.
Un aspecto clave en la historia del vocho en México fue la decisión de Volkswagen de establecer una planta de ensamblaje en Puebla en 1964, lo que permitió la producción local del auto y redujo significativamente su costo. La planta de Puebla se convirtió en un importante centro de producción para el mercado latinoamericano.
La década de 1960 y 1970 fueron los años dorados del vocho en México, cuando se convirtió en el auto más vendido del país. El vocho se usaba para todo, desde transporte familiar hasta trabajo y taxis, y se ganó un lugar en la cultura popular mexicana.
El diseño del vocho, con su forma redondeada y su motor trasero, se convirtió en un ícono reconocible en las calles de México. El auto fue apodado "vocho" por su origen alemán (Volkswagen, "auto del pueblo") y se ganó un lugar en el corazón de los mexicanos.
La producción del vocho en México continuó hasta 2003, cuando Volkswagen decidió cesar la producción del modelo clásico para enfocarse en nuevos diseños. Sin embargo, el vocho sigue siendo un auto muy popular en el país, especialmente entre coleccionistas y entusiastas.
El vocho ha sido objeto de modificaciones y customizaciones en México, desde versiones deportivas hasta autos con diseños personalizados. La comunidad de propietarios de vochos en México es activa y organiza eventos y reuniones para compartir su pasión por el auto.
En la cultura popular mexicana, el vocho ha aparecido en películas, música y arte, convirtiéndose en un símbolo de la identidad nacional. El auto es recordado con nostalgia por muchos mexicanos que lo condujeron en su juventud.
La planta de Volkswagen en Puebla, donde se produjo el vocho, sigue siendo un importante centro de producción de autos para el mercado mexicano y latinoamericano. La planta ha evolucionado para producir modelos más modernos y tecnológicos.
El vocho sigue siendo un auto querido en México, con muchos propietarios que lo restauran y lo mantienen en circulación. La nostalgia por el vocho es palpable en el país, donde se le recuerda como un auto que formó parte de la vida de muchas familias.
El Museo del Transporte en Puebla tiene una exposición permanente sobre el vocho, donde se muestran modelos históricos y se cuenta la historia de este auto icónico en México, y es un lugar popular para visitar entre los amantes del vocho y la historia automotriz.
Redacción

