Secreto a voces - Venezuela, ¿por qué triunfó un militar? (XIII)
En opinión de Rafael Alfaro Izarraraz
Pero ¿cómo explicar que un desconocido, hasta 1992, en seis años, logra ganar la presidencia de Venezuela? En el año de 1983 el gobierno de Luis Herrera Campins (1979-1984) anuncia una serie de medidas que van a golpear la estabilidad del Bolivar, la moneda venezolana que es el equivalente al peso mexicano. El Bolivar había mantenido su paridad con respecto al dólar de manera estable durante 20 años (4.30 bolivares por dólar). Fue el anuncio del fin del modelo iniciado en 1958 y que había ocasionado una estabilidad de 20 años dependiente de los ingresos petroleros, con un crecimiento sostenido del PIB del 6 por ciento en promedio. Desempleo, inflación, corrupción y bajos salarios fueron los detonantes del descontento que, en parte, había sido ocultado por la renta petrolera recibida.
Las élites venezolanas del partido Acción Democrática y COPEI no pudieron responder a estas circunstancias que se les presentaron. En 1998 dejaron que el descontento se masificara para luego reprimir y dar una lección al pueblo venezolano lo que significó a la postre una ruptura definitiva. Como en México flexibilizaron la participación de otras fuerzas políticas pero esta élite siguió ejerciendo el poder de manera antipopular, con algunas concesiones. En 1993, en su segundo periodo, Carlos Andrés Pérez (1974-1979 y 1989-1993) fue destituido por corrupto. Primero, fue el ejemplo de un gobierno populista con actos de nacionalización del petróleo asociado la idea de construir la Gran Venezuela (con obras faraónicas) y en la segunda parte neoliberal, represor y corrupto. Uso dinero para apoyar la seguridad de Violeta Chamorro, en Nicaragua (17 millones de dólares). Una segunda acusación fue por disponer de recursos de una partida junto a su pareja sentimental Cecilia Matos. En 1998, a pesar de todo, ganó un lugar en el Congreso venezolano, que le otorgó fuero y no se le aplicó la sentencia de la segunda acusación. La prisión de dos años y meses que vivió fue domiciliaria. Falleció en 2010, en Miami.
Los intentos de golpes militares no siempre son vistos con malos ojos por los pueblos, como fue el intento de Chávez de capturar a Carlos Andrés Pérez e imponer un gobierno militar, en 1992. El contexto en el que ocurrió del que damos cuenta en el párrafo anterior, se debe añadir que había pasado ya la represión contra el pueblo durante el “caracazo” y si bien es cierto el descrédito del sistema político venezolano se precipitaba así como la del ejército, a esta última institución se le debe valorar de otra manera para explicarnos lo ocurrido. Bolivar fue un militar y en torno a su figura se creó un culto con fines políticos. El ejército venezolano se ha construido bajo la creencia de que es un eslabón del ejército de Bolivar, anticolonial. El último gobierno militar, de Marcos Pérez Jiménez, que antecedió al Pacto de Punto Fijo, era un gobierno que deseaba hacer del ejército el eje de Venezuela bajo una visión nacionalista, más allá de que fue una dictadura militar. La izquierda venezolana penetró al ejército y logró cierta influencia en sus filas. Lo anterior no quita la sumisión de las altas esferas del ejército al Departamento de Estado de EU (sobre esto último ver: Heinz, R. Sonntag: Venezuela, el difícil curso de la transición).
Después del “Caracazo” las élites tuvieron otra oportunidad aunque ya no de manera directa con los partidos AD y COPEI, sino con una agrupación liderada por Rafael Caldera (postulado por Convergencia) que también pertenecía a las élites y se alió durante su gobierno con los partidos tradicionales. Gana las elecciones en 1993 (segundo mandato) con el 31 por ciento de la votación y tres de sus más cercanos seguidores con más del 20 por ciento cada uno, entre ellos Causa Radical que captó el descontento social. Su triunfo tuvo que ver con el discurso que le permitió en el Congreso venezolano luego del intento de golpe de Chávez, en 1992, en el que no condenaba a Chávez y justificaba los hechos por las erróneas políticas gubernamentales.
Entre 1991 y 1992, la economía creció un 8 por ciento, pero apenas llegó al gobierno, se desata la llamada “crisis financiera”. Estableció una política de control de cambios y de precios. El 60 por ciento de los once mil millones de subsidios destinados a salvar a los bancos (10 por ciento del PIB, fueron trasladados a cuentas en el exterior, cancelando el Estado la posibilidad de contar con recursos para otro tipo de políticas. El precio del petróleo bajó contemplándose de 15.50 a 11,50, en el presupuesto de 1997, el ingreso cayó en siete mil millones de dólares. Allá se le llamó “crisis financiera”, en México lo conocimos como Fobaproa. El candidato que había prometido un modelo económico diferente al neoliberal fracasó y en ello se gastó el último esfuerzo por mantener el poder en los marcos de las élites políticas.
