Secreto a voces - La población indígena y la revolución boliviana (11)

En opinión de Rafael Alfaro Izarraraz

Secreto a voces - La población indígena y la revolución boliviana (11)

En Venezuela, Ecuador y México, y lo mismo ocurrió en Bolivia, al final del siglo XX y el inicio de siglo XXI (en Venezuela desde 1998) irrumpen en el escenario movimientos sociales y políticos que se enfrentan a los partidos tradicionales que hegemonizaron la vida local durante la última mitad del siglo pasado. Los nuevos movimientos políticos derrotaron electoralmente a los viejos partidos que por lo general representaban a la vieja oligarquía de estas naciones. De la independencia a la época actual múltiples fuerzas políticas han asumido el poder de las oligarquías, ahora fueron derrotadas.

Estamos hablando de que, a diferencia de otros países en donde ocurrieron experiencias con partidos y corrientes progresistas como en Brasil (con el PT) o en Perú (con Pedro Castillo) Colombia (con Petro), en las naciones a las que hacemos referencia hubo revoluciones políticas pacíficas a decir de sus líderes y de acuerdo a los cambios que han ocurrido en esos países que lo constatan. Tal vez el único lugar, que luego analizaremos, en donde el aliento pareció detenerse, es Ecuador luego de la derrota electoral vivido por el correísmo este año.

Bolivia, su población, tiene su origen en la cultura incaica-amazónica, combinado con el poder que desde Perú, desde Lima, ejerció el virreinato sobre los territorios de lo que ahora son las repúblicas de Bolivia, Paraguay Uruguay (ver Arnadé, C., (2009). La génesis de Bolivia, Paraguay y Uruguay. Ciencia y Cultura, (22-23),205-217). Posteriiormente, relata Arnadé Bolivia perteneció al Virreinato de La Plata, Argentina, en donde se le conocía como el Alto Perú, junto a Paraguay y Uruguay, en el siglo XVIII, tras cambios en el poder en Europa y en particular en España.

 

Esos dos escenarios históricos fueron conformando poco a poco núcleos de poder tanto en Lima como en el Alto Perú, ahora Bolivia. En el caso del Alto Perú, estuvo vinculado económicamente a ciudades como Potosí, Sucre, La paz, entre otras, pero no a Lima a pesar de que hubo una época en que estuvo vinculada al Virreinato de Lima. Con la independencia hubo intentos por unirse en una sola nación, pero fracasaron. En parte por los interese de sus propias oligarquías, pero también por los intereses de los países vecinos, sobre todo Chile, que prefería a vecinos desintegrados (ver Arnadé, C., (2009). La génesis de Bolivia, Paraguay y Uruguay. Ciencia y Cultura, (22-23),205-217).

 

De Bolivia, su capital es Sucre, en tanto que La Paz es la ciudad en la que residen los poderes. Sucre, cuyo nombre se debe un mariscal Antonio José Sucre, de origen venezolano y parte del Ejercito Libertador del Sur. Esta ciudad fue sede de los poderes coloniales que se crearon con el Virreinato de La Plata. No era Buenos Aires sino la ciudad de Sucre, la sede administrativa de este Virreinato. (también conocida como Chuquisaca o Charcas de La Plata). Sucre, principal actor de la independencia del Alto Perú, Bolivia, le piden que sea su presidente.

 

El Marsical Sucre como parte del ejército de Bolivar y fiel al Libertador, su relación fue siempre de respeto y admiración hacia el Libertador. En las arengas para motivar a las tropas el simbolismo que representa Bolivar está siempre presente en él (ver: Díaz Bermúdez, José Félix. (2002). Bolivar y Sucre: Dos hombres y una patria. Memoria y Sociedad, núm. 11). Curioso, terminada la guerra ansiaba retirarse a su vida privada, cosa que nunca logró. Es Sucre el Libertador del Alto Perú, lo que ahora es Bolivia.

 

Bolivia, se llama así en honor del libertador Simón Bolivar como ya hemos expuesto aquí y en otras entregas. El Congreso boliviana (1825) lo decidió de esa manera y Bolivar fue nombrado presidente vitalicio en reconocimiento a su labor en la independencia de esta nación, pero también Sucre fue su presidente. Las oligarquías locales que heredaron el poder luego de la independencia por lo general se distanciaron del Libertador con el fin de que no entorpeciera la recomposición del poder local postindependiente. Díaz Bermúdez, expone los intereses de las oligarquías en Colombia, Venezuela, queriendo crear monarquías y caos, con actos de ingratitud y crimen.

 

Como es sabido, la mina del Potosí fue explotada durante los años que duró la colonia. Todavía en la actualidad de sus entrañas se extraen minerales como el estaño, increíblemente. El punto es que ahora además de los minerales como el estaño, Bolivia posee importantes yacimientos de Litio, el cual fue nacionalizado por el gobierno de Evo Morales. La resistencia de las empresas mineras multinacionales estuvo detrás del intento de Golpe de Estado que llevó a la señora Jeanine Añez transitoriamente al poder, en 2019.

Una de las características de la revolución boliviana es la participación indígena que es mayoritaria en aquella hermana nación. De Latinoamérica y el Caribe (en esta última subregión prevalecen grupos de ascendencia afrolatinoamericana) es Bolivia el único país cuya población indígena es mayoritaria. La población mestiza es una minoría. La población indígena en Bolivia representa aproximadamente el 62 por ciento del total de la población, que suma en total un poco más de 12 millones.

El país que más indígenas tiene es México con 17 millones, pero no son la mayoría como es el caso de Bolivia. En nuestro país, los indígenas representan el 17 por ciento de la población total. Brasil, es el país que más grupos indígenas posee, 305 en total, pero la población de estos grupos es de 900 mil personas. Guatemala, tiene casi seis millones de indígenas y representa el 41 por ciento de la población total. Ecuador tiene un millón, que representa el 7 por ciento de la población (Con datos aproximados de la CEPAL).

Perú, tiene 7 millones, el 44 por ciento del total de la población del país. Panamá, 420 mil, que es el 12.3 por ciento del total; Nicaragua, cuenta con 520 mil, casi el 9 por ciento del conjunto de la población; Chile, tiene millón 900 mil que representa el 11 por ciento de toda la población; Honduras, tiene 537 mil, el 7 por ciento del total;. Argentina, tiene 955 mil, que representan el 2.4 por ciento de la población (Con datos aproximados de la CEPAL).

De acuerdo al “Navegador Indígena, datos de y para los Pueblos Indígenas”: “De los 38 pueblos reconocidos en el país, la mayoría en los Andes son pueblos de habla quechua (49.5%) y aimara (40.6%), que se identifican como 16 naciones. En las tierras bajas, los pueblos chiquitanos (3.6%), guaraní (2.5%) y mojeño (1.4%) son mayoría y, junto con el 2.4% restante, conforman 34 pueblos indígenas reconocidos”. Evo Morales, quien encabezó la revolución boliviana, pertenece a la etnia Aimara.

 

Este dato es muy importante para comprender al movimiento social y político de origen indígena en Bolivia: “Hasta la fecha, los pueblos indígenas han consolidado 23 millones de ha. de propiedad colectiva bajo el estado de Tierras de Origen Comunitarias (TCO), que representan el 21% de la masa total de tierra del país. Con la aprobación del Decreto Número 727/10, los TCO fueron renombrados constitucionalmente como Territorios Indígenas Campesinos (TIOC)” (Ver Navegador Indígena). 

 

Pues bien, en Bolivia, la población indígena fue, como veremos, un factor central del inicio de la revolución en ese país. (Continuará).