Repaso - FRENTE CÍVICO MORELENSE: ¿CUÑA PARA CUAUHTËMOC?
En opinión de Carlos Gallardo Sánchez
No es necesaria mucha agudeza intelectual para inferir que el recién creado Frente Cívico Morelense nace al amparo de quienes son ahora fuerzas contrarias, a veces grupúsculos insignificantes, si bien ruidosos, de la gestión presidencial de Andrés Manuel López Obrador, asi como del infausto mandatario estatal, Cuauhtémoc Blanco Bravo y todo lo que huela al Partido del Movimiento de Transformación Nacional (Morena).
Desde luego, como se advierte en quienes tomaron la palabra durante la reunión que tuvieron en un restaurante tradicional de la capital morelense, se presentaron “profundamente” preocupados por lo que pasa en México y en Morelos.
Pese a ese listado de presuntas preocupaciones, resalta la intención de posicionar a sus promotores en el ámbito político, pero con la vestimenta ciudadana. Ya veremos quiénes les creen, tanto a nivel local como a lo largo del país. Porque, hay que decirlo, aspiran a tener impacto nacional, con la batuta de personajes como Emilio Álvarez Icaza, actual senador, Guadalupe Acosta Naranjo y Carlos Navarrete, entre otros políticos, sobre todo de supuesta izquierda.
Desde luego, faltaba más, en esa ola cívica aparece también el ex gobernador Graco Ramírez Garrido Abreu, tan campante como Johnnie Walker, y con las pilas puestas para activarse en la vida política, sobre todo del estado de Morelos, desde donde podría intentar insertarse en la liga grillera nacional.
¿Qué podría ocurrir a partir de ahora en nuestro Morelos con el Frente Cívico Morelense? Ya lo veremos, aunque me queda claro que estará convertido en una cuña muy punzante en contra del ex futbolista convertido en gobernador del estado.
La idea fuerza que ya manejan es que no quieren constituirse en un partido político, pero convocan a los existentes, no aliados de López Obrador, a sumarse a la epopeya de encabezar los legítimos reclamos ciudadanos que, incluso, varios de ellos no atendieron cuando fueron representantes populares o funcionarios públicos en distintos niveles.
Pero como lo ciudadano parece etiqueta adecuada para limpiarse de impurezas políticas y partidistas, no dudarán en ponerse ese traje para pretender alcanzar sus propósitos. De hecho, cuando Graco empezó a aparecer en la vida pública de Morelos, uno de sus bastiones fue, precisamente, la lucha ciudadana que le dio buenos resultados, si bien como gobernador dejó la impresión de parecerse a sus antecesores en la administración gubernamental.
Bueno, el caso es que algunos suponen un “graquismo” preponderante en el Frente Cívico Morelense. Cierto o no, al dar la cara para pasar lista de presentes en la exigencia, el reclamo, la crítica, a lo mejor la movilización, no dudo que le causará serios dolores de cabeza a Blanco Bravo y al “vicegobernador” Ulises Bravo.
Legítimas o no sus pretensiones, entre los “frentistas” morelenses debe reconocerse que hay experiencia en eso de polemizar, incomodar, desquiciar, debatir. ¿Qué hará la administración sin brújula del señor de las patadas? ¿Seguirá confiando en su buena suerte de tener a su alrededor opositores partidistas desangelados, sin capacidad de convocatoria ni de convencimiento a grupos o sectores poblacionales, para que se aplique?
Puede ser que cobren color otras corrientes críticas, no afines hasta ahora al Frente Cívico Morelense, como el bloque que podrían integrar el diputado local de Nueva Alianza, Agustín Alonso, o el senador priista Ángel García Yáñez, quienes ya han sido defenestrados por Blanco Bravo acusándolos de vínculos con la maña; o alguna corriente de otro sector social entre cuyos miembros se toman acciones como denunciar penalmente al ex tepiteño por corrupto.
Es claro que cuando se acerquen los tiempos de la sucesión gubernamental Cuauhtémoc Blanco estará a expensas de muchos riesgos y muchas críticas. ¿Sabe que se tiene que preparar para ello o seguirá en la banalidad yéndose a jugar golf?
Por lo pronto, no debe soslayar la presencia del Frente Cívico Morelense, no tanto porque constituya una expresión que vaya a movilizar a las diversas capas sociales de nuestra región, sino porque, digo yo, son expertos en poner piedras en el camino desde trincheras opositoras.
Me causa curiosidad que hará el equipo de estrategas (¿los tiene?) de Blanco Bravo para plantear acciones de contrapeso a los embates que seguramente vendrán del “graquismo” dentro de ese Frente tantas veces referido.
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