Chávez, luego del intento de golpe, es expulsado del ejército y condenado a prisión. Se mantiene en prisión dos años y a la llegada del presidente Rafael Caldera es indultado y puesto en libertad. Su actividad política se concentra en el Movimiento Bolivariano Revolucionario-200 (lo de 200 es porque la agrupación se funda el año en que Bolivar cumple los 200 años de su natalicio). La relación con la figura representativa de Bolivar se va convertir en una constante en el discurso de Chávez a partir de la decisión de asaltar el poder en 1992 y hasta el final de su vida. Aunque haremos una entrega especial para hablar de Simón Bolivar, aquí apenas apuntaremos que este personaje de la vida política latinoamericana de la Independencia, por tanto es una figura emblemática de los venezolanos, dado su actividad política así como por haber nacido en Caracas.
Hugo Chávez se dedica, hasta antes de conseguir el triunfo electoral a fortalecer al MBR-200, a recorrer el país y establecer alianzas con agrupaciones de izquierda que habían vivido el fracaso de la lucha armada y que ante la caída del Muro de Berlín estaban valorizando la participación electoral, entre ellas el Partido Comunista de Venezuela (PCV) de Douglas Bravo, uno de los dirigentes más connotados de la guerrilla venezolana. Con Causa Radical (CR) que participó en las elecciones de 1993 con resultados muy importantes para esta corriente. Lo mismo con el Movimiento al Socialismo (MAS), fundado por Teodoro Petkoff, guerrillero, preso político y amnistiado por Rafael Caldera (participó en su gobierno como ministro de Planificación y Coordinación). Había sido candidato presidencial en 1983 y 1988 (BBC, New: 31-10-2018). Siempre hubo de parte de las corrientes de izquierda venezolana una desconfianza hacia los militares y no dejaron de tenerla hacia el MRB-2000. Sin embargo, al final de cuentas Chávez se convierte en la figura política más importante ante la que habrán de decantarse finalmente los grupos de izquierda.
El Polo Patriótico (PP) que postula como candidato a Hugo Chávez a la presidencia de Venezuela, estuvo conformado por el Movimiento V República (MVR), que sustituyó al MRB-200 (porque la ley electoral no permite el uso de figuras como la de Bolivar. También participó el Patria Para Todos (PPT). Esta última organización es el resultado de la división al interior de Causa Radical, que se había convertido en una fuerza política relevante después de las elecciones de 1993. Su líder, Andrés Velásquez, gobernador y líder sindical, abandona CR. El grupo que queda decide aliarse con Irene Sáez, ex misuniverso, y alcaldesa de Chacao. Se orientó a ocupar una posición de centro en el espectro político. Los cuadros y bases de CR, la mayoría, se unió al proyecto de PPT y al Polo Patriótico, de Chávez. Alí Rodríguez, Pablo Medina, Alberto Muller Rojas y Aristóbulo Istúriz, son algunos de los más destacados dirigentes que aportaron su experiencia al polo cívico-militar. Del otro lado estaba el Proyecto Venezuela, que postuló a Andrés Romer. Fue apoyado por Acción Democrática y Copei, con quienes conformó el Polo Democrático.
El discurso electoral de Chávez llevó al pueblo una narrativa que lo conectaba con las aspiraciones de las masas venezolanas, cuyas preocupaciones fueron parte del discurso del candidato del Polo Patriótico. Dentro de ese discurso prevaleció una visión de amor de Jesucristo; asimismo, destacó la figura de Bolivar que, como hemos referido, es una figura a la que se le ha prodigado un culto político (ver Germán Carrera Damas, El Culto a Bolivar. En línea). La narrativa chavista incorporó el concepto de Patria que había sido puesto en segundo término por las creencias en la globalización y el debilitamiento de la cultura local. El pueblo volvió a ocupar un lugar central en la política electoral venezolana a partir de la campaña electoral de Chávez. La conexión fue más que evidente, mientras los políticos opositores mantenían su discurso en torno a ideas que de paso le habían causado daño al pueblo venezolano. Hugo Chávez, obtuvo tres millones 673 mil 685 sufragios. Le siguió, Romer, con dos millones, 613 mil 161 votos. 56 y 39 por ciento, respectivamente. Venezuela, inicia una nueva era. (Continuará).
Heinz R. Sonntag. (1997). Venezuela. El difícil curso de la transición. Nueva Sociedad, núm. 151. Lander, Luis y Margarita López M. (1999). Venezuela, la victoria de Chávez. El Polo Patriótico en las elecciones de 1998. En: https://static.nuso.org/media/articles/downloads/2749_1.pdf. Aniyar Castro. (2000). Hugo Chávez: una descripción antropológica de lo contemporáneo. Espacio Abierto, número 1. Margaria López Maya. (2020). El gobierno de Hugo Chávez y sus fuerzas bolivarianas. INE.