Secreto a voces - Las élites político empresariales y la 4t (26)

En opinión de Rafael Alfaro Izarraraz

Secreto a voces - Las élites político empresariales y la 4t (26)

Si dividimos a la sociedad mexicana en grandes bloques, se puede encuadrar a los empresarios en uno de ellos, a los comerciantes en otro, a los banqueros en uno más, la Iglesia católica y otros grupos religiosos también entrarían aquí, los políticos cabrían en otro, los dueños de los grandes medios de comunicación conformarían uno más, los grandes productores privados del campo mexicano y, así iríamos conformando bloque tras bloque por entidad o región. Lo que sigue es que cada uno de esos bloques cuenta con un grupo que en cierta medida es el más proclive a representar los intereses de ese bloque, a ese núcleo más activo es a lo que podría llamársele élite (Verónica De la Torre).

La élite es, entonces, un reducido grupo que consigue representar los intereses de otros integrantes de un sector o segmento de empresarios, comerciantes, banqueros, políticos, entre otros grupos. Las élites son por lo general élites políticamente activas (Mariana Gené), es decir, llevan a cabo acciones con el fin de incidir en la vida política e institucional de los países en donde llevan a cabo sus actividades. Son grupos en constante movimiento y transformación. Por ejemplo, de la década de los cincuenta del siglo pasado hacia atrás, era complicado para los empresarios participar e influir en la vida política. Todo cambió a partir del surgimiento del Modelo de Sustitución de Importaciones, de la posguerra.

En México, la formación del Partido Acción Nacional (PAN) después de que Lázaro Cárdenas llevó a cabo la expropiación petrolera, es un claro ejemplo de cómo las élites empresariales constituyeron formas de organización política, instituciones, con el fin de influir en la vida política nacional de nuestro país. Los empresarios, un ala de las élites empresariales, decidieron organizarse por fuera de los marcos políticos empresariales que en ese entonces había creado el mismo Lázaro Cárdenas, a través del actual Partido Revolucionario Institucional (PRI), En etapa neoliberal, las élites económicas y políticas se agruparon en estos dos partidos y a través de ellos influyen en la vida política local.

Durante el periodo neoliberal, las élites económicas vivieron una época dorada. Como lo ha expuesto la revista Forbes. Durante ese periodo los hombres más ricos de México pasaron en 1987 de la familia Garza Sada (Eugenio) con dos mil millones de dólares a 50 familias que poseen 500 millones de dólares: Slim, Larrea, Bailléres, etc. Los Garza que  se fueron de México durante la revolución mexicana, tuvo sus inversiones más importantes en la industria cervecera y del acero. La cervecera Moctezuma, en fecha reciente, fue vendida a la holandesa Heineken. Fue también, fundador de Tecnológico de Monterrey. FEMSA, encargado en México de la embotelladora de Coca Cola. Las tiendas Oxxo tienen su antecedente en aquella familia regiomontana, ahora bajo la dirección del empresario José Antonio Fernández, el “Diablo”.

Eugenio Garza Sada se opuso a las políticas socioeconómicas del presidente Luis Echeverría Álvarez. Fue secuestrado por integrantes de la Liga Comunista 23 de septiembre, y falleció durante el intento que el ejército llevó a cabo para rescatarlo. Como sucesor se quedó al frente de consorcio empresarial Eugenio Garza Laguera. Como lo destaca W. Mills, en su estudio sobre las élites, estos grupos no solo se identifican por los lugares donde viven, los valores que los vinculan, los sitios que visitan y donde consumen, sino también por las relaciones entre ellos. Garza Laguera se casó con Eva Gonda Rivera, una de las mujeres más ricas de México y parte de las listas de la revista Forbes. Las tiendas Oxxo son la fuente de riqueza de este grupo con 16 mil tiendas en todo el país (Infobae).

Con el tiempo las élites político empresariales se han recompuesto. En el campo político, ha vivido la caída de los dos partidos que los representaban como el PAN y el PRI, En tanto que el sistema político mexicano se ha recompuesto a partir del triunfo de López Obrador, en 2018. La desarticulación de sus organizaciones político-económicas que gobernaron México durante la época neoliberal se debió al extravío de los valores del PAN el que, después de haber gozado de una importante influencia social que lo llevó a la presidencia, fue absorbido por la corrupción y las alianzas que sostuvo con el Revolucionario Institucional con quien se asocio para gobernar en una especie de fracasado bipartidismo. El PRI que se recorrió hacia posiciones neoliberales de derecha perdió su apoyo social y se desfondó, aparte de ser el principal promotor de la corrupción.

