Repaso - ¿Qué le espera a la educación con los nuevos diputados locales?

Si desde el Poder Ejecutivo en Morelos, las políticas y acciones educativas se enmarañan entre corruptelas y mediocridades, lo que seguramente prevalecerá hasta el término de este gobierno de la patada, ¿qué se espera del Poder Legislativo con los diputados locales electos que en breve entrarán en funciones?

La pregunta tiene su razón de ser, en tanto se la pueden plantear de distinto modo quienes esperan una visión renovada, seria, comprometida, en este castigado sector del servicio público. Lo mismo hacen, no me queda duda, aquellos que están preocupados por otras cuestiones como la seguridad pública, la salud y la austeridad con transparencia de los recursos destinados para enfrentar los retos que se agudizan en nuestro estado.

En el campo educativo, para empezar, salta a la vista la falta de presupuesto para atender los rezagos económicos en diversos rubros. Allí está, por ejemplo, el caso del pago de la prima de antigüedad a los pensionados y jubilados, a quienes se les entrega a cuentagotas el dinero que se les regatea desde hace años y que alcanza una suma individual mucho más allá de los dos mil pesos que se les ha entregado a unos o de los 12 mil pesos que han recibido otros.

En el congreso local, por lo general, las respuestas que se dan a ese y otros requerimientos han resultado insuficientes, además del trato que se recibe de algunos legisladores, como sucedió con la diputada aliancista Blanca Ieves Sánchez Arano, cuya actitud invariablemente ha sido desdeñosa y desinteresada. Ello le ha traído como consecuencia serias críticas que, por lo que se ha visto, le entran por un oído y le salen por el otro.

En mi columna del 16 de marzo del 2020, a la que titulé: “Blanca Nieves Sánchez Arano ¿qué le pasó?”, escribí:

“Mal le ha ido a la diputada Blanca Nieves Sánchez Arano, durante la pasada comparecencia del director general del Instituto de la Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM), Eliacin Salgado de la Paz. Mal le ha ido desde antes, al perder la presidencia de la Comisión de Educación y Cultura, hoy en manos de su homóloga Alejandra Flores, en virtud de los forcejeos internos que los legisladores actuales han tenido.

“En un video que circuló profusamente, se aprecia el reclamo airado de un grupo de jubilados en contra de Blanca Nieves. Lo menos que le dijeron fue traidora, supongo que por su ausencia de compromiso para sumarse a los reclamos por el pago de la prima de antigüedad. O por su desapego aparente a toda clase de asuntos relacionados con la educación, según lo señalan otros docentes”.

El desempeño de Sánchez Arano parece que se mantuvo en esas condiciones, con el añadido de haber prácticamente roto con quienes la favorecieron con una diputación plurinominal desde la Sección 19 del SNTE. Su paso por el congreso local será hasta el final intrascendente.

Así pues, ¿qué esperamos de los diputados que vienen? Dos, si no pasa otra cosa, repetirán en el cargo. Se trata de Tania Valentina y Alejandra Flores, ambas, por coincidencia, presentaron en su momento, respectivamente, una iniciativa para renovar la Ley Estatal de Educación. Alguna de ellas optó por tomarle parecer a expresiones sindicales “disidentes”, cuestión que seguramente le restó posibilidades para que fuese sometida al pleno legislativo. Cuando Alejandra Flores anunció que, a su vez, trabajaba con su equipo en otra iniciativa, diplomática sostuvo que había tomado en cuenta las opiniones de actores diversos, incluida la de Tania Valentina. Aseguró que los consensos fueron satisfactorios y que con disposición incluyente la nueva Ley Estatal de Educación satisfaría a la sociedad entera y en lo particular a los trabajadores de la educación. El caso es que, hasta donde estoy enterado, esa iniciativa esté en el cajón de los proyectos inconclusos.

Será de esperarse que la retomen ahora que vuelvan a ejercer el cargo en la nueva legislatura, pero antes volver a difundir el proyecto de manera más amplia, de modo que, ahora sí, sea aprobada. Y si no son ellas, desde luego podrían entrar en acción otros diputados. Uno esperaría que fueran los que postuló el Partido Nueva Alianza, que si bien no son docentes, como tampoco lo son las diputadas antes mencionadas, estarían obligados a atender ese asunto. De Erika Hernández Gordillo, quien llegará por el Partido Redes Sociales Progresistas nada se espera. Cuando fue diputada local por Nueva Alianza, la sobrina de Elba Esther Gordillo Morales brilló por su irrelevancia. En fin, ya se ve que emanar de las filas magisteriales no ha sido garantía, hasta el momento, de desempeños comprometidos desde el congreso local con la educación.

De refilón

Son muchos los problemas que enfrenta el sector educativo en Morelos. A los nuevos legisladores, principalmente a quienes integren la Comisión de Educación y Cultura, se les debe exigir un desempeño transparente y enterado. No estaría mal que diesen a conocer los temas que al respecto intentarán atender en sus tres años de gestión. Digo, para saber si asumirán su responsabilidad con conocimiento y seriedad.

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