Simulacros con equidad de género
En opinión de Lorena Elizabeth Castillo
El criterio de transversalidad es una herramienta muy útil en materia de obtener resultados para crear condiciones de seguridad pública y de respeto a los derechos humanos de mujeres niñas, adolescentes y mujeres. Este criterio nos ayuda a exponer la necesaria interacción entre perspectiva de género, simulacros y la protección civil.
El enlace de ambos temas viene a propósito en este espacio, por la realización, cada año, del Simulacro Nacional del 19 de septiembre como recordatorio proactivo y asertivo en materia de la cultura de la prevención a partir de los sismos en la misma fecha de 1985, 2017 y 2022.
Entre los aspectos y acciones que interactúan entre la perspectiva de género, igualdad y protección civil, los simulacros que se realizan en México para preparar a la población ante posibles sismos, y la equidad de género interactúan de varias maneras. Entre aquellos distinguimos puntos vitales, como: participación igualitaria, roles de género, fortalecimiento comunitario, evaluación y análisis que enseguida desglosamos.
Participación igualitaria: Los simulacros promueven la participación activa de hombres y mujeres en la preparación y respuesta ante emergencias y análisis de género en evaluaciones
En los simulacros, los roles de género desafían estereotipos de género, ya que hombres y mujeres pueden asumir actitudes de liderazgo y responsabilidad; aunado a ello, los ejercicios de simulacros garantizan que toda la población, incluyendo mujeres y grupos vulnerables, tenga acceso a información crucial sobre seguridad y evacuación.
Se puede dar la inclusión de necesidades específicas, ya que los simulacros consideran necesidades específicas de mujeres, como acceso a servicios de salud reproductiva y protección contra la violencia de género y, de no ser así, es momento de incorporar estos requerimientos específicamente femeninos, no sólo como componentes de políticas públicas, sino como parte de la cultura de la Protección Civil.
El fortalecimiento comunitario en los simulacros fomenta la solidaridad y cooperación comunitaria, lo que puede ayudar a reducir brechas de género.
Por otra parte, después de los simulacros se llevan a cabo análisis y evaluaciones que consideran la perspectiva de género para identificar áreas de riesgo y, por lo tanto, susceptibles de mejora.
En suma, con este recuento se advierte que es viable convertir los simulacros del 19 de septiembre en áreas de oportunidad y herramienta efectiva para promover la equidad de género, en la preparación y respuesta ante emergencias; al garantizar que todas las personas, independientemente de su género, estén protegidas y empoderadas.