Políticamente, han sido las instituciones del régimen político mexicano como la Cámara de Diputados, la Presidencia de la República y el Poder Judicial, así como los órganos de poder estatales, regionales y municipales, los principales catapultadores de la acumulación de un segmento de las élites económicas que surgieron durante le periodo neoliberal y de la riqueza de las élites económicas y políticas en México. Ejercieron un férreo control sobre las finanzas públicas no pagando impuestos, con millonarios contratos de publicidad, controlando las medicinas, posicionándose en los servicios educativos y del sector salud, la seguridad, la organización de empresas vía el outsourcing, el comercio exterior y en no pocos casos, asociados a grupos económicos delincuenciales con poder económico disfrazado en los circuitos económicos.

El surgimiento del tsunami que es la Cuarta Transformación, un movimiento social electoral, democrático, que busca mejores condiciones de vida para pueblo mediante una mejor distribución de la riquezaw, así como una lucha frontal contra la corrupción y la violencia, ha impactado a las élites mexicanas y dividido opiniones y acciones. A los empresarios de las élites económicas mexicanas les ha ido bien con la 4T. A las élites políticas, del PAN y del PRI les ha ido mal. El “Diablo” Fernández (apodado así por la habilidad por los negocios, es yerno de Garza Sada), fue quien inicialmente trató de encabezar la resistencia a la 4T sin éxito. Poco a poco ha perdido protagonismo esta resistencia porque a los empresarios les ha ido muy bien durante el actual gobierno que encabeza Obrador (ver nota de Sebastián Díaz Mora)

Las élites no son grupos compactos sino diversos y cambiantes, unidos en general por valores compartidos, pero con intereses que los ponen a competir entre ellos, pero también expuestos a las grandes transformaciones tecnológicas y políticas mundiales. Los En la actualidad, son los empresarios asociados a los medios de comunicación electrónicos, los más proclives a oponerse al obradorismo. Pero su gran enemigo es que han sido víctimas de la tecnología. No han sabido actualizarse a la era de las redes sociales y han quedado marginados de la vida cultural que en el pasado ellos hegemonizaron por medio de la creación de valores o contravalores, mejor dicho, que a través de los grupos de intelectuales y opinólogos imponían en la vida política nacional.

Existen otras causas de su resistencia: debido a su debilitamiento social ya no existen contratos jugosos de publicidad. Televisa y Televisión Azteca, sus intereses, no siempre son compatible con los grandes empresarios de las élites mexicanas económicas. Asimismo, no los apoyan como en el pasado, un segmento de los empresarios no ve con buenos ojos arriesgar su estabilidad económica y las enormes ganancias por un grupo que está condenado a desaparecer porque así es la vida en la sociedad industrial capitalista. Carlos Salinas Pliego el empresario que quiere encabezar a las élites mexicanas asociadas con los grupos empresariales y de la comunicación tiene un problema: carece de autoridad moral, no paga impuestos como los demás.

Las élites empresariales que tenían en Claudio X. González, hijo, a su mejor representante, le han retirado la confianza. Ha demostrado su incapacidad para liderar a las élites empresariales mexicanas al fallar políticamente. La candidatura de Xóchitl avergüenza a la clase política y empresarial mexicana y no es su candidata. Existen evidencias de tal hecho en la prensa mexicana, Las élites han comprendido que los tiempos han cambiado y que inclusive, el apoyo de las élites gringas, está en el carril que ha construido la 4t. Esto no quiere decir que no sigan apoyando a grupos de la llamada sociedad civil, los gringos tienen esa estrategia en todo el mundo, la de intervenir y dividir en función de sus intereses. A lo cual nos debemos de oponer porque se trata de una injerencia en nuestra vida política.

Claudia Sheinbaum, les da confianza a las elites porque si continúa la 4t habrá estabilidad que perdieron el PRIAN. Las élites y las pruebas que han hecho con Movimiento Ciudadano, no son exitosas y Xóchitl sería un peligro con tanto dislate que es su campaña. De momento, la 4t ha roto la hegemonía de las élites pro PRIAN, es lo que más le duele a la élite político empresarial corrupta de esos partidos.