Escala de Grises - Mil ciento treinta y ocho

En opinión de Arendy Ávalos

Escala de Grises - Mil ciento treinta y ocho

Durante los últimos días de septiembre, alrededor de 800 mujeres internas en el Centro Federal de Readaptación Social número 16 ubicado en Coatlán del Río en Morelos presentaron síntomas como vómito, mareo, fiebre y diarrea. El personal médico aseguró que se trataba de una intoxicación masiva. ¿El motivo? Alimentos echados a perder.

 

La activista Kenia Hernández denunció que presentaba fiebre de 39°C, así como dolores de cabeza y de estómago. De acuerdo con Proceso, el Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero aseguró que había internas desmayadas o agonizando en sus celdas, sin fuerzas para siquiera poder hablar.

 

Además, en ese momento no se contaba con el personal médico o el medicamento suficiente para atender a las mujeres intoxicadas. Sin embargo, se optó por trasladar a algunas al hospital. Ante la gravedad de la situación, se informó a la Comisión Nacional de Derechos Humanos.

 

El primer día de octubre, a través de un comunicado, la CNDH aseguró que vigilaría la implementación de medidas cautelares en favor de las mujeres privadas de la libertad, con el propósito de que recibieran atención médica especializada. Del mismo modo, informó que observaría de cerca a toda la población del Cefereso morelense.

 

Bajo esta línea, también se estableció que se brindarían los cuidados necesarios (medicamentos, insumos de higiene, dietas nutricionales, etc.) con el fin de que las internas pudieran restablecer su estado de salud. Sin embargo, la Comisión también advirtió que realizaría las investigaciones pertinentes para esclarecer los agravios registrados en contra de las mujeres privadas de la libertad.

 

Para el 21 de noviembre, familiares de las internas con el respaldo de una ONG denunciaron malos tratos a las mujeres que se encuentran dentro del penal federal. La noticia se dio a conocer a través de Animal Político, medio que retomó una serie de testimonios para exponer cómo funciona el Cefereso 16.

 

Entre algunas de las anomalías que se registran en dicho centro se encuentra el robo de recursos a las reclusas, obstáculos para comunicarse con sus familiares o las personas responsables de su caso, humillaciones y, en resumen, tortura. Las mujeres que integran el Cefereso ubicado en Coatlán del Río son víctimas de golpes, no tienen acceso a un tratamiento médico digno (mucho menos a productos básicos de higiene) y son sometidas a aislamiento absoluto sin justificación alguna.

 

De acuerdo con el testimonio citado por el medio digital, al Cefereso 16 no se pueden ingresar productos de higiene ni alimentos y aquellas personas que deseen visitar a las internas deben pasar hasta por 13 filtros de seguridad. Como si ese panorama no resultara suficiente, la única respuesta por parte de la administración es que “no hay dinero”.

 

A partir de lo anterior, las familias deben hacer un depósito de hasta mil 500 pesos mensuales al área de trabajo social (sin que eso garantice un trato digno para las mujeres que se encuentran en el Cefereso). Aunque ya se han denunciado los maltratos y las carencias que se presentan en el centro, aunque no es la primera ocasión que se denuncian irregularidades en el centro, la respuesta de las autoridades sigue sin escucharse.

 

Como último recurso, las familias de las internas han considerado realizar un plantón afuera del Cefereso 16 y acudir al Zócalo de la Ciudad de México, con el único objetivo de exigir una audiencia con Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, tienen miedo de que su protesta solo implique más maltrato o alguna represalia en contra de las internas.

 

Cabe destacar que el Cefereso 16 es el único centro penitenciario para mujeres en Morelos y cuenta con una población de mil 138 mujeres (15 de ellas madres de infantes). Los derechos de mil 138 mujeres son vulnerados constantemente en un espacio donde, se supone, debería garantizarse su integridad. ¿Qué tan eficiente (sic.) es el sistema de justicia?

 

A unos cuantos días de que se conmemore el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, parece que los avances en materia de género, seguridad y justicia son incapaces de llegar. Ahora, no hay que perder de vista que el problema no se reduce a lo que ocurre en Morelos; forma parte de los problemas estructurales bajo los que se ha moldeado el país entero.

 

Si bien, los focos rojos se encendieron en la entidad, es momento de que las autoridades e instituciones a nivel federal se involucren con lo que ocurre dentro del Cefereso 16 y realice una investigación completa respecto a las prácticas que vulneran a las personas internadas en el resto de los Centros de Readaptación Social.

 

Además de involucrar violencia de género y violaciones a los derechos humanos, las denuncias realizadas por familiares y activistas revelan negligencia por parte de la administración y otra serie de delitos; lo que implica que deberán tomarse medidas que garanticen la no repetición de esas mismas prácticas.

 

¿Quiénes son las personas responsables de prevenir situaciones así? ¿Bajo la supervisión de quién ocurren? ¿Cuáles son las estrategias que se implementarán para resolver las problemáticas que siguen vulnerando la vida de las mujeres en el Cefereso y en México? Es momento de voltear la mirada hacia lo que ocurre con esas mil 138 mujeres que, independientemente de las razones por las que estén privadas de su libertad, merecen recibir un trato digno, que cumpla con los principios establecidos por la misma CNDH.

 

Hasta reparar los incontables daños:

arendy.avalos@gmail.com

@Arendy_Avalos en Twitter