Trazos de mujer - Servir es un privilegio social
En opinión de Lorena Elizabeth Castillo Castillo
Era una tarde del 28 de diciembre del 2021, cuando el timbre del teléfono sonó, y al responder encontré una voz amiga, era un tono por mi conocido por los tantos años, más de 20 de trabajo y afecto. Era un hombre comprometido y convencido de la necesidad de transformar Cuernavaca. En cada palabra que emitía percibía esa convicción y vehemencia por servir a la población que había confiado en él, y precisamente esa confianza hoy me la transmitía al extenderme la invitación a colaborar en este proyecto social e institucional por y para nuestra ciudad. Le escuché con la firme decisión de trabajar por este municipio abandonado y olvidado, por cada persona que lo habita, pero en especial sentí la fuerza para tomar y atender las deudas históricas con las niñas, mujeres y adolescentes, de hacer lo que como gobierno nos corresponde: procurar una vida libre de violencia para ellas, era mi anhelo profesional y personal en una propuesta . De inmediato lo compartí con mis seres queridos, mi hija y mi esposo, y me enfilé a un nuevo andar…
Así en 10 minutos tomé la decisión de hacer salud pública desde el Ayuntamiento de Cuernavaca en favor de las niñas, adolescentes y mujeres, un trabajo por mi conocido ya que en mi trayectoria académica lo había hecho desde la docencia e investigación, durante casi dos décadas. Lo realicé desde y con la comunidad. Caminé calles, banquetas, plazas, canchas, estuve en escuelas, en las casas de las mujeres que nos abrían sus puertas para compartir sus historias de vida que se trasformaban éticamente en evidencia para iniciativas de promoción de la salud que aseguraban mejores entornos para ellas y sus familias . Así en unos instantes dejé mi amado Instituto Nacional de Salud Pública(INSP), mi casa, mi espacio que me formó, que me hizo una profesionista con misión social , que contribuyó a mi mosaico personal y que me dio lecciones de vida que hoy me han hecho una mujer fuerte y sensible. Dejé más de 17 años, hice a un lado la estabilidad y seguridad laboral así como una remuneración económica mucho mayor, a cambio de la oportunidad de servir, y ni un solo día me he arrepentido de haberlo hecho, al contrario, mi gratitud es permanente por estar en el Instituto de la Mujer de Cuernavaca (IMC).
El Presidente Municipal de Cuernavaca, José Luis Uriostegui Salgado, me dio su confianza y mi gratitud será siempre manifiesta, mi convicción y pasión por cumplir es permanente, lo he hecho y seguiré haciendo de manera sistemática, ética y con la constante evaluación de la sociedad. Con mi escucha activa para mejorar, mi mano extendida a cada niña, adolescente y mujer siempre, mis brazos sostienen un trabajo integral integrado y continuado, poniendo el corazón en ello . MI conciencia se concentra en responder con profesionalismo los retos que se presentan. A un año de tener esta honrosa responsabilidad hemos atendido a mujeres en asesorías psicológicas, jurídicas y de contención emocional que se traducen en acciones sororas y empáticas, que abonan un mejor estadio de vida. Hemos hecho más de 70 talleres que contribuyen a fortalecer su economía, se han visitado todas las colonias consideradas de alto riesgo. Hemos estado cerca de nuestra comunidad de mujeres, y también se lleva a cabo trabajo con hombres y niños, no polarizamos, sumamos porque la tarea de erradicar la violencia de género es de todas y todos.
Seguiremos trazando igualdad desde lo local para procurar espacios favorables y seguros para niñas, adolescentes y mujeres.
¡Gracias al Regional del Sur por este espacio, gracias a la vida por esta fortuna de trabajo!
Gracias a mi querido equipo de trabajo: Susy Mandujano, Rocío Solís, Maviela Rojas, Diana Escalera, Belem Cisneros, Jossy Ávila y Benjamín Nava, les abrazo con gratitud. Gracias IMC
Feliz, empático y sororo 2023.